/ lunes 29 de marzo de 2021

Cuaresma electoral

Las campañas electorales van a empezar en unos cuantos días. Estamos en plena cuaresma y aún no pueden los candidatos, ni las dirigencias de los partidos políticos decir una sola palabra que tenga como intención la promoción de los candidatos, plataformas electorales y/o invitar al voto. Las reglas son claras, quien no las atiende se perderá de estar en la boleta electoral ya que simular una campaña social, jurídica y/o empresarial implica una promoción indebida de los candidatos y partidos políticos convirtiéndose en un delito electoral.

Los gobiernos federal, estatal y municipal deberán suspender la promoción de la obra pública, no podrán inaugurar oficialmente ni mandar comunicados sobre la entrega de las carreteras, trenes, ciclovías, monumentos, es más, no podrán siquiera mencionar que van a pavimentar una calle o destapar una coladera de agua, se fincaran cargos de responsabilidad en materia electoral y deberán ser atendido por la ahora Fiscalía Electoral (FEDE) que anteriormente se conocía como la Fiscalía para Atención de Delitos Electorales (FEPADE).

En esta ocasión, se ha mencionado que es la elección más grande de la historia de México, 15 gubernaturas, cientos de diputados locales, 500 diputados del Congreso de la Unión, Ayuntamientos, sindicaturas y autoridades electorales a lo largo y ancho del país estarán en las millones de las boletas electorales que serán testigos mudos y visuales de la participación ciudadana.

Los registros de candidaturas han terminado, ya que el próximo 4 de abril iniciarán las campañas a diputados federales y en el caso de los chihuahuenses estaremos iniciando las campañas de gobernador de los diferentes partidos políticos. Hay incertidumbre en quién será el ganador, todos empiezan desde cero y la contienda se antoja de gran calado. Los chihuahuenses saldremos a votar conscientes que es a través de la participación ciudadana y del voto que podemos decidir el México que queremos.

En el momento actual estamos en un proceso de intercampañas, los mensajes a los militantes y simpatizantes han pasado. Los partidos políticos han realizado una serie de enroques de jugadas para promover a sus candidatos, han saturado con mensajes la ciudad, otros con pintas en bardas, unos más con gastos millonarios en espectaculares y movilizando estructuras que están dolidas por las promesas incumplidas de anteriores procesos y campañas.

Mientras esto pasa, los institutos electorales, como el INE buscan que se cumpla lo que dice la ley sobre las candidaturas, sin embargo, han sido señaladas (estas instituciones) por la parte afectada como un punto de quiebre para favorecer a otras opciones. Sin embargo, el principio básico de la democracia se basa en el respeto de las leyes y quien no la cumpla pues se atiene a las consecuencias. La palabra final la tendrá el órgano jurisdiccional que tome en sus manos el destino de candidaturas canceladas por violar las normas de transparencia y rendición de cuentas.

Faltan menos de 70 días para el gran día de la jornada electoral, los candidatos y partidos buscarán el voto de los ciudadanos. Existirán en las manos del ciudadano la posibilidad de elegir a quien represente los intereses de la sociedad, pero lo más importante es que son los ciudadanos quienes deben empoderarse para elegir las ofertas políticas y electorales que los representen. El espacio de reflexión será sólo de tres días antes de la elección. En ese tiempo, el ciudadano podrá valorar en qué sentido estará su voto en cada una de las cinco boletas que tendremos en nuestras manos los electores.

Las encuestas serán un arma de dos filos, unas propondrán influir en los electores, otras propondrán una estrategia de posicionamiento y otras más buscarán el caos en los electores. Debemos aprender a discernir sobre cuáles son las que nos conviene analizar y sobre todo, que las encuestas no sean el factor del voto sino la propuesta de los candidatos y candidatas. La verdadera encuesta es el 6 de junio.

En conclusión, tendremos un demoledor proceso electoral, lleno de sorpresas, corto en duración en lo formal, largo en lo material. Muchas opciones de partidos políticos, aunado a la guerra sucia que sacará lo peor de los actores que se mezclen y presten a esas estrategias de denigración personal. El papel del ciudadano es evaluar, conocer a los candidatos y tomar una decisión que está en sus manos el próximo 6 de junio.

