Comúnmente, tenemos la idea que podemos hacer las cosas siempre de la misma manera y que no existen otras formas de hacer siempre lo mismo.
Pero, si exploramos otras posibilidades para recrear o transformar la forma como elaboramos las cosas, nos daremos cuenta que este es un proceso de enseñanza- aprendizaje.
Por supuesto, que usted deberá atreverse a cambiar las formas de hacer las cosas, es decir a cambiar la rutina y romper con esquemas monótonos.
Esto significa aprender a desaprender, es dejar de hacer lo mismo de la misma manera. Es decir, encontrar o descubrir que existen otros caminos que permiten llegar al mismo lugar, dejando las limitaciones que comúnmente tenemos, por otras que no hemos experimentado.
Recordemos que aprendemos automáticamente desde el momento de nacer.
De tal forma, que todo en la vida es un constante aprendizaje en donde voluntaria o involuntariamente, el ambiente y el entorno nos motiva a adoptar nuevas ideas y nuevas habilidades, para “desaprender”, lo cual podría ser contradictorio, pero la idea fundamental de desaprender, es independizarse de conceptos o ideas que se inculcan en la vida y en el entorno de una persona.
Pero no es nada fácil, ya que cambiar de creencias y las costumbres adquiridas, es algo muy complejo, sobre todo cuando éstas se admiten, como las únicas que existen, sin embargo en la mayoría de los casos, desaprender no solo es necesario y útil, si no también comprensible ya que, al ensayar nuevas formas de aprender, se alcanzan nuevas metas.
Aunque parezca trabalenguas, el desaprender, también significa aprender y volver a reaprender.
También no podemos olvidar que, en el proceso del aprendizaje, por supuesto que llegaremos a equivocarnos.
En tiempos de informática y conectividad, aprender cosas o temas nuevos, podría ser complicado cuando pretendemos saberlo todo, en especial frente a escenarios de cambios y evoluciones constantes. Así que, podríamos correr el riesgo de quedarnos anticuados y/o arcaicos.
Lo más recomendable es explorar nuestra forma de pensar y las interpretaciones para comprender una determinada situación.
Por consiguiente, es transformar la forma de observar, lo que parece el mismo problema y escuchar, todo aquello que no se dice.
Que extraño suena todo esto, pero es importante observar y escuchar, lo cual implica desarrollar nuevas capacidades de actuar para lograr un resultado diferente.
Desaprender es hacer simplemente un esfuerzo consciente para “desconocer” patrones establecidos, abandonando zonas de comodidad intelectual; es decir salir del estado de confort, en el que nos encontramos.
Por otra parte “Reaprender” es una tendencia de actualizarse para reintegrar y reincorporar nuevas conexiones, de esta forma adquirimos nuevos hábitos intelectuales, que nos ayudan al crecimiento personal.
Pero no olvide, que es necesario apoyarse en un recurso muy importante: la confianza en uno mismo y en los demás.
Será el momento de mirar desde otro ángulo y encontrar ideas, que no habíamos tenido, para llegar a ellas, por caminos no frecuentados.
Recordemos que los conocimientos fincados en prejuicios, se pueden convertir en lastres; de ahí que innovar también es “aprender a desaprender” para construir algo nuevo utilizando las ideas y la imaginación.
Es crear y formular estrategias diferentes, para resolver los problemas, solo así tendremos emociones positivas, al mismo tiempo es una forma saludable de eliminar pensamientos gravosos, que nos impiden disfrutar del momento presente.
Las empresas más competitivas, recomiendan a sus empleados y directivos, un cambio de mentalidad para enfocar nuevas estructuras; porque si no hacen un cambio de mentalidad, corren el riesgo de quedarse como individuos ineficientes, obsoletos, inoperantes y aburridos.
Además, podrían ser remplazados por personal, que trae nuevas propuestas, con una visión de capacidad de cambio, con nuevas fórmulas organizativas y nuevos modelos laborales.
Porque sin duda para “aprender es necesario desaprender”. Es decir, debemos “vaciar” nuestra mente; identificar y poner en duda las creencias, ideas y conocimientos previos que nos impiden comprender y aceptar nuevas informaciones.
Porque, si tenemos un vaso lleno de agua y queremos poner otra debida en él, primero tendremos que vaciarlo.
¿Sera cierto?