/ jueves 31 de octubre de 2019

El futuro de los trabajos

Santiago Niño Becerra, uno de los más importantes economistas españoles y quien además predijo la crisis ocurrida durante el 2008-2014 en España, en los últimos años ha argumentado que del 100% de los jóvenes profesionistas de cualquier sector a nivel mundial solo aproximadamente el 5% tendrá un empleo fijo y bien remunerado; este argumento hace pensar que el resto de jóvenes, el 95% deberá ocuparse en ‘mini-jobs’ (o trabajos de medio tiempo) o bajo un esquema de trabajadores independientes (expertos en algún tema que puedan fungir como asesores) ya sea de manera formal o informal. Mientras que los adultos deberán reciclar su conocimiento (mejorar lo que ya saben hacer o aprender algo nuevo) para integrarse en nuevos sectores laborales.

El “Libro blanco del futuro de los trabajos” es un análisis de 231 páginas, publicado en marzo del 2018, por el Ayuntamiento de Barcelona, encabezado por Sara Berbel, quien es gerente de Política Económica y Desarrollo Local del Ayuntamiento de Barcelona y directora general de Barcelona Activa. El informe cuenta con la participación de importantes especialistas y académicos en temas económicos, sociales y tecnológicos; las reflexiones de ese libro tienen un parecido con el análisis hecho en el libro “El fin del trabajo” publicado en 1995 por el economista y sociólogo estadounidense Jeremy Rifkin, en donde habló acerca del impacto del uso de la tecnología en el sector laboral de Estados Unidos y el declive de la mano de obra humana.

Y debido a que en México la situación interna está más desordenada que antes, quizá es bueno ver lo que está pasando afuera para tener una visión más precisa de lo que le espera al país hacia adentro. El 15 de abril, Noticieros Televisa publicó una noticia titulada “Empleo en México sufre caída en marzo”. El 11 de enero, El Financiero publicó una noticia titulada “Empleo formal tropieza; cae 17.5% creación de puestos de trabajo en 2018”. El 23 de abril, Animal Político publicó una noticia titulada “Aumenta desocupación en marzo”. El 11 de enero, El Heraldo de México publicó una noticia titulada “Empleo formal tiene en 2018 su mayor caída en 10 años”.

El desempleo no es la causa de los problemas económicos, sí, evidentemente que a mayor desempleo menos poder adquisitivo, pero en realidad el desempleo es una consecuencia de los problemas económicos. El anterior gobierno nacional dejó una tendencia negativa en la creación de empleos y con salarios bajos. El actual gobierno nacional está empeorando la situación pues el aumento al salario mínimo al doble en la frontera prácticamente no ha tenido impacto positivo y por el contrario hay que esperar a final del año a que las empresas hagan las cuentas y consideren que tan rentable sigue siendo operar en Juárez u operar en países en peores condiciones con mano de obra más barata (China) o incluso operar en países en mejores condiciones con fábricas totalmente automatizadas (Alemania). Pero por lo pronto México como dijo Facundo Cabral “ni es de aquí ni es de allá”, por no tener una política económica favorable al mercado internacional, por no crear industrias nacionales y por no crear mejores condiciones educativas que conecten el aprendizaje escolar y la ciencia con el sector laboral.

El estimulo fiscal en la frontera prácticamente tampoco ha tenido un impacto considerable. La cancelación del Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México provoco la destrucción de miles de empleos. La confianza de los empresarios o inversores no es buena y están especulando, esperando un mejor momento para invertir que el momento actual. Y darle dinero a la gente para que consuma no es lo mejor para reactivar la economía, lo mejor es el ahorro que posteriormente desemboca en inversión (inversión empresarial, inversión educativa, inversión patrimonial).

“La cualificación específica se vuelve obsoleta rápidamente, y eso nos obliga a repensar, por una parte, todo el sistema educativo y, por otra, cómo hay que tender puentes entre la formación y las empresas… en el año 2000 era más fácil de imaginar dónde estaríamos en quince años que el hecho de que ahora podamos predecir qué pasará dentro de quince años… las personas expertas en el trabajo parecen tener claro que, en un futuro muy próximo, una persona podrá cambiar, ya no de empresa, sino de profesión, más de una vez y de dos a lo largo de su vida laboral… no todas las cosas que es capaz de hacer un ser humano se pueden codificar en un algoritmo, otra cosa es hasta qué punto el ser humano estará dispuesto a ceder el control a las máquinas”, son algunas reflexiones que están dentro del “Libro blanco del futuro de los trabajos”.