Las campañas electorales van a empezar en unos cuantos días. Estamos en plena cuaresma y aún no pueden los candidatos, ni las dirigencias de los partidos políticos decir una sola palabra que tenga como intención la promoción de los candidatos, plataformas electorales y/o invitar al voto. Las reglas son claras, quien no las atiende se perderá de estar en la boleta electoral ya que simular una campaña social, jurídica y/o empresarial implica una promoción indebida de los candidatos y partidos políticos convirtiéndose en un delito electoral.

Los gobiernos federal, estatal y municipal deberán suspender la promoción de la obra pública, no podrán inaugurar oficialmente ni mandar comunicados sobre la entrega de las carreteras, trenes, ciclovías, monumentos, es más, no podrán siquiera mencionar que van a pavimentar una calle o destapar una coladera de agua, se fincaran cargos de responsabilidad en materia electoral y deberán ser atendido por la ahora Fiscalía Electoral (FEDE) que anteriormente se conocía como la Fiscalía para Atención de Delitos Electorales (FEPADE).

En esta ocasión, se ha mencionado que es la elección más grande de la historia de México, 15 gubernaturas, cientos de diputados locales, 500 diputados del Congreso de la Unión, Ayuntamientos, sindicaturas y autoridades electorales a lo largo y ancho del país estarán en las millones de las boletas electorales que serán testigos mudos y visuales de la participación ciudadana.

Los registros de candidaturas han terminado, ya que el próximo 4 de abril iniciarán las campañas a diputados federales y en el caso de los chihuahuenses estaremos iniciando las campañas de gobernador de los diferentes partidos políticos. Hay incertidumbre en quién será el ganador, todos empiezan desde cero y la contienda se antoja de gran calado. Los chihuahuenses saldremos a votar conscientes que es a través de la participación ciudadana y del voto que podemos decidir el México que queremos.

En el momento actual estamos en un proceso de intercampañas, los mensajes a los militantes y simpatizantes han pasado. Los partidos políticos han realizado una serie de enroques de jugadas para promover a sus candidatos, han saturado con mensajes la ciudad, otros con pintas en bardas, unos más con gastos millonarios en espectaculares y movilizando estructuras que están dolidas por las promesas incumplidas de anteriores procesos y campañas.

Mientras esto pasa, los institutos electorales, como el INE buscan que se cumpla lo que dice la ley sobre las candidaturas, sin embargo, han sido señaladas (estas instituciones) por la parte afectada como un punto de quiebre para favorecer a otras opciones. Sin embargo, el principio básico de la democracia se basa en el respeto de las leyes y quien no la cumpla pues se atiene a las consecuencias. La palabra final la tendrá el órgano jurisdiccional que tome en sus manos el destino de candidaturas canceladas por violar las normas de transparencia y rendición de cuentas.

Faltan menos de 70 días para el gran día de la jornada electoral, los candidatos y partidos buscarán el voto de los ciudadanos. Existirán en las manos del ciudadano la posibilidad de elegir a quien represente los intereses de la sociedad, pero lo más importante es que son los ciudadanos quienes deben empoderarse para elegir las ofertas políticas y electorales que los representen. El espacio de reflexión será sólo de tres días antes de la elección. En ese tiempo, el ciudadano podrá valorar en qué sentido estará su voto en cada una de las cinco boletas que tendremos en nuestras manos los electores.

Las encuestas serán un arma de dos filos, unas propondrán influir en los electores, otras propondrán una estrategia de posicionamiento y otras más buscarán el caos en los electores. Debemos aprender a discernir sobre cuáles son las que nos conviene analizar y sobre todo, que las encuestas no sean el factor del voto sino la propuesta de los candidatos y candidatas. La verdadera encuesta es el 6 de junio.

En conclusión, tendremos un demoledor proceso electoral, lleno de sorpresas, corto en duración en lo formal, largo en lo material. Muchas opciones de partidos políticos, aunado a la guerra sucia que sacará lo peor de los actores que se mezclen y presten a esas estrategias de denigración personal. El papel del ciudadano es evaluar, conocer a los candidatos y tomar una decisión que está en sus manos el próximo 6 de junio.