/ lunes 13 de septiembre de 2021

Día Mundial del la Prevención del Suicidio

El 10 de septiembre es el Día Mundial de la Prevención del Suicidio, y las cifras son más que impactantes, ya que de acuerdo a la OMS cada 40 segundos alguien en el mundo se quita la vida, y es una estadística alarmante, tomando en cuenta que es la cuarta causa de muerte de jóvenes entre 15 a 19 años en todo el mundo.

Uno de los principales temas es la poca visibilidad que hay de temas relacionados a la salud mental debido al estigma que al día de hoy existe, lo cual no permite la concientización que hace tanta falta en temas como este, donde en vez de evitarlos y asustarnos, sea un motivo y oportunidad de educarnos.

Y siendo un tema que se debe de tomar con seriedad, la verdad es que en muchas ocasiones nos lo tomamos como juego, cuando alguien dice que se quiere morir o que ya no quiere seguir en este mundo, mientras que no lo es, son señales de alerta; como las siguientes: sentir culpa o vergüenza, como una carga para los demás, sensación de vacío, sin esperanza, atrapado o sin razón de vivir, sentirse extremadamente triste, ansioso, agitado o lleno de ira, con dolor insoportable (puede ser emocional y/o físico).

También hay que tomar en cuenta que no todos darán señales de alerta verbales sobre pensamientos suicidas, también habrá algunos que lo hagan por medio de sus acciones, por lo que es importante mantenernos en contacto con nuestros seres queridos, especialmente durante esta pandemia donde el aislamiento ha sido un factor determinante en el estado anímico de muchas personas lo cual podría manifestarse en señales de advertencia difíciles de reconocer.

De acuerdo a la psiquiatra Mónica Flores Ramos, es necesaria la identificación temprana, evaluación, gestión y seguimiento de las personas afectadas por pensamiento y comportamientos suicidas, al igual que es de suma importancia fomentar habilidades sociales y emocionales en adolescentes.

No existen las palabras correctas para decirle a alguien con pensamientos suicidas que no lo haga, porque nos es muy fácil decir “échale ganas”, lo cual solo perpetúa la idea de que con eso bastará para salir adelante y dejar de tener ese tipo de pensamientos, y refleja que en ese momento estamos hablando desde la poca empatía.

Yo como joven los invito a que a la primera señal de alerta acudamos con nuestros padres o a la persona que más confianza le tengamos, ya que parte de los estigmas dirigidos a la salud mental, es el hecho de querer buscar o asistir con ayuda profesional, ya que podemos llegar a pensar que el querer asistir a terapia es algo que se debe de hacer ya como última opción, cuando no es así; realmente puede llegar a ser benéfico para cualquier persona con este tipo de tendencias ya que cada caso es diferente y se le puede brindar el apoyo que requiere ya sea de forma psicológica o psiquiátrica en caso de ser necesario.

El Día Mundial de la Prevención del Suicidio, no se debería de quedar exclusivamente en un día en el compartimos publicaciones relacionadas a la salud mental pero el resto del año no nos importa, debería de ser un esfuerzo constante colectivo por informarnos y ofrecer nuestro apoyo cuando observemos algún cambio que pueda resultar preocupante en la gente que nos rodea, ya que tenderle la mano a quien lo necesita puede llegar a salvar su vida.



El 10 de septiembre es el Día Mundial de la Prevención del Suicidio, y las cifras son más que impactantes, ya que de acuerdo a la OMS cada 40 segundos alguien en el mundo se quita la vida, y es una estadística alarmante, tomando en cuenta que es la cuarta causa de muerte de jóvenes entre 15 a 19 años en todo el mundo.

Uno de los principales temas es la poca visibilidad que hay de temas relacionados a la salud mental debido al estigma que al día de hoy existe, lo cual no permite la concientización que hace tanta falta en temas como este, donde en vez de evitarlos y asustarnos, sea un motivo y oportunidad de educarnos.

Y siendo un tema que se debe de tomar con seriedad, la verdad es que en muchas ocasiones nos lo tomamos como juego, cuando alguien dice que se quiere morir o que ya no quiere seguir en este mundo, mientras que no lo es, son señales de alerta; como las siguientes: sentir culpa o vergüenza, como una carga para los demás, sensación de vacío, sin esperanza, atrapado o sin razón de vivir, sentirse extremadamente triste, ansioso, agitado o lleno de ira, con dolor insoportable (puede ser emocional y/o físico).

También hay que tomar en cuenta que no todos darán señales de alerta verbales sobre pensamientos suicidas, también habrá algunos que lo hagan por medio de sus acciones, por lo que es importante mantenernos en contacto con nuestros seres queridos, especialmente durante esta pandemia donde el aislamiento ha sido un factor determinante en el estado anímico de muchas personas lo cual podría manifestarse en señales de advertencia difíciles de reconocer.

De acuerdo a la psiquiatra Mónica Flores Ramos, es necesaria la identificación temprana, evaluación, gestión y seguimiento de las personas afectadas por pensamiento y comportamientos suicidas, al igual que es de suma importancia fomentar habilidades sociales y emocionales en adolescentes.

No existen las palabras correctas para decirle a alguien con pensamientos suicidas que no lo haga, porque nos es muy fácil decir “échale ganas”, lo cual solo perpetúa la idea de que con eso bastará para salir adelante y dejar de tener ese tipo de pensamientos, y refleja que en ese momento estamos hablando desde la poca empatía.

Yo como joven los invito a que a la primera señal de alerta acudamos con nuestros padres o a la persona que más confianza le tengamos, ya que parte de los estigmas dirigidos a la salud mental, es el hecho de querer buscar o asistir con ayuda profesional, ya que podemos llegar a pensar que el querer asistir a terapia es algo que se debe de hacer ya como última opción, cuando no es así; realmente puede llegar a ser benéfico para cualquier persona con este tipo de tendencias ya que cada caso es diferente y se le puede brindar el apoyo que requiere ya sea de forma psicológica o psiquiátrica en caso de ser necesario.

El Día Mundial de la Prevención del Suicidio, no se debería de quedar exclusivamente en un día en el compartimos publicaciones relacionadas a la salud mental pero el resto del año no nos importa, debería de ser un esfuerzo constante colectivo por informarnos y ofrecer nuestro apoyo cuando observemos algún cambio que pueda resultar preocupante en la gente que nos rodea, ya que tenderle la mano a quien lo necesita puede llegar a salvar su vida.