/ jueves 7 de enero de 2021

El 2021 que comienza

El 2020 nos ha dejado sin lugar a duda demasiadas lecciones dado a que se trató de un año tan complejo y atípico para todas y todos, la protagonista de él, la terrible pandemia a nivel mundial que desató crisis en todos los sentidos: salud, economía, empleo y lo peor, muertes de millones de personas a lo largo y ancho del mundo. Cuando un nuevo virus surgió en diciembre de 2019 en una remota ciudad de China, Wuhan, desde la perspectiva occidental se veía como una epidemia ajena, que no llegaría jamás y que no alteraría nuestra forma de vida. Pero llegó, como un balde de agua helada, para cambiar radicalmente la vida de todos en un instante.

En el caso específico de México, una crisis sanitaria que a la fecha sigue proliferándose en todos los estados y municipios, que desafortunadamente hasta la fecha no ha habido la atención suficiente para contrarrestarla por parte de nuestras autoridades. La crisis sanitaria nos pone delante de un espejo para mostrar lo mejor y lo peor de la gente. La pandemia ha ayudado a muchos a priorizar lo importante, que siempre son las propias personas, pero a la vez, se ha acentuado el egoísmo. El coronavirus es también una cura de humildad, que nos ha hecho ver lo vulnerable de nuestra forma de vida. Ahora nos invaden reac¬ciones tan humanas y de siempre como el miedo a lo desconocido, la incertidumbre o el temor a la muerte. Y nos ha impuesto una nueva realidad, pues la obligación de parar nos fuerza a bajar el ritmo, revisar las oportunidades, nos vuelve más creativos a trabajar en casa y entretenernos con los nuestros en casa y a la distancia convivir con nuestros familiares y amigos vía zoom por ejemplo.

Lamentablemente en el aspecto social, se percibe un incremento en la violencia dentro de las familias, depresión entre la ciudadanía, incertidumbre y crisis emocionales, no estábamos preparados para una crisis sanitaria de tal magnitud, pues el sistema de salud en México no estaba a la altura de las circunstancias. Pero bueno, la llegada de las dosis de la vacuna a nuestro país recientemente representa esperanza para los mexicanos, esperemos que se de pronto la cobertura total.

Llega así, un año 2021 donde todos esperamos que represente un contraste totalmente diferente al año anterior. Un 2021 esperanzador y de gran reflexión que además de devolvernos mejores condiciones de vida, salud, reactivación de la economía, recuperación de empleos, también nos haga conscientes de lo frágil que es la vida así como la responsabilidad que tenemos todos de cuidar a nuestros seres más queridos y la empatía para ayudar a nuestros semejantes en momentos de dificultad.

Que la solidaridad sea un valor común de todos como sociedad, pues en Ciudad Juárez, a pesar de nuestros múltiples problemas, crisis o deficiencias dentro de nuestros gobiernos, la sociedad cuando se une y se solidariza con los más necesitados, es muestra del potencial y la calidad humana que nos distingue de los demás. Ante la adversidad y momentos más complejos siempre sabemos salir adelante, por eso Juárez es una ciudad donde la resiliencia es una de sus características más fundamentales.

Además, este 2021 tiene grandes retos por lo que representa un año electoral atípico, el más grande y complejo proceso electoral en la historia de México, pero que dado a la pandemia que sigue vigente, se deberán mostrar métodos innovadores desde las campañas electorales por parte de los partidos políticos y sus candidatos, así como las medidas de sanidad suficientes que deberán emplear los institutos electorales para que se garantice una participación efectiva durante la jornada electoral.

Tenemos en este año 2021 la oportunidad para corregir el rumbo de nuestro país, decidir con conciencia e inteligencia a nuestros próximos representantes de elección popular a nivel federal, estatal y municipal. Pero no solo basta con limitarnos a decidir en una boleta electoral, sino que es necesario actuar, dar seguimiento a nuestros representantes y ser una ciudadanía responsable e involucrada en la vida pública, de lleno. De esta manera aportamos de manera efectiva al desarrollo de nuestro país, siendo participes.

Estimado lector, le deseo lo mejor este año que recién comienza, no perdamos nunca la esperanza y la fe, pongamos todo nuestro empeño para hacer de este 2021 el año donde mostremos la mejor versión de nosotros mismos. Los invito a que me sigan en mis redes sociales Facebook, Twitter e Instagram @JoobQuintin.

