/ lunes 25 de febrero de 2019

Cumbre contra la Pederastia, Iglesia en acción

Ayer concluyó en el Vaticano el sínodo denominado “La Protección de los niños en la Iglesia”, llamado también “Cumbre contra la Pederastia”. El Sínodo es una asamblea de obispos que representa al episcopado católico y tiene como tarea ayudar al Papa en el gobierno de la Iglesia universal dándole su consejo.

Cabe recordar que esta es la primera vez en que se convoca a un sínodo de tal naturaleza, donde el Papa habla tan directo un asunto tan delicado como es el abuso sexual a los niños dentro de la iglesia.

Así, mientras que los seguidores del Papa lo aplauden, sus detractores señalan el supuesto escándalo en el que el propio pontífice a sumido a la iglesia que representa y debe defender y no exponer, y algunos otros por no cumplir con sus expectativas en relación a los trabajos del sínodo.

La cumbre dio inicio con la solicitud del Papa pidiendo a los ahí congregados pedir la inspiración del Espíritu Santo para obtener buenos resultados. Tuvo una duración de tres días y concluyó apenas ayer, con un mensaje del Papa Francisco, que gusto a muchos, y desilusionó a otros.

En su alocución inicial su Santidad entre otras cosas mencionó “debemos atender el grito de los niños que piden justicia”, pues dijo es necesario que se de respuesta concreta a este problema, de manera literal dijo: "Ante el flagelo del abuso sexual cometido por hombres de la Iglesia contra menores de edad, acudo a ustedes", dijo Francisco a los obispos reunidos y a los jefes de las órdenes religiosas. Y les pidió que "escuchen el grito de los pequeños que piden justicia".

Durante el sínodo los obispos escucharon el relato de historias de dolor y terror narrado por algunas victimas del abuso. Luego en deliberaciones entregadas al Papa Francisco, dejaron claro su compromiso de luchar y combatir esta plaga que flagela a la Iglesia. En su mensaje el Papa Francisco se dirigió a si a todas las autoridades de la iglesia: “Hago un sentido llamamiento a la lucha contra el abuso de menores en todos los ámbitos, tanto en el ámbito sexual como en otros, por parte de todas las autoridades y de todas las personas, porque se trata de crímenes abominables que hay que extirpar de la faz de la Tierra”, subrayó.

Además, también mencionó que: “La inhumanidad de los abusos es todavía más grave y más escandalosa en la Iglesia, porque contrasta con su autoridad moral y su credibilidad ética. El consagrado, elegido por Dios para guiar las almas a la salvación, se deja subyugar por su fragilidad humana, o por su enfermedad, convirtiéndose en instrumento de satanás”.

De entre las 21 medidas, o puntos a tratar durante el sínodo, los más relevantes según la suscrita fueron los siguientes:

Elaborar un vademécum práctico en el que se especifiquen los pasos a seguir por la autoridad en todos los momentos clave de la aparición de un caso.

Informar a las autoridades civiles y a las autoridades eclesiásticas superiores de acuerdo con las normas civiles y canónicas.

Acompañar, proteger y atender a las víctimas, ofreciéndoles todo el apoyo necesario para su completa sanación.

Quiero concluir señalando que la responsabilidad de estas aberrantes acciones si bien es responsabilidad de quien las comete, también es responsabilidad de los feligreses, pues jamás debemos de perder de vista a nuestros hijos.

El compromiso hecho por el Papa en esta cumbre es claro, apoyo total a las víctimas, no dejara dudas al aire, ni oportunidad de ocultar información, por lo que se trabajara en el manual práctico instruyendo cada paso a seguir cuando se presente un caso.

Debemos denunciar ante la autoridad del conocimiento de cualquier abuso sexual contra los niños, en el entendido de que de esta forma podemos combatir con seriedad el abuso y además mejorar la imagen de la iglesia tan afectada en su credibilidad, para que no se sigan cometiendo, o en su caso, para que se esclarezca en caso de ser falso.

