/ sábado 13 de febrero de 2021

Alto Poder | AMLO volvió recargado del Covid-19

Esta semana, sorprendió el regreso a la vida pública del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien tras 14 días de confinamiento por dar positivo a covid 19, apareció repuesto y más que dispuesto a dictar los temas de la agencia nacional.

Desde que en 2013 López Obrador fue internado de emergencia por un problema cardiaco, pocas ocasiones ha requerido atención médica, o al menos no se ha sabido públicamente.

Empero, esta ocasión fue diferente porque el pasado lunes AMLO sorprendió al declarar que formaba parte de un protocolo para tratar a pacientes con síntomas menores de coronavirus, el cual se lleva a cabo en el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición “Salvador Zubirán”, uno de los mejores en Hispanoamérica, sin dar más detalles del asunto.

Al día siguiente, el Presidente de la República reveló que se trataba de un estudio en el que participaban unas 120 personas, que cualquiera podía participar, que él ya había dejado de tomar el medicamento, que recibió 300 pesos de apoyo, que le sacaron sangre para analizar el resultado y que seguía en observación.

Las declaraciones continuaron el miércoles. López Obrador respondió a quienes durante su convalecencia se dedicaron a expandir el rumor que está mal de sus facultades mentales. “Pues no, gozo de cabal salud”, respondió tajante a sus detractores el Primer Mandatario ante los reporteros asistentes a la “mañanera”.

Sin duda, el político tabasqueño ha demostrado que su principal fuente de salud es la cercanía con la gente, por eso se ha negado a cancelar por mucho tiempo sus recorridos por el país, a pesar del gran riesgo que corre de su salud en esta época de pandemia.

AMLO reveló que el aislamiento de 14 días le sirvió para refrendar sus convicciones, sus creencias y nunca dejó de trabajar, porque es un hombre acostumbrado a ello.

PESE A TODO, AMLO MANTIENE POPULARIDAD

Según la encuesta elaborada por la empresa México Elige, durante las dos semanas que el Presidente López Obrador estuvo fuera de los reflectores, su popularidad no cayó, sino al contrario subió, al pasar del 54.5 por ciento al 58 por ciento, la cifra más alta en los últimos 10 meses.

Durante los primeros dos años del gobierno de la 4T llama la atención que un político tan controvertido, con tantos seguidores como detractores, nunca haya bajado del 50 por ciento de aprobación.

La elección del próximo mes de junio, será la más dura prueba para el Presidente López Obrador y todo su plan de trabajo; además el pueblo podrá expresar su rechazo o apoyo a través de la consulta sobre la revocación de mandato. Ese día, de nada servirán las encuestas, porque el resultado será el principal y único aval de AMLO y su constante discurso sobre la transformación, el fin de la corrupción y la impunidad.

PARA ARNOLDO CABADA DE LA O

Cuando un periodista se interesa en hurgar por los diversos rincones del país, que ya han sido olvidados, entonces vienen grandes sorpresas.

Me a atrevo a preguntar si usted, que se encuentra en Chiapas o Quintana Roo, recientemente se ha preguntado ¿quién era Arnoldo Cabada de la O? Seguramente no lo hizo.

Ahora me permito recordarle que Arnoldo es un gran periodista quien, a pesar de su enorme talento, no ocupa las grandes columnas en los diarios nacionales.

Arnoldo Cabada no fue un nombre cotidiano, sino extraordinario por su labor altruista, su legado que deja y confío pronto será rescatado por una generación hambrienta por reencontrar ese viejo periodismo que se hacía en la calle y se imprimía en la radio, los diarios o semanarios.

Lamentablemente, me enteré que la muerte sorprendió a Arnoldo esta semana. Desde ahora y para siempre, su nombre quedará inscrito en el periodismo y empresariado en México.

Me atrevo a hacer tal afirmación, porque Arnoldo siempre fue un hombre que hizo respetar a los migrantes en el sur de los Estados Unidos, además tuvo una mano amiga para ayudar a sus connacionales.

Mientras en el centro de la República Mexicana se disputaban las ocho columnas de los periódicos, él luchaba a través de sus programas de televisión, para que la voz de los más desprotegidos tuviera un apartado especial.

Arnoldo fue mi amigo y compañero de andanzas periodísticas desde 1965, en aquel entonces pronunciar su nombre entre los migrantes era una lluvia de esperanza. Por si alguien lo olvidó, él ayudó y reunió a miles de familias a través de los medios de comunicación.

Sin duda su mayor legado queda en la formación de sus hijos Luis Arnoldo, Sergio, Jesús, Antonio, Héctor Armando y Manuel Alejandro quienes han continuado con la obra creativa de su padre que además lleva como condimento especial el amor y ayuda al prójimo.

Hace apenas una semana a través del teléfono lo escuchaba positivo y entusiasta como siempre. Hoy le digo: “Vuela alto querido amigo que Dios tiene para ti un lugar muy especial.”