El 2020 nos ha dejado sin lugar a duda demasiadas lecciones dado a que se trató de un año tan complejo y atípico para todas y todos, la protagonista de él, la terrible pandemia a nivel mundial que desató crisis en todos los sentidos: salud, economía, empleo y lo peor, muertes de millones de personas a lo largo y ancho del mundo. Cuando un nuevo virus surgió en diciembre de 2019 en una remota ciudad de China, Wuhan, desde la perspectiva occidental se veía como una epidemia ajena, que no llegaría jamás y que no alteraría nuestra forma de vida. Pero llegó, como un balde de agua helada, para cambiar radicalmente la vida de todos en un instante.

En el caso específico de México, una crisis sanitaria que a la fecha sigue proliferándose en todos los estados y municipios, que desafortunadamente hasta la fecha no ha habido la atención suficiente para contrarrestarla por parte de nuestras autoridades. La crisis sanitaria nos pone delante de un espejo para mostrar lo mejor y lo peor de la gente. La pandemia ha ayudado a muchos a priorizar lo importante, que siempre son las propias personas, pero a la vez, se ha acentuado el egoísmo. El coronavirus es también una cura de humildad, que nos ha hecho ver lo vulnerable de nuestra forma de vida. Ahora nos invaden reac¬ciones tan humanas y de siempre como el miedo a lo desconocido, la incertidumbre o el temor a la muerte. Y nos ha impuesto una nueva realidad, pues la obligación de parar nos fuerza a bajar el ritmo, revisar las oportunidades, nos vuelve más creativos a trabajar en casa y entretenernos con los nuestros en casa y a la distancia convivir con nuestros familiares y amigos vía zoom por ejemplo.

Lamentablemente en el aspecto social, se percibe un incremento en la violencia dentro de las familias, depresión entre la ciudadanía, incertidumbre y crisis emocionales, no estábamos preparados para una crisis sanitaria de tal magnitud, pues el sistema de salud en México no estaba a la altura de las circunstancias. Pero bueno, la llegada de las dosis de la vacuna a nuestro país recientemente representa esperanza para los mexicanos, esperemos que se de pronto la cobertura total.

Llega así, un año 2021 donde todos esperamos que represente un contraste totalmente diferente al año anterior. Un 2021 esperanzador y de gran reflexión que además de devolvernos mejores condiciones de vida, salud, reactivación de la economía, recuperación de empleos, también nos haga conscientes de lo frágil que es la vida así como la responsabilidad que tenemos todos de cuidar a nuestros seres más queridos y la empatía para ayudar a nuestros semejantes en momentos de dificultad.

Que la solidaridad sea un valor común de todos como sociedad, pues en Ciudad Juárez, a pesar de nuestros múltiples problemas, crisis o deficiencias dentro de nuestros gobiernos, la sociedad cuando se une y se solidariza con los más necesitados, es muestra del potencial y la calidad humana que nos distingue de los demás. Ante la adversidad y momentos más complejos siempre sabemos salir adelante, por eso Juárez es una ciudad donde la resiliencia es una de sus características más fundamentales.

Además, este 2021 tiene grandes retos por lo que representa un año electoral atípico, el más grande y complejo proceso electoral en la historia de México, pero que dado a la pandemia que sigue vigente, se deberán mostrar métodos innovadores desde las campañas electorales por parte de los partidos políticos y sus candidatos, así como las medidas de sanidad suficientes que deberán emplear los institutos electorales para que se garantice una participación efectiva durante la jornada electoral.

Tenemos en este año 2021 la oportunidad para corregir el rumbo de nuestro país, decidir con conciencia e inteligencia a nuestros próximos representantes de elección popular a nivel federal, estatal y municipal. Pero no solo basta con limitarnos a decidir en una boleta electoral, sino que es necesario actuar, dar seguimiento a nuestros representantes y ser una ciudadanía responsable e involucrada en la vida pública, de lleno. De esta manera aportamos de manera efectiva al desarrollo de nuestro país, siendo participes.

Estimado lector, le deseo lo mejor este año que recién comienza, no perdamos nunca la esperanza y la fe, pongamos todo nuestro empeño para hacer de este 2021 el año donde mostremos la mejor versión de nosotros mismos. Los invito a que me sigan en mis redes sociales Facebook, Twitter e Instagram @JoobQuintin.