/ lunes 11 de octubre de 2021

El Espectador | José Luis Vergara Ibarra es observado en Marina

Uno de los ejemplos que citan al interior de Marina para hablar de prepotencia y ambición desmedida es el de José Luis Vergara Ibarra, especialmente cuando se desempeñaba como Oficial Mayor. Fue en los días finales de la pasada administración cuando el almirante José Rafael Ojeda Durán era Inspector y Contralor General de la institución.

Nos comentan en Semar que en los últimos días de su periodo, poco antes de la designación del secretario de Marina por el equipo entrante, Vergara Ibarra inició una campaña para acabar con sus rivales y quedar como titular de la Secretaría de Marina. Lo que llama la atención es que le inició un trámite de retiro anticipado al almirante Ojeda Durán para venderle la idea al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, de que estaba a punto de irse a descansar y que no quería participar.

Por supuesto que no tuvo éxito. Hoy Ojeda Durán es el secretario de Marina y uno de los hombres de mayor confianza del Presidente. Por este espinoso episodio nos aseguran que Vergara ocupa puestos de segundo nivel. Actualmente está al mando de la Fuerza Naval del Pacífico, con sede en el puerto de Manzanillo, excluido de las decisiones más importantes de la Semar. Aunque lo ubican detrás de una campaña de relaciones públicas para hacer creer que es un cargo estratégico dentro de la Marina, y que es uno de los favoritos de gobiernos aliados de México, lo que lo coloca dentro de la lista sucesoria para la siguiente administración.

La realidad es que su puesto es administrativo, de poca importancia para la seguridad nacional, mismo que asumió desde el pasado 16 de julio. Pero dentro de Marina lo están observando de cerca, porque creen que es capaz de muchas cosas para ganar poder. Vergara Ibarra, por poner otro ejemplo, fue quien metió a la Semar en una situación que casi termina en ridículo, cuando crearon el personaje Frida Sofía, una niña que nunca existió en los escombros de la escuela Rebsamen, en la zona de Coapa.

A cuatro años del sismo del 19 de septiembre de 2017, de magnitud 7.1, aprovechó muy bien la coyuntura, nos explican en Marina, para posicionar su imagen en un momento en el que era considerado el favorito del anterior secretario de Marina, Vidal Francisco Soberón Sanz, para sucederlo.

Fuentes dentro de la Institución indican que el almirante Vergara Ibarra prácticamente convenció a un gran número de elementos para acercarlos a su causa con la promesa de ascensos y beneficios, lo cual tiene a la administración actual realizando una serie de investigaciones para prevenir que dichas conductas se repitan en el futuro.

Al no obtener el cargo de secretario de Marina, que Vergara Ibarra ya daba por hecho, tendría que haber solicitado el retiro, pero no lo hizo aspirando a un cambio de aires que le resultara favorable. Se replegó esperando mejores momentos, así lo miran al interior de la Semar.

Por lo tanto, es un tema y un personaje que seguramente seguirá dando de qué hablar en los próximos meses.

Uno de los ejemplos que citan al interior de Marina para hablar de prepotencia y ambición desmedida es el de José Luis Vergara Ibarra, especialmente cuando se desempeñaba como Oficial Mayor. Fue en los días finales de la pasada administración cuando el almirante José Rafael Ojeda Durán era Inspector y Contralor General de la institución.

Nos comentan en Semar que en los últimos días de su periodo, poco antes de la designación del secretario de Marina por el equipo entrante, Vergara Ibarra inició una campaña para acabar con sus rivales y quedar como titular de la Secretaría de Marina. Lo que llama la atención es que le inició un trámite de retiro anticipado al almirante Ojeda Durán para venderle la idea al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, de que estaba a punto de irse a descansar y que no quería participar.

Por supuesto que no tuvo éxito. Hoy Ojeda Durán es el secretario de Marina y uno de los hombres de mayor confianza del Presidente. Por este espinoso episodio nos aseguran que Vergara ocupa puestos de segundo nivel. Actualmente está al mando de la Fuerza Naval del Pacífico, con sede en el puerto de Manzanillo, excluido de las decisiones más importantes de la Semar. Aunque lo ubican detrás de una campaña de relaciones públicas para hacer creer que es un cargo estratégico dentro de la Marina, y que es uno de los favoritos de gobiernos aliados de México, lo que lo coloca dentro de la lista sucesoria para la siguiente administración.

La realidad es que su puesto es administrativo, de poca importancia para la seguridad nacional, mismo que asumió desde el pasado 16 de julio. Pero dentro de Marina lo están observando de cerca, porque creen que es capaz de muchas cosas para ganar poder. Vergara Ibarra, por poner otro ejemplo, fue quien metió a la Semar en una situación que casi termina en ridículo, cuando crearon el personaje Frida Sofía, una niña que nunca existió en los escombros de la escuela Rebsamen, en la zona de Coapa.

A cuatro años del sismo del 19 de septiembre de 2017, de magnitud 7.1, aprovechó muy bien la coyuntura, nos explican en Marina, para posicionar su imagen en un momento en el que era considerado el favorito del anterior secretario de Marina, Vidal Francisco Soberón Sanz, para sucederlo.

Fuentes dentro de la Institución indican que el almirante Vergara Ibarra prácticamente convenció a un gran número de elementos para acercarlos a su causa con la promesa de ascensos y beneficios, lo cual tiene a la administración actual realizando una serie de investigaciones para prevenir que dichas conductas se repitan en el futuro.

Al no obtener el cargo de secretario de Marina, que Vergara Ibarra ya daba por hecho, tendría que haber solicitado el retiro, pero no lo hizo aspirando a un cambio de aires que le resultara favorable. Se replegó esperando mejores momentos, así lo miran al interior de la Semar.

Por lo tanto, es un tema y un personaje que seguramente seguirá dando de qué hablar en los próximos meses.