/ martes 31 de marzo de 2020

Desafíos de la economía digital

En 1996, entre las principales empresas líderes del mercado global estaban General Electric, Shell, Coca Cola, Toyota y Novartis, pero 20 años después, desde el 2016, esos lugares los ocupan Apple, Microsoft, Amazon, Facebook y AT&T, entre otros. Los modelos de negocios han evolucionado y como parte del progreso ha surgido la economía digital que, como una de sus principales ventajas, les permite a los usuarios comprar y vender realizando una valoración inmediata de los productos y servicios, en donde la confianza entre comprador y vendedor ayuda a construir la reputación digital.

De acuerdo con McKinsey, a nivel global, las principales áreas de trabajo con mayor riesgo de ser automatizadas son: la hostelería (73%), el transporte (60%), las manufacturas (60%), la agricultura (57%), los servicios (51%), la minería (49%), la construcción (47%), el comercio (44%), las finanzas (43%), la salud (37%), la información (36%) y la educación (27%).

Cifras del Portulans Institute, en el Network Readiness Index 2019, indican qué países aprovechan más el uso de las tecnologías de la información y la comunicación para lograr un crecimiento sostenido, competitividad global y calidad de vida, y estos son Suecia (1), Singapur (2), Holanda (3), Noruega (4), Suiza (5), Estados Unidos (8), Alemania (9), Reino Unido (10), Canadá (14), Francia (18), España (25), Italia (34), China (41) y México (57), dentro de un ranking de 121 países; y los tres países que más utilizan la tecnología en América Latina son Chile, Uruguay y Costa Rica.

El grave problema que tiene México en cuanto a la infraestructura no tiene que ver con las calles y lugares públicos, que aunque de hecho sí es un problema muy serio, lo que está volviendo al país un lugar obsoleto para implementar nuevos modelos de negocios es el complicado acceso a internet de calidad debido a que actualmente es prácticamente la base para el correcto funcionamiento de redes de negocios, en donde podrían relacionarse personas, empresas y gobiernos de manera aislada en cuanto al contacto físico pero cercana para desenvolverse dentro de una economía colaborativa.

Hay una falsa idea de que el acceso a internet de calidad es común, pues a nivel global de alrededor de 7,500 millones de personas hay 4,000 millones que no tienen acceso a internet, lo que significa que el 53% de la población o un poco más de la mitad no acceden a redes digitales, y esto tiene un impacto negativo en el crecimiento de la economía y las ganancias de las empresas pues si la mitad de los potenciales consumidores no tienen acceso a internet entonces los negocios pierden a la mitad de sus potenciales consumidores.

Según Deloitte en investigaciones recientes, se estima que se generarían alrededor de 5 millones de puestos de trabajo en América Latina si las personas estuvieran conectadas al mismo nivel que en Estados Unidos o Europa, reduciría la pobreza extrema alrededor del 13% en países como México y, además, aumentaría el Producto Interno Bruto per cápita o ingreso por habitante hasta 600 dólares, esto gracias a que ahora con los diversos medios de comunicación e información, cualquier negocio local se convierte en global con unos cuantos clics.

Otro problema grave dentro de una economía digital es el marco regulatorio que aun cuenta con huecos legales e impedimentos para el buen funcionamiento tanto de los sistemas como de las personas, pues no solo hay que regular la estructura para asegurar el mejor desempeño posible sino que también hay que regular las actividades de quienes desarrollan labores dentro de un entorno digital y que, en la mayoría de los casos, no tienen definidos sus derechos y obligaciones en el mercado laboral.

Dentro del índice de desarrollo de gobierno digital, América Latina tiene una puntuación de 50.9, los países que integran la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos tienen una puntuación de 80.4 y el Reino Unido tiene una puntuación de 91.9, en una escala de 1 a 100 de acuerdo con estudios realizados por las Naciones Unidas en el 2016. La correcta implementación de un gobierno digital no solo haría más eficiente el funcionamiento de las estructuras públicas, sino que haría considerablemente más transparente a los gobiernos o menos corruptos, pero además podría facilitar la integración de microempresas de cualquier giro pero que estén utilizando herramientas digitales para su desarrollo.

Situación actual en México con relación al Covid-19

La situación que vive el mundo debido a la pandemia por el Covid-19 ha venido a dejar claro el pésimo funcionamiento de diversos organismos públicos, la enorme filtración del dinero que impacta en la falta de equipamiento para enfrentar problemas en el sector salud y lo obsoletos que están los métodos de trabajo en diversos aspectos que podrían mejorarse con el uso de plataformas digitales. La calidad en el servicio de internet es tan mala que hacer un examen a través de internet, para muchos alumnos, es complicado.

