/ viernes 22 de septiembre de 2023

El arte de decir que “no”

Recordemos que el gran poder de decir "no", es un tema fundamental en la vida moderna del S XXI, pero al mismo tiempo una habilidad crucial para todos aquellos que buscan vivir una vida auténtica y plena.

Sin embargo a algunas personas les cuesta mucho trabajo decir “no”, ya que se trata de una habilidad difícil de ejercer, pero sumamente importante, tanto para la vida personal, familiar y profesional.

Cuando no se ejerce esta habilidad, surgen frases como: “me cuesta poner límites”, “siempre hago un esfuerzo adicional y la gente se aprovecha de mí por eso”, “cumplo mis promesas a otras personas; pero tengo problemas para cumplir las promesas que me hago a mí mismo”.

No decir que “no” puede provocar agotamiento, sentimientos de resentimiento e incluso un fuerte malestar interno. Por eso, decir “no” a las expectativas de otra persona, es una habilidad importante que ayudará a alcanzar objetivos y enfocarse en lo que es importante.

Por supuesto que no es tan sencillo como “simplemente decir no”, especialmente cuando la solicitud viene de alguien que tiene mucha influencia sobre la persona que tomará la decisión, por una variedad de razones; como: un familiar cercano, un superior o un amigo(a).

En este sentido, la “libertad individual”, es un elemento clave, que nos permite tomar decisiones basadas en nuestros propios valores y deseos, en lugar de simplemente seguir las expectativas de los demás por una enajenación y/o manipulación individual o colectiva.

Decir un palabra tan corta, probablemente parezca insignificante; pero adquiere una gran fuerza y poder para todos aquellos que la ejercen. Sin duda es una habilidad esencial para quienes buscan una vida plena, significativa y satisfactoria.

Decir "no" es una expresión de nuestra libertad individual, y es una forma de afirmar nuestro valor como seres humanos.

En caso contrario carecer de esta habilidad, puede conducir a una pérdida de control sobre nuestras propias vidas; ya que con frecuencia nos sentimos presionados para hacer cosas que no queremos hacer, tan solo por satisfacer costumbres, caprichos, vicios y manías de otros; entre familiares y/o amigos.

De tal forma, si no aprendemos a decir "no" a estas demandas, nos encontramos en una situación en la que estamos constantemente en una carrera, sin tiempo para nosotros mismos, y sin control sobre nuestras propias vidas.

Interesante saber que la habilidad de decir "no"; es fundamental para el desarrollo de nuestra autoestima y nuestra capacidad para establecer límites saludables con los demás.

Si no aprendemos a decir "no" cuando deba ser necesario, nos encontraremos constantemente en situaciones en las que sacrificamos nuestros propios deseos y necesidades en favor de los demás.

Esto sin duda, nos puede llevar a una insatisfacción en los proyectos personales en nuestras vidas.

Decir "no", simplemente nos permite establecer metas y objetivos claros en nuestras vidas. Si no tenemos la capacidad de decir "no", nuestras metas y objetivos podrían ser postergados a un segundo plano.

Pero decir esta contundente palabra, podría ser complicado, ya que a menudo, nos encontramos en situaciones en las que no queremos decepcionar a los demás, en especial a familiares como; padres, hermanos, hijos o amigos.

Así que no es fácil aprender; el asunto es atreverse y dar como respuesta el primer “no” sin importar a quien va dirigida esta expresión.

Frente a estos escenarios, puede ser útil recordar que decir "no"; no es una negación de ayudar a los demás, sino simplemente es una afirmación de nuestra propia libertad individual y nuestras propias necesidades.

Todo esto para establecer “límites saludables” con los demás. Expresión que por supuesto tiene que ser respetadas por todos.

Porque si aprendemos a decir "no" cuando sea necesario, podemos establecer metas y objetivos claros en nuestra vida; esto sin duda nos evitara tropiezos, señalamientos, malos entendidos, disgustos, berrinches y enojos de otros, que simplemente no respetan la decisión de una persona.

Así que surge la pregunta.

