/ jueves 4 de junio de 2020

El error intelectual del socialismo

Para entender al socialismo, ya que estamos adentro de este sistema, de entrada, hay que comprender por qué falla. Y falla principalmente por la existencia de un error intelectual y moral, que hace que en la práctica sea imposible que ese sistema termine bien.

Cada persona, cuando actúa, lo hace persiguiendo un fin que, definitivamente, es valorado única y exclusivamente por esa persona. Es decir que un fin, o dicho de otra manera, un objetivo, tiene el valor que una persona le otorga y nunca es el mismo valor otorgado por otra persona, y puede ser parecido, pero no igual.

Para alcanzar un fin valorado, cada persona utiliza sus medios, es decir que utiliza todo aquello que una persona considera que puede servirle o que considera útil para alcanzar el fin deseado. En resumen, todos tenemos fines distintos y disponemos de medios diversos para su consecución.

El error intelectual del socialismo consiste en intentar acumular tanta cantidad de información como le sea posible, para determinar de manera unidireccional y autoritaria un solo fin para grandes grupos de personas que, por educación, conocimiento y experiencia, no valoran igual.

La situación se agrava cuando la acumulación de la información la pretende realizar un “ente supremo”, quien con sus determinaciones impacta en la vida de millones de personas y entonces, se genera una descoordinación en las diversas actividades sociales que destruyen la eficiencia dinámica de la sociedad.

Afortunadamente, las personas están híper conectadas, lo que les permite generar cantidades inmensas de información y, a su vez, esa información es utilizada tanto para determinar normas de comportamiento no escritas o información acerca de las necesidades de las personas que terminan convirtiéndose en los emprendimientos de otras personas dispuestas a satisfacer dichas necesidades y en general, la información es parte del accionar de las personas.

La información generada por una sociedad es tanta que es imposible que el enorme aparato gubernamental sea capaz de acumularla y, otorgándole el beneficio de la duda y dando por hecho que lo logra, como la información no es estática, sino dinámica, cuando el socialismo intenta solucionar un error estático surgen diez problemas más en un sistema dinámico compuesto por personas llamado sociedad... y es ahí cuando entra el autoritarismo.

Por eso el socialismo tiene otros datos, por eso el socialismo tiene otra información. Por eso el socialismo hace y deshace otorgándole a grupos de personas de manera autoritaria fines que no valora y que terminan destruyendo el tejido social porque ante la imposición, aparecen la rebeldía y las protestas.

El socialismo es, en consecuencia, el uso de la fuerza que limita la creación de la información y limita la acción humana, obturando todos los caminos posibles para que nadie obtenga lo que debería obtener en su criterio subjetivo y su propia valoración. Pero además, la imposición de falsas verdades y utopías genera resentimiento social.

Para entender al socialismo, ya que estamos adentro de este sistema, de entrada, hay que comprender por qué falla. Y falla principalmente por la existencia de un error intelectual y moral, que hace que en la práctica sea imposible que ese sistema termine bien.

Cada persona, cuando actúa, lo hace persiguiendo un fin que, definitivamente, es valorado única y exclusivamente por esa persona. Es decir que un fin, o dicho de otra manera, un objetivo, tiene el valor que una persona le otorga y nunca es el mismo valor otorgado por otra persona, y puede ser parecido, pero no igual.

Para alcanzar un fin valorado, cada persona utiliza sus medios, es decir que utiliza todo aquello que una persona considera que puede servirle o que considera útil para alcanzar el fin deseado. En resumen, todos tenemos fines distintos y disponemos de medios diversos para su consecución.

El error intelectual del socialismo consiste en intentar acumular tanta cantidad de información como le sea posible, para determinar de manera unidireccional y autoritaria un solo fin para grandes grupos de personas que, por educación, conocimiento y experiencia, no valoran igual.

La situación se agrava cuando la acumulación de la información la pretende realizar un “ente supremo”, quien con sus determinaciones impacta en la vida de millones de personas y entonces, se genera una descoordinación en las diversas actividades sociales que destruyen la eficiencia dinámica de la sociedad.

Afortunadamente, las personas están híper conectadas, lo que les permite generar cantidades inmensas de información y, a su vez, esa información es utilizada tanto para determinar normas de comportamiento no escritas o información acerca de las necesidades de las personas que terminan convirtiéndose en los emprendimientos de otras personas dispuestas a satisfacer dichas necesidades y en general, la información es parte del accionar de las personas.

La información generada por una sociedad es tanta que es imposible que el enorme aparato gubernamental sea capaz de acumularla y, otorgándole el beneficio de la duda y dando por hecho que lo logra, como la información no es estática, sino dinámica, cuando el socialismo intenta solucionar un error estático surgen diez problemas más en un sistema dinámico compuesto por personas llamado sociedad... y es ahí cuando entra el autoritarismo.

Por eso el socialismo tiene otros datos, por eso el socialismo tiene otra información. Por eso el socialismo hace y deshace otorgándole a grupos de personas de manera autoritaria fines que no valora y que terminan destruyendo el tejido social porque ante la imposición, aparecen la rebeldía y las protestas.

El socialismo es, en consecuencia, el uso de la fuerza que limita la creación de la información y limita la acción humana, obturando todos los caminos posibles para que nadie obtenga lo que debería obtener en su criterio subjetivo y su propia valoración. Pero además, la imposición de falsas verdades y utopías genera resentimiento social.