Santiago Niño Becerra, uno de los más importantes economistas españoles y quien además predijo la crisis ocurrida durante el 2008-2014 en España, en los últimos años ha argumentado que del 100% de los jóvenes profesionistas de cualquier sector a nivel mundial solo aproximadamente el 5% tendrá un empleo fijo y bien remunerado; este argumento hace pensar que el resto de jóvenes, el 95% deberá ocuparse en ‘mini-jobs’ (o trabajos de medio tiempo) o bajo un esquema de trabajadores independientes (expertos en algún tema que puedan fungir como asesores) ya sea de manera formal o informal. Mientras que los adultos deberán reciclar su conocimiento (mejorar lo que ya saben hacer o aprender algo nuevo) para integrarse en nuevos sectores laborales.

El “Libro blanco del futuro de los trabajos” es un análisis de 231 páginas, publicado en marzo del 2018, por el Ayuntamiento de Barcelona, encabezado por Sara Berbel, quien es gerente de Política Económica y Desarrollo Local del Ayuntamiento de Barcelona y directora general de Barcelona Activa. El informe cuenta con la participación de importantes especialistas y académicos en temas económicos, sociales y tecnológicos; las reflexiones de ese libro tienen un parecido con el análisis hecho en el libro “El fin del trabajo” publicado en 1995 por el economista y sociólogo estadounidense Jeremy Rifkin, en donde habló acerca del impacto del uso de la tecnología en el sector laboral de Estados Unidos y el declive de la mano de obra humana.

Y debido a que en México la situación interna está más desordenada que antes, quizá es bueno ver lo que está pasando afuera para tener una visión más precisa de lo que le espera al país hacia adentro. El 15 de abril, Noticieros Televisa publicó una noticia titulada “Empleo en México sufre caída en marzo”. El 11 de enero, El Financiero publicó una noticia titulada “Empleo formal tropieza; cae 17.5% creación de puestos de trabajo en 2018”. El 23 de abril, Animal Político publicó una noticia titulada “Aumenta desocupación en marzo”. El 11 de enero, El Heraldo de México publicó una noticia titulada “Empleo formal tiene en 2018 su mayor caída en 10 años”.

El desempleo no es la causa de los problemas económicos, sí, evidentemente que a mayor desempleo menos poder adquisitivo, pero en realidad el desempleo es una consecuencia de los problemas económicos. El anterior gobierno nacional dejó una tendencia negativa en la creación de empleos y con salarios bajos. El actual gobierno nacional está empeorando la situación pues el aumento al salario mínimo al doble en la frontera prácticamente no ha tenido impacto positivo y por el contrario hay que esperar a final del año a que las empresas hagan las cuentas y consideren que tan rentable sigue siendo operar en Juárez u operar en países en peores condiciones con mano de obra más barata (China) o incluso operar en países en mejores condiciones con fábricas totalmente automatizadas (Alemania). Pero por lo pronto México como dijo Facundo Cabral “ni es de aquí ni es de allá”, por no tener una política económica favorable al mercado internacional, por no crear industrias nacionales y por no crear mejores condiciones educativas que conecten el aprendizaje escolar y la ciencia con el sector laboral.

El estimulo fiscal en la frontera prácticamente tampoco ha tenido un impacto considerable. La cancelación del Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México provoco la destrucción de miles de empleos. La confianza de los empresarios o inversores no es buena y están especulando, esperando un mejor momento para invertir que el momento actual. Y darle dinero a la gente para que consuma no es lo mejor para reactivar la economía, lo mejor es el ahorro que posteriormente desemboca en inversión (inversión empresarial, inversión educativa, inversión patrimonial).

“La cualificación específica se vuelve obsoleta rápidamente, y eso nos obliga a repensar, por una parte, todo el sistema educativo y, por otra, cómo hay que tender puentes entre la formación y las empresas… en el año 2000 era más fácil de imaginar dónde estaríamos en quince años que el hecho de que ahora podamos predecir qué pasará dentro de quince años… las personas expertas en el trabajo parecen tener claro que, en un futuro muy próximo, una persona podrá cambiar, ya no de empresa, sino de profesión, más de una vez y de dos a lo largo de su vida laboral… no todas las cosas que es capaz de hacer un ser humano se pueden codificar en un algoritmo, otra cosa es hasta qué punto el ser humano estará dispuesto a ceder el control a las máquinas”, son algunas reflexiones que están dentro del “Libro blanco del futuro de los trabajos”.