M.C. Daniela Morales Ruiz

Periodista y abogada

danielamoralesruiz@hotmail.com

Ayer concluyó en el Vaticano el sínodo denominado “La Protección de los niños en la Iglesia”, llamado también “Cumbre contra la Pederastia”. El Sínodo es una asamblea de obispos que representa al episcopado católico y tiene como tarea ayudar al Papa en el gobierno de la Iglesia universal dándole su consejo.

Cabe recordar que esta es la primera vez en que se convoca a un sínodo de tal naturaleza, donde el Papa habla tan directo un asunto tan delicado como es el abuso sexual a los niños dentro de la iglesia.

Así, mientras que los seguidores del Papa lo aplauden, sus detractores señalan el supuesto escándalo en el que el propio pontífice a sumido a la iglesia que representa y debe defender y no exponer, y algunos otros por no cumplir con sus expectativas en relación a los trabajos del sínodo.

La cumbre dio inicio con la solicitud del Papa pidiendo a los ahí congregados pedir la inspiración del Espíritu Santo para obtener buenos resultados. Tuvo una duración de tres días y concluyó apenas ayer, con un mensaje del Papa Francisco, que gusto a muchos, y desilusionó a otros.

En su alocución inicial su Santidad entre otras cosas mencionó “debemos atender el grito de los niños que piden justicia”, pues dijo es necesario que se de respuesta concreta a este problema, de manera literal dijo: "Ante el flagelo del abuso sexual cometido por hombres de la Iglesia contra menores de edad, acudo a ustedes", dijo Francisco a los obispos reunidos y a los jefes de las órdenes religiosas. Y les pidió que "escuchen el grito de los pequeños que piden justicia".

Durante el sínodo los obispos escucharon el relato de historias de dolor y terror narrado por algunas victimas del abuso. Luego en deliberaciones entregadas al Papa Francisco, dejaron claro su compromiso de luchar y combatir esta plaga que flagela a la Iglesia. En su mensaje el Papa Francisco se dirigió a si a todas las autoridades de la iglesia: “Hago un sentido llamamiento a la lucha contra el abuso de menores en todos los ámbitos, tanto en el ámbito sexual como en otros, por parte de todas las autoridades y de todas las personas, porque se trata de crímenes abominables que hay que extirpar de la faz de la Tierra”, subrayó.

Además, también mencionó que: “La inhumanidad de los abusos es todavía más grave y más escandalosa en la Iglesia, porque contrasta con su autoridad moral y su credibilidad ética. El consagrado, elegido por Dios para guiar las almas a la salvación, se deja subyugar por su fragilidad humana, o por su enfermedad, convirtiéndose en instrumento de satanás”.

De entre las 21 medidas, o puntos a tratar durante el sínodo, los más relevantes según la suscrita fueron los siguientes:

Elaborar un vademécum práctico en el que se especifiquen los pasos a seguir por la autoridad en todos los momentos clave de la aparición de un caso.

Informar a las autoridades civiles y a las autoridades eclesiásticas superiores de acuerdo con las normas civiles y canónicas.

Acompañar, proteger y atender a las víctimas, ofreciéndoles todo el apoyo necesario para su completa sanación.

Quiero concluir señalando que la responsabilidad de estas aberrantes acciones si bien es responsabilidad de quien las comete, también es responsabilidad de los feligreses, pues jamás debemos de perder de vista a nuestros hijos.

El compromiso hecho por el Papa en esta cumbre es claro, apoyo total a las víctimas, no dejara dudas al aire, ni oportunidad de ocultar información, por lo que se trabajara en el manual práctico instruyendo cada paso a seguir cuando se presente un caso.

Debemos denunciar ante la autoridad del conocimiento de cualquier abuso sexual contra los niños, en el entendido de que de esta forma podemos combatir con seriedad el abuso y además mejorar la imagen de la iglesia tan afectada en su credibilidad, para que no se sigan cometiendo, o en su caso, para que se esclarezca en caso de ser falso.

M.C. Daniela Morales Ruiz

Periodista y abogada

danielamoralesruiz@hotmail.com