/ jueves 19 de noviembre de 2020

Adiós corrupción, hola Bertha

La llegada a Chihuahua de Bertha Alcalde Luján como representante del presidente López Obrador y delegada de la secretaría de Bienestar, genera un ambiente de confianza y optimismo, luego de que el delegado anterior hizo de la delegación un negocio familiar al incurrir en prácticas de nepotismo y corrupción.

La cuarta transformación encabezada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, tiene como objetivo principal transformar la realidad del país, ese objetivo pasa por dos principios, primero, el acabar con la corrupción y el dispendio en la administración pública, segundo, separar el poder político del poder económico.

Este nuevo régimen busca poner al centro de las decisiones a las personas más pobres y necesitadas, para ello se tuvo que modificar la ley para crear la figura del superdelegado o delegado de bienestar quién se encarga de administrar los programas de desarrollo social, a la vez que se convierte en representante del presidente de la República.

En un estado tan grande y diverso como el estado de Chihuahua el reto para llevar los programas sociales es mayor, esa labor que en un principio se le confió al exdelegado Juan Carlos Loera quedó inconclusa debido a que el exdelegado Loera se dedicó más a promover su imagen -con anuncios espectaculares- que a llevar los programas a todos los rincones del Estado.

Fueron varias las tareas donde el exdelegado quedo mal con el pueblo y con el presidente de México. Por ejemplo, manejo muy mal el conflicto del agua, en la región centro-sur del Estado, lejos de ser factor de Unión y de solución, generó molestia y confrontación entre los productores del campo, en esa delicada tarea el representante del presidente no estuvo a la altura de la 4 T

En el caso de la Sierra tarahumara la opacidad y discrecionalidad con la que se entregaron los apoyos en efectivo a los hermanos de las etnias indígenas dejó claro que la Secretaría de bienestar tenía más un interés político que un interés social. Tan grande fue el problema en la Sierra de Chihuahua -Específicamente con el programa sembrando vida- Que el coordinador nacional de dicho programa tuvo que renunciar a su puesto por qué el delegado de bienestar y altas funcionarias de la Secretaría estaban haciendo mal uso de dicho programa. Afortunadamente el presidente no le aceptó la renuncia.

Además de los malos manejos en la entrega de los recursos, el delegado Saliente hizo de la secretaría de Bienestar un negocio familiar al viejo estilo del PRI y del PAN, acomodó a toda su familia en la Secretaría de bienestar, puso a sus amigos en la Aduana, migración, IMSS, ISSSTE. Etc. También autorizó y permitió que los delegados regionales pusieran en la nómina como aviadores a sus familiares; padres, madres, hijos, hermanas, cuñados y comadres -sobre todo a la comadre- con sueldos de hasta setenta mil pesos mensuales por un trabajo que no realizaban -obviamente todo con cargo a Juan pueblo-. De todos esos escándalos de corrupción, nepotismo, peculado y malversación de fondos en contra del ex delegado del bienestar Juan Carlos Loera, existen folios abiertos en la secretaría de la función pública.

Era urgente un cambio de rumbo en la representación del gobierno federal, se necesitaba un delegado o delegada que concilie con la población, que le ponga un alto al gobernador Javier Corral- y su campaña negra en contra del AMLO- y que limpie la casa, sacar a los aviadores y operadores del bienestar que hacen trabajo político en favor de una corriente.

Con la llegada de Bertha Alcalde Lujan, el estado de chihuahua va a entrar en una nueva era de la vida pública, La señora Bertha tiene amplia capacidad y experiencia en la función pública, pues se ha desempeñado en diversos cargos de alto nivel en el gobierno de la ciudad de México y en el gobierno federal, además de contar con el respaldo y la confianza plena del presidente.

En beneficio de los chihuahuenses la representante del presidente López Obrador tendrá que organizar la secretaria del Bienestar para impedir que los servidores públicos lucren con las ayudas que dan a la gente, separar el poder político del poder económico; es una de las muchas tareas que tiene doña Bertha.


