/ sábado 22 de mayo de 2021

A propósito de pecados electorales

Para la mayoría de los credos religiosos, todos los pecados son malos o pecaminosos y por el contrario todas las virtudes son buenas.

Pero, para la mayoría de los credos políticos, no todos los pecados podrían ser tan malos, así como no todas las virtudes son tan buenas; desde luego que eso depende del color partidista con que se mire el escenario, y me refiero a las expresiones como “evitar excesos” “avancemos con inteligencia” “señalar a los malos gobiernos” “nos dejaron solos” “no permitiéremos que nos vuelvan a robar” “darle el poder a la gente” “apostar por un Chihuahua seguro” y otras más que se escucharon en el vocerío del jueves pasado, celebrado en la Cd de Chihuahua, dentro del marco del famoso debate, tan esperado y sorpresivo de los candidatos a la gubernatura del estado.

Los protagonistas en cuestión, sacaron sus cartas más alusivas en el momento exacto, para defenderse de todos los agravios de sus adversarios.

¿Pero que no ya habíamos visto estas mismas escenas en el debate presidencial del 2018 cuando los aspirantes a la Presidencia de México, Ricardo Anaya Cortés, Andrés Manuel López Obrador, José Antonio Meade Kuribreña, Jaime Rodríguez Calderón y Margarita Zavala, presentaron sus propuestas sobre seguridad pública, combate a la corrupción y otros más?

¿Que no serán las mismas propuestas?

Pero en tiempos diferentes y con otra sociedad más informada sobre los graves problemas que padecemos.

¿Acaso los pecados se siguen repitiendo y las virtudes cada vez son más escasas?

Curiosamente en política un personaje inteligente, pero perverso, resultaría en un genio del mal.

Un personaje valiente, y malo al mismo tiempo resultaría en temerario, altanero, bravucón y cruel.

Un personaje bueno, pero enardecido podría llevar a la esterilidad toda su bondad.

Por eso las virtudes son relativas, ya que requieren de otras para ser valiosas.

Por el contrario hay virtudes absolutas, como: la lealtad, la honestidad y la humildad que tienen un valor inigualable aunque, no se tenga ninguna otra virtud.

Cuando un personaje es leal, honesto y humilde, trae consigo un bagaje para vencer la ingratitud y la envidia, que representan la mayor perversión anímica del ser humano.

Pero la mayor perturbación de la conciencia del ser humano, es el rencor y el desprecio, antivalores que se manifestaron en algunos de los protagonistas del debate, de ahí que es importante evitar la conflagración, que resulta por la enajenación del color de un partido y/o su candidato.

Debemos recordar que en política, no hay hombres y/o mujeres, buenos ni malos; tan sólo los hay equipados o desprovistos, y me refiero al bagaje del conocimiento y cultura general, que muestran cuando se expresan.

De tal forma que nos hemos dado cuenta en este encuentro de su vocabulario tan básico e incipiente, ya que los errores de ortografía surgieron en la verbalización de los preceptos utilizados.

¿No se darán cuenta?

¿O su equipo de asesores está igual o peor que los protagonistas?

Cada aptitud, virtud, mérito o valor, tienen su muy particular forma de ser aplicados y aprovechados, pero en este caso fueron escasos y por supuesto mal aprovechados.

Cabe recordar a Valentín Gómez Farías, cuando juro como Presidente interino en 1833, quien menciono:

[…Es, pues, indispensable, si es que queremos conservar la patria, que entremos con paso firme en el camino de la justicia.”

O en el caso de Melchor Ocampo, quien refería sobre Religión y Unión, el 16 de septiembre de 1858.

[…Es ejecutivo y apremiante, que demos a nuestros hijos una buena educación civil, honrosas y productoras ocupaciones; que consideremos los destinos públicos como cargos de conciencia y de temporal desempeño y no como sinecuras y patrimonios explotables (…). Aún es tiempo, pero es acaso la última de las oportunidades de que México se salve. No se necesita más que justicia plena…]

Servirá de ejemplo recordar parte de estos discursos para que en Chihuahua tengamos un verdadero estado libre y soberano

Ya Antonio Gramsci mencionaba 1917

[…La indiferencia es el peso muerto de la historia. Es la bola de plomo para el innovador, es la materia inerte en la que a menudo se ahogan los entusiasmos más brillantes, es el pantano que rodea a la vieja ciudad y la defiende mejor que la muralla más sólida, mejor que las corazas de sus guerreros, que se traga a los asaltantes en su remolino de lodo, y los diezma y los amilana, y en ocasiones los hace desistir de cualquier empresa heroica…]


Para la mayoría de los credos religiosos, todos los pecados son malos o pecaminosos y por el contrario todas las virtudes son buenas.