En 1996, entre las principales empresas líderes del mercado global estaban General Electric, Shell, Coca Cola, Toyota y Novartis, pero 20 años después, desde el 2016, esos lugares los ocupan Apple, Microsoft, Amazon, Facebook y AT&T, entre otros. Los modelos de negocios han evolucionado y como parte del progreso ha surgido la economía digital que, como una de sus principales ventajas, les permite a los usuarios comprar y vender realizando una valoración inmediata de los productos y servicios, en donde la confianza entre comprador y vendedor ayuda a construir la reputación digital.

De acuerdo con McKinsey, a nivel global, las principales áreas de trabajo con mayor riesgo de ser automatizadas son: la hostelería (73%), el transporte (60%), las manufacturas (60%), la agricultura (57%), los servicios (51%), la minería (49%), la construcción (47%), el comercio (44%), las finanzas (43%), la salud (37%), la información (36%) y la educación (27%).

Cifras del Portulans Institute, en el Network Readiness Index 2019, indican qué países aprovechan más el uso de las tecnologías de la información y la comunicación para lograr un crecimiento sostenido, competitividad global y calidad de vida, y estos son Suecia (1), Singapur (2), Holanda (3), Noruega (4), Suiza (5), Estados Unidos (8), Alemania (9), Reino Unido (10), Canadá (14), Francia (18), España (25), Italia (34), China (41) y México (57), dentro de un ranking de 121 países; y los tres países que más utilizan la tecnología en América Latina son Chile, Uruguay y Costa Rica.

El grave problema que tiene México en cuanto a la infraestructura no tiene que ver con las calles y lugares públicos, que aunque de hecho sí es un problema muy serio, lo que está volviendo al país un lugar obsoleto para implementar nuevos modelos de negocios es el complicado acceso a internet de calidad debido a que actualmente es prácticamente la base para el correcto funcionamiento de redes de negocios, en donde podrían relacionarse personas, empresas y gobiernos de manera aislada en cuanto al contacto físico pero cercana para desenvolverse dentro de una economía colaborativa.

Hay una falsa idea de que el acceso a internet de calidad es común, pues a nivel global de alrededor de 7,500 millones de personas hay 4,000 millones que no tienen acceso a internet, lo que significa que el 53% de la población o un poco más de la mitad no acceden a redes digitales, y esto tiene un impacto negativo en el crecimiento de la economía y las ganancias de las empresas pues si la mitad de los potenciales consumidores no tienen acceso a internet entonces los negocios pierden a la mitad de sus potenciales consumidores.

Según Deloitte en investigaciones recientes, se estima que se generarían alrededor de 5 millones de puestos de trabajo en América Latina si las personas estuvieran conectadas al mismo nivel que en Estados Unidos o Europa, reduciría la pobreza extrema alrededor del 13% en países como México y, además, aumentaría el Producto Interno Bruto per cápita o ingreso por habitante hasta 600 dólares, esto gracias a que ahora con los diversos medios de comunicación e información, cualquier negocio local se convierte en global con unos cuantos clics.

Otro problema grave dentro de una economía digital es el marco regulatorio que aun cuenta con huecos legales e impedimentos para el buen funcionamiento tanto de los sistemas como de las personas, pues no solo hay que regular la estructura para asegurar el mejor desempeño posible sino que también hay que regular las actividades de quienes desarrollan labores dentro de un entorno digital y que, en la mayoría de los casos, no tienen definidos sus derechos y obligaciones en el mercado laboral.

Dentro del índice de desarrollo de gobierno digital, América Latina tiene una puntuación de 50.9, los países que integran la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos tienen una puntuación de 80.4 y el Reino Unido tiene una puntuación de 91.9, en una escala de 1 a 100 de acuerdo con estudios realizados por las Naciones Unidas en el 2016. La correcta implementación de un gobierno digital no solo haría más eficiente el funcionamiento de las estructuras públicas, sino que haría considerablemente más transparente a los gobiernos o menos corruptos, pero además podría facilitar la integración de microempresas de cualquier giro pero que estén utilizando herramientas digitales para su desarrollo.

Situación actual en México con relación al Covid-19

La situación que vive el mundo debido a la pandemia por el Covid-19 ha venido a dejar claro el pésimo funcionamiento de diversos organismos públicos, la enorme filtración del dinero que impacta en la falta de equipamiento para enfrentar problemas en el sector salud y lo obsoletos que están los métodos de trabajo en diversos aspectos que podrían mejorarse con el uso de plataformas digitales. La calidad en el servicio de internet es tan mala que hacer un examen a través de internet, para muchos alumnos, es complicado.