Y hasta la próxima semana, en este mismo espacio.

manuelmejidot@gmail.com

Esta semana, sorprendió el regreso a la vida pública del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien tras 14 días de confinamiento por dar positivo a covid 19, apareció repuesto y más que dispuesto a dictar los temas de la agencia nacional.

Desde que en 2013 López Obrador fue internado de emergencia por un problema cardiaco, pocas ocasiones ha requerido atención médica, o al menos no se ha sabido públicamente.

Empero, esta ocasión fue diferente porque el pasado lunes AMLO sorprendió al declarar que formaba parte de un protocolo para tratar a pacientes con síntomas menores de coronavirus, el cual se lleva a cabo en el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición “Salvador Zubirán”, uno de los mejores en Hispanoamérica, sin dar más detalles del asunto.

Al día siguiente, el Presidente de la República reveló que se trataba de un estudio en el que participaban unas 120 personas, que cualquiera podía participar, que él ya había dejado de tomar el medicamento, que recibió 300 pesos de apoyo, que le sacaron sangre para analizar el resultado y que seguía en observación.

Las declaraciones continuaron el miércoles. López Obrador respondió a quienes durante su convalecencia se dedicaron a expandir el rumor que está mal de sus facultades mentales. “Pues no, gozo de cabal salud”, respondió tajante a sus detractores el Primer Mandatario ante los reporteros asistentes a la “mañanera”.

Sin duda, el político tabasqueño ha demostrado que su principal fuente de salud es la cercanía con la gente, por eso se ha negado a cancelar por mucho tiempo sus recorridos por el país, a pesar del gran riesgo que corre de su salud en esta época de pandemia.

AMLO reveló que el aislamiento de 14 días le sirvió para refrendar sus convicciones, sus creencias y nunca dejó de trabajar, porque es un hombre acostumbrado a ello.

PESE A TODO, AMLO MANTIENE POPULARIDAD

Según la encuesta elaborada por la empresa México Elige, durante las dos semanas que el Presidente López Obrador estuvo fuera de los reflectores, su popularidad no cayó, sino al contrario subió, al pasar del 54.5 por ciento al 58 por ciento, la cifra más alta en los últimos 10 meses.

Durante los primeros dos años del gobierno de la 4T llama la atención que un político tan controvertido, con tantos seguidores como detractores, nunca haya bajado del 50 por ciento de aprobación.

La elección del próximo mes de junio, será la más dura prueba para el Presidente López Obrador y todo su plan de trabajo; además el pueblo podrá expresar su rechazo o apoyo a través de la consulta sobre la revocación de mandato. Ese día, de nada servirán las encuestas, porque el resultado será el principal y único aval de AMLO y su constante discurso sobre la transformación, el fin de la corrupción y la impunidad.

PARA ARNOLDO CABADA DE LA O

Cuando un periodista se interesa en hurgar por los diversos rincones del país, que ya han sido olvidados, entonces vienen grandes sorpresas.

Me a atrevo a preguntar si usted, que se encuentra en Chiapas o Quintana Roo, recientemente se ha preguntado ¿quién era Arnoldo Cabada de la O? Seguramente no lo hizo.

Ahora me permito recordarle que Arnoldo es un gran periodista quien, a pesar de su enorme talento, no ocupa las grandes columnas en los diarios nacionales.

Arnoldo Cabada no fue un nombre cotidiano, sino extraordinario por su labor altruista, su legado que deja y confío pronto será rescatado por una generación hambrienta por reencontrar ese viejo periodismo que se hacía en la calle y se imprimía en la radio, los diarios o semanarios.

Lamentablemente, me enteré que la muerte sorprendió a Arnoldo esta semana. Desde ahora y para siempre, su nombre quedará inscrito en el periodismo y empresariado en México.

Me atrevo a hacer tal afirmación, porque Arnoldo siempre fue un hombre que hizo respetar a los migrantes en el sur de los Estados Unidos, además tuvo una mano amiga para ayudar a sus connacionales.

Mientras en el centro de la República Mexicana se disputaban las ocho columnas de los periódicos, él luchaba a través de sus programas de televisión, para que la voz de los más desprotegidos tuviera un apartado especial.

Arnoldo fue mi amigo y compañero de andanzas periodísticas desde 1965, en aquel entonces pronunciar su nombre entre los migrantes era una lluvia de esperanza. Por si alguien lo olvidó, él ayudó y reunió a miles de familias a través de los medios de comunicación.

Sin duda su mayor legado queda en la formación de sus hijos Luis Arnoldo, Sergio, Jesús, Antonio, Héctor Armando y Manuel Alejandro quienes han continuado con la obra creativa de su padre que además lleva como condimento especial el amor y ayuda al prójimo.

Hace apenas una semana a través del teléfono lo escuchaba positivo y entusiasta como siempre. Hoy le digo: “Vuela alto querido amigo que Dios tiene para ti un lugar muy especial.”

Y hasta la próxima semana, en este mismo espacio.

manuelmejidot@gmail.com