/ sábado 16 de enero de 2021

Alto poder | Desde Palacio Nacional apagaron el caso Cienfuegos

Todos desconocen cuál será la estrategia del gobierno de la Cuarta Transformación con la liberación de importantes funcionarios señalados de corruptos, a quienes persigue, captura, los extradita y luego los libera.

¿Alguien ha visto al exdirector de Pemex, Emilio Lozoya, acusado de participar en uno de los fraudes más descarados al pueblo mexicano con la compra de una planta chatarra a precios exorbitantes?

El exfuncionario de Peña Nieto fue buscado y detenido en España en febrero del año pasado, aceptó ser enviado a México en julio y jamás nadie lo ha visto. Apenas se supo que había llegado enfermo, por lo que fue hospitalizado y después, nada.

Según se reveló, Lozoya Austin se apegó a la figura de testigo protegido y comenzó a soltar un sinfín de nombres, entre ellos Luis Videgaray, Rosario Robles y varios otros exfuncionarios priistas.

Hasta el momento, nada se sabe de las pruebas acusatorias que habría entregado el ex director de Pemex, empero sí ha desatado gran escándalo entre quienes fueron sus compañeros de gabinete, porque el desvío de elevadas sumas de dinero para las campañas electorales de 2015 y 2018, cuando Morena comenzaba a tomar fuerza y el priismo sentía perdido el poder que apenas en 2012 había recuperado en las urnas.

Lozoya continúa en su ratonera desde que llegó a México, han circulado en redes sociales fotografías donde se le ve en grandes fiestas, acompañado de familiares y amigos, todos beneficiados por el peñanietismo.

Sin embargo, la mamá de Lozoya, la señora Gilda Austin y Solís, continúa detenida por lo que hizo su hijo y, que según las autoridades, colaboró en el desvío de millones de dólares para la compra de varios inmuebles en México y el extranjero.

CÓMO APAGAR EL CASO CIENFUEGOS

Otro asunto de impotencia social por la injusticia que representa fue la exoneración del ex secretario de la Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos, detenido en Estados Unidos

Al Cienfuegos, las autoridades estadounidenses lo aprehendieron en el aeropuerto de Miami en octubre del año pasado, acusado de proteger a cárteles de la droga, también durante la administración del ex presidente Peña Nieto.

Días después, Cienfuegos provocó un descontentó entre Palacio Nacional y la Casa Blanca, porque dentro de los acuerdos entre ambas naciones está la obligación de informar a las autoridades del otro país, en caso de investigar a un alto funcionario y más aún si fue secretario de la Defensa Nacional.

Ante la queja interpuesta por la Secretaría de Relaciones Exteriores, la administración de Donald Trump decidió enviarlo a México. Ese día el Presidente de la República pidió confiar en los jueces mexicanos, quienes enjuiciarían debidamente a Cienfuegos.

Cienfuegos fue enviado a nuestro país a los pocos días, llegó al aeropuerto de Toluca donde se informó que era investigado por la justicia mexicana pero se le permitió ir a su casa. Así, sin más ni menos.

El pasado jueves, la Fiscalía General de la República, que encabeza Alejandro Gertz Manero, se limitó a publicar en Twitter:

“Luego de analizar los elementos probatorios enviados por las autoridades norteamericanas y los aportados por el Gral Salvador Cienfuegos; la #FGR concluyó que él no sostuvo encuentro ni comunicación con grupo delictivo alguno. Por lo que se determinó no ejercer acción penal.”

Así de simple la autoridad justificó todo el escándalo mediático que generó la aprehensión del general Cienfuegos.

UNA MANCHA PARA LA JUSTICIA MEXICANA: DEA

Sobre este asunto, hablé con Mike Vigil, ex director de operaciones de la DEA, quien me dijo que no era de sorprender la decisión de la Fiscalía mexicana y que sí, en cambio, es una mancha para la justicia nacional y al pueblo que espera ver a quienes abusaron del poder, tras las rejas.

Durante la conferencia matutina, el presidente López Obrador acusó a la DEA de fabricar delitos contra el exsecretario, de actuar con ligereza y con muy poco profesionalismo. Así se defendió desde Palacio Nacional a Cienfuegos.

Empero, el 19 de noviembre, el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, dijo que sería “casi suicida” no hacer nada contra el general y ahora, para defenderse, dio una larga explicación responsabilizando a los estadounidenses de los errores.

Incluso, para lavar sus culpas dijeron que darían a conocer la investigación contra Cienfuegos, lo cual pondría en riesgo la relación con Washington que, por su parte, adelantó que podría reabrir el caso del ex funcionario mexicano.

Esta ocasión la 4T se metió en un gran conflicto con los ciudadanos, porque advertían la posibilidad de que el ex secretario fuera enjuiciado por los abusos que presuntamente cometió.

Aún falta por saber qué ocurre con Rosario Robles y Genaro García Luna, uno de los peores funcionarios del panismo, quien es poco probable que libre la prisión porque ahí sí es el gobierno de la Unión Americana el que lo sentó en el banquillo de los acusados.

