/ jueves 13 de mayo de 2021

Cuide su voto, no elija mentiras.

Aún no decide si acudirá a votar? No sabe por cuál partido o candidato votar? Un consejo útil es decidirse a votar por aquellas o aquellos candidatos que propongan alternativas de solución factibles, que se puedan concretar. Evite votar por soluciones mágicas, por propuestas vacías, no vote por mentiras.

Nuestro país, estado y ciudad enfrentar atrasos en todos los rubros de interés público, la contingencia sanitaria ha sumado dificultades a las acciones públicas encaminadas a resolver problemas comunes. El Municipio de Juárez cargará deuda pública por los próximos 20 años por lo que reduce su rango de inversión, además el gasto de operación es muy elevado y los fondos federales están en vías de extinguirse, bajo esos condicionamientos, cómo dar respuesta a las exigencias sociales? La candidata o el candidato que quiera su voto debe hablar de frente y considerar por lo menos las dificultades financieras para plantear propuestas sustentables y evitar el engaño. En esta coyuntura las propuestas de campaña impactan la democracia.

Las propuestas de campaña dentro de un proceso electoral y el desarrollo en la consolidación de un sistema democrático se encuentran estrechamente relacionados, dado que, bajo la justificación de los principios de la participación de los ciudadanos en los asuntos públicos y la libertad de elección de sus representantes, las propuestas influyen como insumo para la toma de decisiones del mercado electoral. Ciudadanos y candidatos confluyen en una dinámica de libre intercambio en el que, mediante la persuasión política, se disputa la voluntad y el voto de la ciudadanía. Es precisamente en esta relación donde reside la trascendencia del estudio de las propuestas de campaña en escenarios regionales, ya que un análisis pertinente generará elementos para evaluar su impacto y cumplimiento.

Desde la academia, las propuestas de campaña se abordan, por lo menos, desde dos perspectivas: la vertiente utilitaria, la vertiente normativa y la vertiente sustentable. La primera de ellas es considerada como una herramienta para persuadir, movilizar recursos y lograr el posicionamiento en el mercado electoral del portafolio de candidatos y partidos políticos. Por utilitaria se entiende al comportamiento que se rige por los principios del individualismo y de la competencia. La discusión remite al fomento de la conducta que sigue la apuesta del “todo vale”. Con ello se produce el desplazamiento de la finalidad asociada al bien común, por los propósitos de la estricta realización de los intereses individuales, grupales y facciosos. Para el caso, una estrategia que busca los resultados inmediatos, en detrimento de lo sustantivo y del incentivo de la consolidación de prácticas democráticas.

Por su parte, a la vertiente sustentable se le percibe como alternativa para definir, diseñar, dar seguimiento y evaluar las propuestas de gobierno producto de las campañas electorales, desplegando una dinámica de accountability o rendición de cuentas. Lo “sustentable” considera la aceptación de que el proceso electoral implica, más que reglas, mecanismos de regulación de conductas y estrategias de alcance al corto plazo. En esta vertiente es necesario considerar negociaciones entre actores, ciudadanía e instituciones implicadas en un proceso socialmente construido por instancias que poseen capacidades de movilización de recursos distintos, así como influencias en diversos ámbitos de acción. Mediante esta dinámica se mantiene el objetivo de producir acciones de gobernanza que coadyuven con el Estado mexicano para mejorar la función electoral.

En la práctica, cómo diferenciar entre propuestas utilitarias y sustentables? Recordemos que en el lejano 2007 un candidato basó su campaña en la promesa de pavimentar todas las calles de la ciudad. A todas luces el candidato bajo comento no tenía idea de la inversión financiera y de otros recursos necesarios para lograr el cometido, su intención fue llamar la atención, manipular al electorado mediante soluciones mágicas al problema de la mala calidad de las vías de tránsito en Ciudad Juárez, además perdió la elección y no hubo manera de comprobar su apuesta.

En el actual proceso electoral, un punto de debate es la segunda ruta troncal. Varias y varios candidatos se han expresado en el sentido de la innegable necesidad de esa obra, si bien es cierto que requiere de mejor planeación y de incorporar a la sociedad en ese tipo de decisiones. He ahí una prueba de una propuesta sustentable, acorde a las necesidades y a los recursos disponibles. A pesar de lo atractivo para la crítica y para ganar un par de votantes, nadie ha propuesto la cancelación de la BRT2.

Si requiere de más y mejor información para diferenciar entre las candidatas y candidatos que buscan engañar de los que proponen con justificación revise los foros del Seminario permanente de Estudios Electorales. No se deje engañar!