¿Y usted sabe decir “no”?

Recordemos que el gran poder de decir "no", es un tema fundamental en la vida moderna del S XXI, pero al mismo tiempo una habilidad crucial para todos aquellos que buscan vivir una vida auténtica y plena.

Sin embargo a algunas personas les cuesta mucho trabajo decir “no”, ya que se trata de una habilidad difícil de ejercer, pero sumamente importante, tanto para la vida personal, familiar y profesional.

Cuando no se ejerce esta habilidad, surgen frases como: “me cuesta poner límites”, “siempre hago un esfuerzo adicional y la gente se aprovecha de mí por eso”, “cumplo mis promesas a otras personas; pero tengo problemas para cumplir las promesas que me hago a mí mismo”.

No decir que “no” puede provocar agotamiento, sentimientos de resentimiento e incluso un fuerte malestar interno. Por eso, decir “no” a las expectativas de otra persona, es una habilidad importante que ayudará a alcanzar objetivos y enfocarse en lo que es importante.

Por supuesto que no es tan sencillo como “simplemente decir no”, especialmente cuando la solicitud viene de alguien que tiene mucha influencia sobre la persona que tomará la decisión, por una variedad de razones; como: un familiar cercano, un superior o un amigo(a).

En este sentido, la “libertad individual”, es un elemento clave, que nos permite tomar decisiones basadas en nuestros propios valores y deseos, en lugar de simplemente seguir las expectativas de los demás por una enajenación y/o manipulación individual o colectiva.

Decir un palabra tan corta, probablemente parezca insignificante; pero adquiere una gran fuerza y poder para todos aquellos que la ejercen. Sin duda es una habilidad esencial para quienes buscan una vida plena, significativa y satisfactoria.

Decir "no" es una expresión de nuestra libertad individual, y es una forma de afirmar nuestro valor como seres humanos.

En caso contrario carecer de esta habilidad, puede conducir a una pérdida de control sobre nuestras propias vidas; ya que con frecuencia nos sentimos presionados para hacer cosas que no queremos hacer, tan solo por satisfacer costumbres, caprichos, vicios y manías de otros; entre familiares y/o amigos.

De tal forma, si no aprendemos a decir "no" a estas demandas, nos encontramos en una situación en la que estamos constantemente en una carrera, sin tiempo para nosotros mismos, y sin control sobre nuestras propias vidas.

Interesante saber que la habilidad de decir "no"; es fundamental para el desarrollo de nuestra autoestima y nuestra capacidad para establecer límites saludables con los demás.

Si no aprendemos a decir "no" cuando deba ser necesario, nos encontraremos constantemente en situaciones en las que sacrificamos nuestros propios deseos y necesidades en favor de los demás.

Esto sin duda, nos puede llevar a una insatisfacción en los proyectos personales en nuestras vidas.

Decir "no", simplemente nos permite establecer metas y objetivos claros en nuestras vidas. Si no tenemos la capacidad de decir "no", nuestras metas y objetivos podrían ser postergados a un segundo plano.

Pero decir esta contundente palabra, podría ser complicado, ya que a menudo, nos encontramos en situaciones en las que no queremos decepcionar a los demás, en especial a familiares como; padres, hermanos, hijos o amigos.

Así que no es fácil aprender; el asunto es atreverse y dar como respuesta el primer “no” sin importar a quien va dirigida esta expresión.

Frente a estos escenarios, puede ser útil recordar que decir "no"; no es una negación de ayudar a los demás, sino simplemente es una afirmación de nuestra propia libertad individual y nuestras propias necesidades.

Todo esto para establecer “límites saludables” con los demás. Expresión que por supuesto tiene que ser respetadas por todos.

Porque si aprendemos a decir "no" cuando sea necesario, podemos establecer metas y objetivos claros en nuestra vida; esto sin duda nos evitara tropiezos, señalamientos, malos entendidos, disgustos, berrinches y enojos de otros, que simplemente no respetan la decisión de una persona.

Así que surge la pregunta.

¿Y usted sabe decir “no”?