Y hasta la próxima semana, en este mismo espacio.

manuelmejidot@gmail.com

Todos desconocen cuál será la estrategia del gobierno de la Cuarta Transformación con la liberación de importantes funcionarios señalados de corruptos, a quienes persigue, captura, los extradita y luego los libera.

¿Alguien ha visto al exdirector de Pemex, Emilio Lozoya, acusado de participar en uno de los fraudes más descarados al pueblo mexicano con la compra de una planta chatarra a precios exorbitantes?

El exfuncionario de Peña Nieto fue buscado y detenido en España en febrero del año pasado, aceptó ser enviado a México en julio y jamás nadie lo ha visto. Apenas se supo que había llegado enfermo, por lo que fue hospitalizado y después, nada.

Según se reveló, Lozoya Austin se apegó a la figura de testigo protegido y comenzó a soltar un sinfín de nombres, entre ellos Luis Videgaray, Rosario Robles y varios otros exfuncionarios priistas.

Hasta el momento, nada se sabe de las pruebas acusatorias que habría entregado el ex director de Pemex, empero sí ha desatado gran escándalo entre quienes fueron sus compañeros de gabinete, porque el desvío de elevadas sumas de dinero para las campañas electorales de 2015 y 2018, cuando Morena comenzaba a tomar fuerza y el priismo sentía perdido el poder que apenas en 2012 había recuperado en las urnas.

Lozoya continúa en su ratonera desde que llegó a México, han circulado en redes sociales fotografías donde se le ve en grandes fiestas, acompañado de familiares y amigos, todos beneficiados por el peñanietismo.

Sin embargo, la mamá de Lozoya, la señora Gilda Austin y Solís, continúa detenida por lo que hizo su hijo y, que según las autoridades, colaboró en el desvío de millones de dólares para la compra de varios inmuebles en México y el extranjero.

CÓMO APAGAR EL CASO CIENFUEGOS

Otro asunto de impotencia social por la injusticia que representa fue la exoneración del ex secretario de la Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos, detenido en Estados Unidos

Al Cienfuegos, las autoridades estadounidenses lo aprehendieron en el aeropuerto de Miami en octubre del año pasado, acusado de proteger a cárteles de la droga, también durante la administración del ex presidente Peña Nieto.

Días después, Cienfuegos provocó un descontentó entre Palacio Nacional y la Casa Blanca, porque dentro de los acuerdos entre ambas naciones está la obligación de informar a las autoridades del otro país, en caso de investigar a un alto funcionario y más aún si fue secretario de la Defensa Nacional.

Ante la queja interpuesta por la Secretaría de Relaciones Exteriores, la administración de Donald Trump decidió enviarlo a México. Ese día el Presidente de la República pidió confiar en los jueces mexicanos, quienes enjuiciarían debidamente a Cienfuegos.

Cienfuegos fue enviado a nuestro país a los pocos días, llegó al aeropuerto de Toluca donde se informó que era investigado por la justicia mexicana pero se le permitió ir a su casa. Así, sin más ni menos.

El pasado jueves, la Fiscalía General de la República, que encabeza Alejandro Gertz Manero, se limitó a publicar en Twitter:

“Luego de analizar los elementos probatorios enviados por las autoridades norteamericanas y los aportados por el Gral Salvador Cienfuegos; la #FGR concluyó que él no sostuvo encuentro ni comunicación con grupo delictivo alguno. Por lo que se determinó no ejercer acción penal.”

Así de simple la autoridad justificó todo el escándalo mediático que generó la aprehensión del general Cienfuegos.

UNA MANCHA PARA LA JUSTICIA MEXICANA: DEA

Sobre este asunto, hablé con Mike Vigil, ex director de operaciones de la DEA, quien me dijo que no era de sorprender la decisión de la Fiscalía mexicana y que sí, en cambio, es una mancha para la justicia nacional y al pueblo que espera ver a quienes abusaron del poder, tras las rejas.

Durante la conferencia matutina, el presidente López Obrador acusó a la DEA de fabricar delitos contra el exsecretario, de actuar con ligereza y con muy poco profesionalismo. Así se defendió desde Palacio Nacional a Cienfuegos.

Empero, el 19 de noviembre, el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, dijo que sería “casi suicida” no hacer nada contra el general y ahora, para defenderse, dio una larga explicación responsabilizando a los estadounidenses de los errores.

Incluso, para lavar sus culpas dijeron que darían a conocer la investigación contra Cienfuegos, lo cual pondría en riesgo la relación con Washington que, por su parte, adelantó que podría reabrir el caso del ex funcionario mexicano.

Esta ocasión la 4T se metió en un gran conflicto con los ciudadanos, porque advertían la posibilidad de que el ex secretario fuera enjuiciado por los abusos que presuntamente cometió.

Aún falta por saber qué ocurre con Rosario Robles y Genaro García Luna, uno de los peores funcionarios del panismo, quien es poco probable que libre la prisión porque ahí sí es el gobierno de la Unión Americana el que lo sentó en el banquillo de los acusados.

Y hasta la próxima semana, en este mismo espacio.

manuelmejidot@gmail.com