Pero, para la mayoría de los credos políticos, no todos los pecados podrían ser tan malos, así como no todas las virtudes son tan buenas; desde luego que eso depende del color partidista con que se mire el escenario, y me refiero a las expresiones como “evitar excesos” “avancemos con inteligencia” “señalar a los malos gobiernos” “nos dejaron solos” “no permitiéremos que nos vuelvan a robar” “darle el poder a la gente” “apostar por un Chihuahua seguro” y otras más que se escucharon en el vocerío del jueves pasado, celebrado en la Cd de Chihuahua, dentro del marco del famoso debate, tan esperado y sorpresivo de los candidatos a la gubernatura del estado.

Los protagonistas en cuestión, sacaron sus cartas más alusivas en el momento exacto, para defenderse de todos los agravios de sus adversarios.

¿Pero que no ya habíamos visto estas mismas escenas en el debate presidencial del 2018 cuando los aspirantes a la Presidencia de México, Ricardo Anaya Cortés, Andrés Manuel López Obrador, José Antonio Meade Kuribreña, Jaime Rodríguez Calderón y Margarita Zavala, presentaron sus propuestas sobre seguridad pública, combate a la corrupción y otros más?

¿Que no serán las mismas propuestas?

Pero en tiempos diferentes y con otra sociedad más informada sobre los graves problemas que padecemos.

¿Acaso los pecados se siguen repitiendo y las virtudes cada vez son más escasas?

Curiosamente en política un personaje inteligente, pero perverso, resultaría en un genio del mal.

Un personaje valiente, y malo al mismo tiempo resultaría en temerario, altanero, bravucón y cruel.

Un personaje bueno, pero enardecido podría llevar a la esterilidad toda su bondad.

Por eso las virtudes son relativas, ya que requieren de otras para ser valiosas.

Por el contrario hay virtudes absolutas, como: la lealtad, la honestidad y la humildad que tienen un valor inigualable aunque, no se tenga ninguna otra virtud.

Cuando un personaje es leal, honesto y humilde, trae consigo un bagaje para vencer la ingratitud y la envidia, que representan la mayor perversión anímica del ser humano.

Pero la mayor perturbación de la conciencia del ser humano, es el rencor y el desprecio, antivalores que se manifestaron en algunos de los protagonistas del debate, de ahí que es importante evitar la conflagración, que resulta por la enajenación del color de un partido y/o su candidato.

Debemos recordar que en política, no hay hombres y/o mujeres, buenos ni malos; tan sólo los hay equipados o desprovistos, y me refiero al bagaje del conocimiento y cultura general, que muestran cuando se expresan.

De tal forma que nos hemos dado cuenta en este encuentro de su vocabulario tan básico e incipiente, ya que los errores de ortografía surgieron en la verbalización de los preceptos utilizados.

¿No se darán cuenta?

¿O su equipo de asesores está igual o peor que los protagonistas?

Cada aptitud, virtud, mérito o valor, tienen su muy particular forma de ser aplicados y aprovechados, pero en este caso fueron escasos y por supuesto mal aprovechados.

Cabe recordar a Valentín Gómez Farías, cuando juro como Presidente interino en 1833, quien menciono:

[…Es, pues, indispensable, si es que queremos conservar la patria, que entremos con paso firme en el camino de la justicia.”

O en el caso de Melchor Ocampo, quien refería sobre Religión y Unión, el 16 de septiembre de 1858.

[…Es ejecutivo y apremiante, que demos a nuestros hijos una buena educación civil, honrosas y productoras ocupaciones; que consideremos los destinos públicos como cargos de conciencia y de temporal desempeño y no como sinecuras y patrimonios explotables (…). Aún es tiempo, pero es acaso la última de las oportunidades de que México se salve. No se necesita más que justicia plena…]

Servirá de ejemplo recordar parte de estos discursos para que en Chihuahua tengamos un verdadero estado libre y soberano

Ya Antonio Gramsci mencionaba 1917

[…La indiferencia es el peso muerto de la historia. Es la bola de plomo para el innovador, es la materia inerte en la que a menudo se ahogan los entusiasmos más brillantes, es el pantano que rodea a la vieja ciudad y la defiende mejor que la muralla más sólida, mejor que las corazas de sus guerreros, que se traga a los asaltantes en su remolino de lodo, y los diezma y los amilana, y en ocasiones los hace desistir de cualquier empresa heroica…]