/ lunes 26 de abril de 2021

El Espectador | Como una historia de La Rosa de Guadalupe

Aunque millones de mexicanos siguen criticando la calidad del contenido de Televisa por programas como La Rosa de Guadalupe, parece que millones siguen consumiendo sus historias sin importarles qué dirán los que presumen sus maratones de Game of Thrones o los efectos fantásticos de The Falcon and The Winter Soldier.

Mientras algunos mexicanos pueden disfrutar de sofisticados contenidos que se globalizan en tiempo real y olvidarse de la propuesta del otrora Canal de las Estrellas, una gran mayoría se tiene que conformar con lo que arroja la televisión sin cable ni internet, consumir el triste y soporífero futbol mexicano y las repeticiones de películas de rancheros o de Cantinflas. Ni qué decir de la competencia, que se queda muy por detrás de la televisora de San Ángel en todos los sentidos. Durante el primer trimestre, 17 de los 20 principales programas de la televisión abierta de México fueron producidos y transmitidos por Televisa.

“Esto incluye dramas de telenovelas, noticieros y comedias. Los tres programas principales de Televisa durante el primer trimestre incluyeron Vencer el desamor, La Rosa de Guadalupe e Imperio de Mentiras con audiencias entre 36 por ciento y 62 por ciento más altas que el programa mejor calificado de nuestro competidor más cercano”, dijo el presidente de Televisa Studios, Patricio Wills. Hace unos días, mientras presentaban ante analistas e inversionistas los resultados de la empresa, destacó además que su principal noticiero tiene una audiencia más amplia que todos los demás noticieros o cadenas de TV abierta y de pago combinadas.

Mientras recorremos los canales gratuitos en la televisión de la Ciudad de México algunos podríamos pensar que Netflix y sus superproducciones acabarán por matar los programas de concursos y de albures del negocio de Emilio Azcárraga Jean, pero los números del negocio dicen que sus fórmulas continúan ganando público, imitadoras y manteniendo a las audiencias distraídas de su realidad.

“Ha pasado poco más de un año desde que Covid-19 cambió drásticamente la forma en que todos vivimos, trabajamos e interactuamos. Con el avance de las vacunas en todo el mundo, esperamos una fuerte recuperación de la economía mundial en 2021, y México está listo para beneficiarse de este cambio”, aseguró durante el encuentro con analistas Alfonso de Angoitia Noriega, Co-CEO de Grupo Televisa. “A pesar de la contracción económica del 8.5 por ciento de México en 2020, estamos viendo una sólida recuperación este año con un crecimiento del PIB esperado en alrededor del 5 por ciento. Se estima que el consumo privado aumentará un 4.2 por ciento en 2021, después de una disminución del 10.5 por ciento en 2020 debido a la pandemia, lo que establece una base sólida para el crecimiento de la demanda de nuestros servicios en todos los segmentos”.

Agregó De Angoitia: “A pesar de la interrupción relacionada con Covid-19, nuestro negocio de contenido ha operado sin interrupciones, entreteniendo e informando a nuestra audiencia y está desempeñando un papel fundamental en la educación, que en México todavía es mayoritariamente remota”.

Y para contradecir percepciones sobre el contenido, confirmó:

“Los resultados del primer trimestre en nuestros segmentos principales fueron bastante sólidos, impulsados por el impulso en la demanda de publicidad por parte del sector privado”.

Suena como una de sus historias de La Rosa de Guadalupe, de negocios.

Aunque millones de mexicanos siguen criticando la calidad del contenido de Televisa por programas como La Rosa de Guadalupe, parece que millones siguen consumiendo sus historias sin importarles qué dirán los que presumen sus maratones de Game of Thrones o los efectos fantásticos de The Falcon and The Winter Soldier.

Mientras algunos mexicanos pueden disfrutar de sofisticados contenidos que se globalizan en tiempo real y olvidarse de la propuesta del otrora Canal de las Estrellas, una gran mayoría se tiene que conformar con lo que arroja la televisión sin cable ni internet, consumir el triste y soporífero futbol mexicano y las repeticiones de películas de rancheros o de Cantinflas. Ni qué decir de la competencia, que se queda muy por detrás de la televisora de San Ángel en todos los sentidos. Durante el primer trimestre, 17 de los 20 principales programas de la televisión abierta de México fueron producidos y transmitidos por Televisa.

“Esto incluye dramas de telenovelas, noticieros y comedias. Los tres programas principales de Televisa durante el primer trimestre incluyeron Vencer el desamor, La Rosa de Guadalupe e Imperio de Mentiras con audiencias entre 36 por ciento y 62 por ciento más altas que el programa mejor calificado de nuestro competidor más cercano”, dijo el presidente de Televisa Studios, Patricio Wills. Hace unos días, mientras presentaban ante analistas e inversionistas los resultados de la empresa, destacó además que su principal noticiero tiene una audiencia más amplia que todos los demás noticieros o cadenas de TV abierta y de pago combinadas.

Mientras recorremos los canales gratuitos en la televisión de la Ciudad de México algunos podríamos pensar que Netflix y sus superproducciones acabarán por matar los programas de concursos y de albures del negocio de Emilio Azcárraga Jean, pero los números del negocio dicen que sus fórmulas continúan ganando público, imitadoras y manteniendo a las audiencias distraídas de su realidad.

“Ha pasado poco más de un año desde que Covid-19 cambió drásticamente la forma en que todos vivimos, trabajamos e interactuamos. Con el avance de las vacunas en todo el mundo, esperamos una fuerte recuperación de la economía mundial en 2021, y México está listo para beneficiarse de este cambio”, aseguró durante el encuentro con analistas Alfonso de Angoitia Noriega, Co-CEO de Grupo Televisa. “A pesar de la contracción económica del 8.5 por ciento de México en 2020, estamos viendo una sólida recuperación este año con un crecimiento del PIB esperado en alrededor del 5 por ciento. Se estima que el consumo privado aumentará un 4.2 por ciento en 2021, después de una disminución del 10.5 por ciento en 2020 debido a la pandemia, lo que establece una base sólida para el crecimiento de la demanda de nuestros servicios en todos los segmentos”.

Agregó De Angoitia: “A pesar de la interrupción relacionada con Covid-19, nuestro negocio de contenido ha operado sin interrupciones, entreteniendo e informando a nuestra audiencia y está desempeñando un papel fundamental en la educación, que en México todavía es mayoritariamente remota”.

Y para contradecir percepciones sobre el contenido, confirmó:

“Los resultados del primer trimestre en nuestros segmentos principales fueron bastante sólidos, impulsados por el impulso en la demanda de publicidad por parte del sector privado”.

Suena como una de sus historias de La Rosa de Guadalupe, de negocios.