La llegada a Chihuahua de Bertha Alcalde Luján como representante del presidente López Obrador y delegada de la secretaría de Bienestar, genera un ambiente de confianza y optimismo, luego de que el delegado anterior hizo de la delegación un negocio familiar al incurrir en prácticas de nepotismo y corrupción.

La cuarta transformación encabezada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, tiene como objetivo principal transformar la realidad del país, ese objetivo pasa por dos principios, primero, el acabar con la corrupción y el dispendio en la administración pública, segundo, separar el poder político del poder económico.

Este nuevo régimen busca poner al centro de las decisiones a las personas más pobres y necesitadas, para ello se tuvo que modificar la ley para crear la figura del superdelegado o delegado de bienestar quién se encarga de administrar los programas de desarrollo social, a la vez que se convierte en representante del presidente de la República.

En un estado tan grande y diverso como el estado de Chihuahua el reto para llevar los programas sociales es mayor, esa labor que en un principio se le confió al exdelegado Juan Carlos Loera quedó inconclusa debido a que el exdelegado Loera se dedicó más a promover su imagen -con anuncios espectaculares- que a llevar los programas a todos los rincones del Estado.

Fueron varias las tareas donde el exdelegado quedo mal con el pueblo y con el presidente de México. Por ejemplo, manejo muy mal el conflicto del agua, en la región centro-sur del Estado, lejos de ser factor de Unión y de solución, generó molestia y confrontación entre los productores del campo, en esa delicada tarea el representante del presidente no estuvo a la altura de la 4 T

En el caso de la Sierra tarahumara la opacidad y discrecionalidad con la que se entregaron los apoyos en efectivo a los hermanos de las etnias indígenas dejó claro que la Secretaría de bienestar tenía más un interés político que un interés social. Tan grande fue el problema en la Sierra de Chihuahua -Específicamente con el programa sembrando vida- Que el coordinador nacional de dicho programa tuvo que renunciar a su puesto por qué el delegado de bienestar y altas funcionarias de la Secretaría estaban haciendo mal uso de dicho programa. Afortunadamente el presidente no le aceptó la renuncia.

Además de los malos manejos en la entrega de los recursos, el delegado Saliente hizo de la secretaría de Bienestar un negocio familiar al viejo estilo del PRI y del PAN, acomodó a toda su familia en la Secretaría de bienestar, puso a sus amigos en la Aduana, migración, IMSS, ISSSTE. Etc. También autorizó y permitió que los delegados regionales pusieran en la nómina como aviadores a sus familiares; padres, madres, hijos, hermanas, cuñados y comadres -sobre todo a la comadre- con sueldos de hasta setenta mil pesos mensuales por un trabajo que no realizaban -obviamente todo con cargo a Juan pueblo-. De todos esos escándalos de corrupción, nepotismo, peculado y malversación de fondos en contra del ex delegado del bienestar Juan Carlos Loera, existen folios abiertos en la secretaría de la función pública.

Era urgente un cambio de rumbo en la representación del gobierno federal, se necesitaba un delegado o delegada que concilie con la población, que le ponga un alto al gobernador Javier Corral- y su campaña negra en contra del AMLO- y que limpie la casa, sacar a los aviadores y operadores del bienestar que hacen trabajo político en favor de una corriente.

Con la llegada de Bertha Alcalde Lujan, el estado de chihuahua va a entrar en una nueva era de la vida pública, La señora Bertha tiene amplia capacidad y experiencia en la función pública, pues se ha desempeñado en diversos cargos de alto nivel en el gobierno de la ciudad de México y en el gobierno federal, además de contar con el respaldo y la confianza plena del presidente.

En beneficio de los chihuahuenses la representante del presidente López Obrador tendrá que organizar la secretaria del Bienestar para impedir que los servidores públicos lucren con las ayudas que dan a la gente, separar el poder político del poder económico; es una de las muchas tareas que tiene doña Bertha.