/ lunes 9 de septiembre de 2019

El mensaje a la nación: AMLO

Se dijo que fue el “tercer informe del gobierno” porque según sus datos, el primero fue el “informe de los 100 días”; el segundo informe correspondería cuando se cumplió un año del “triunfo electoral”; y finalmente el tercer informe, al presentarse por mandato constitucional sería ahora si el “primer” informe del gobierno que se presentó el pasado primero de septiembre de este 2019. Fue un mensaje muy sencillo en la forma, dirigido al pueblo no a la élite gobernante.

Llamó la atención que al inicio del mensaje presidencial, había en la parte trasera espacios o sillas vacías, que demuestran que hubo invitados que no llegaron. Porfirio Muñoz Ledo en primera fila, muy cerca Olga Sánchez Cordero muy atenta y echada hacia delante. A la extrema izquierda, frente al presidente López Obrador se encontraban los gobernadores, entre ellos Javier Corral Jurado, gobernador de Chihuahua, Alfredo del Mazo del estado de México y a la gobernadora de la Ciudad de México, quien recibió una especial mención (despersonalizada, pero en fin, mención que cuenta). Una duración estimada en una hora y 42 minutos.

Lo que se dijo en el informe fue una muestra de la capacidad de comunicación que tiene, entre otros temas tocó el énfasis en la separación de los poderes económicos y del poder político. La inclusión y respeto de todos en la pluralidad del nuevo México que se pretende como gobierno. Exaltó el Estado de derecho así como la separación de poderes con respeto entre las instituciones. Dijo que no se entromete con instituciones autónomas.

Tocó temas como el tránsito a la democracia. No más fraudes electorales. La impulsión de la revocación del mandato, buscando la consulta popular, quitar el fuero constitucional a los servidores públicos, empezando por el Presidente de la República entre otros temas.

Hubo menciones especiales a empresarios como Carlos Slim, Carlos Salazar, Antonio del Valle y la postura propositiva de Manuel Bartlett, quien ha sido víctima de los ataques hacia el equipo del gabinete. No se había escuchado el nombre de ningún otro funcionario de primer nivel, incluso hubo sonrisas por parte del presidente AMLO al nombrarlo. Lo anterior en función del acuerdo sobre el tema de los gasoductos. Fue Bartlett el único funcionario que mereció ser nombrado por el Presidente Obrador. También dio un reconocimiento público al empresario Carlos Bremer.

Inseguridad, un tema que aún permanece en el país. “No son buenos los resultados” dijo textual en sus palabras, cuidado con los compromisos porque se juega con el lenguaje y ocasiona decepción ciudadana. (Por ejemplo, se dijo que no había disminución del presupuesto a educación superior, en la práctica si hay una disminución en los presupuestos de las universidades).

En la práctica se observa que no hay una distinción clara y específica entre la separación de poderes, se evidencia una influencia del legislativo proveniente del ejecutivo y claro, las amenazas del ejecutivo sobre el judicial. No hay una separación del partido en el poder y del partido MORENA, se confunde en el discurso si es el gobernante el habla o bien si es el militante partidista el que habla.

Ha polarizado en el discurso diario a los que están con él y a los que están en contra, la nota mala de un año de ejercicio del poder, asumiendo que la misma semana en donde fue votado, asumió el control de instituciones y delineo el gobierno entrante. Cuidado con las palabras, estas se convierten en mensajes que pueden atentar contra la democracia y más si bien del gobernante en turno.

Se dijo que fue el “tercer informe del gobierno” porque según sus datos, el primero fue el “informe de los 100 días”; el segundo informe correspondería cuando se cumplió un año del “triunfo electoral”; y finalmente el tercer informe, al presentarse por mandato constitucional sería ahora si el “primer” informe del gobierno que se presentó el pasado primero de septiembre de este 2019. Fue un mensaje muy sencillo en la forma, dirigido al pueblo no a la élite gobernante.

Llamó la atención que al inicio del mensaje presidencial, había en la parte trasera espacios o sillas vacías, que demuestran que hubo invitados que no llegaron. Porfirio Muñoz Ledo en primera fila, muy cerca Olga Sánchez Cordero muy atenta y echada hacia delante. A la extrema izquierda, frente al presidente López Obrador se encontraban los gobernadores, entre ellos Javier Corral Jurado, gobernador de Chihuahua, Alfredo del Mazo del estado de México y a la gobernadora de la Ciudad de México, quien recibió una especial mención (despersonalizada, pero en fin, mención que cuenta). Una duración estimada en una hora y 42 minutos.

Lo que se dijo en el informe fue una muestra de la capacidad de comunicación que tiene, entre otros temas tocó el énfasis en la separación de los poderes económicos y del poder político. La inclusión y respeto de todos en la pluralidad del nuevo México que se pretende como gobierno. Exaltó el Estado de derecho así como la separación de poderes con respeto entre las instituciones. Dijo que no se entromete con instituciones autónomas.

Tocó temas como el tránsito a la democracia. No más fraudes electorales. La impulsión de la revocación del mandato, buscando la consulta popular, quitar el fuero constitucional a los servidores públicos, empezando por el Presidente de la República entre otros temas.

Hubo menciones especiales a empresarios como Carlos Slim, Carlos Salazar, Antonio del Valle y la postura propositiva de Manuel Bartlett, quien ha sido víctima de los ataques hacia el equipo del gabinete. No se había escuchado el nombre de ningún otro funcionario de primer nivel, incluso hubo sonrisas por parte del presidente AMLO al nombrarlo. Lo anterior en función del acuerdo sobre el tema de los gasoductos. Fue Bartlett el único funcionario que mereció ser nombrado por el Presidente Obrador. También dio un reconocimiento público al empresario Carlos Bremer.

Inseguridad, un tema que aún permanece en el país. “No son buenos los resultados” dijo textual en sus palabras, cuidado con los compromisos porque se juega con el lenguaje y ocasiona decepción ciudadana. (Por ejemplo, se dijo que no había disminución del presupuesto a educación superior, en la práctica si hay una disminución en los presupuestos de las universidades).

En la práctica se observa que no hay una distinción clara y específica entre la separación de poderes, se evidencia una influencia del legislativo proveniente del ejecutivo y claro, las amenazas del ejecutivo sobre el judicial. No hay una separación del partido en el poder y del partido MORENA, se confunde en el discurso si es el gobernante el habla o bien si es el militante partidista el que habla.

Ha polarizado en el discurso diario a los que están con él y a los que están en contra, la nota mala de un año de ejercicio del poder, asumiendo que la misma semana en donde fue votado, asumió el control de instituciones y delineo el gobierno entrante. Cuidado con las palabras, estas se convierten en mensajes que pueden atentar contra la democracia y más si bien del gobernante en turno.