Aún no decide si acudirá a votar? No sabe por cuál partido o candidato votar? Un consejo útil es decidirse a votar por aquellas o aquellos candidatos que propongan alternativas de solución factibles, que se puedan concretar. Evite votar por soluciones mágicas, por propuestas vacías, no vote por mentiras.

Nuestro país, estado y ciudad enfrentar atrasos en todos los rubros de interés público, la contingencia sanitaria ha sumado dificultades a las acciones públicas encaminadas a resolver problemas comunes. El Municipio de Juárez cargará deuda pública por los próximos 20 años por lo que reduce su rango de inversión, además el gasto de operación es muy elevado y los fondos federales están en vías de extinguirse, bajo esos condicionamientos, cómo dar respuesta a las exigencias sociales? La candidata o el candidato que quiera su voto debe hablar de frente y considerar por lo menos las dificultades financieras para plantear propuestas sustentables y evitar el engaño. En esta coyuntura las propuestas de campaña impactan la democracia.

Las propuestas de campaña dentro de un proceso electoral y el desarrollo en la consolidación de un sistema democrático se encuentran estrechamente relacionados, dado que, bajo la justificación de los principios de la participación de los ciudadanos en los asuntos públicos y la libertad de elección de sus representantes, las propuestas influyen como insumo para la toma de decisiones del mercado electoral. Ciudadanos y candidatos confluyen en una dinámica de libre intercambio en el que, mediante la persuasión política, se disputa la voluntad y el voto de la ciudadanía. Es precisamente en esta relación donde reside la trascendencia del estudio de las propuestas de campaña en escenarios regionales, ya que un análisis pertinente generará elementos para evaluar su impacto y cumplimiento.

Desde la academia, las propuestas de campaña se abordan, por lo menos, desde dos perspectivas: la vertiente utilitaria, la vertiente normativa y la vertiente sustentable. La primera de ellas es considerada como una herramienta para persuadir, movilizar recursos y lograr el posicionamiento en el mercado electoral del portafolio de candidatos y partidos políticos. Por utilitaria se entiende al comportamiento que se rige por los principios del individualismo y de la competencia. La discusión remite al fomento de la conducta que sigue la apuesta del “todo vale”. Con ello se produce el desplazamiento de la finalidad asociada al bien común, por los propósitos de la estricta realización de los intereses individuales, grupales y facciosos. Para el caso, una estrategia que busca los resultados inmediatos, en detrimento de lo sustantivo y del incentivo de la consolidación de prácticas democráticas.

Por su parte, a la vertiente sustentable se le percibe como alternativa para definir, diseñar, dar seguimiento y evaluar las propuestas de gobierno producto de las campañas electorales, desplegando una dinámica de accountability o rendición de cuentas. Lo “sustentable” considera la aceptación de que el proceso electoral implica, más que reglas, mecanismos de regulación de conductas y estrategias de alcance al corto plazo. En esta vertiente es necesario considerar negociaciones entre actores, ciudadanía e instituciones implicadas en un proceso socialmente construido por instancias que poseen capacidades de movilización de recursos distintos, así como influencias en diversos ámbitos de acción. Mediante esta dinámica se mantiene el objetivo de producir acciones de gobernanza que coadyuven con el Estado mexicano para mejorar la función electoral.

En la práctica, cómo diferenciar entre propuestas utilitarias y sustentables? Recordemos que en el lejano 2007 un candidato basó su campaña en la promesa de pavimentar todas las calles de la ciudad. A todas luces el candidato bajo comento no tenía idea de la inversión financiera y de otros recursos necesarios para lograr el cometido, su intención fue llamar la atención, manipular al electorado mediante soluciones mágicas al problema de la mala calidad de las vías de tránsito en Ciudad Juárez, además perdió la elección y no hubo manera de comprobar su apuesta.

En el actual proceso electoral, un punto de debate es la segunda ruta troncal. Varias y varios candidatos se han expresado en el sentido de la innegable necesidad de esa obra, si bien es cierto que requiere de mejor planeación y de incorporar a la sociedad en ese tipo de decisiones. He ahí una prueba de una propuesta sustentable, acorde a las necesidades y a los recursos disponibles. A pesar de lo atractivo para la crítica y para ganar un par de votantes, nadie ha propuesto la cancelación de la BRT2.

Si requiere de más y mejor información para diferenciar entre las candidatas y candidatos que buscan engañar de los que proponen con justificación revise los foros del Seminario permanente de Estudios Electorales. No se deje engañar!