/ lunes 9 de diciembre de 2019

El nuevo ataque a las instituciones

Lamentable lo que está pasando con la intención de manosear al Instituto Nacional Electoral (INE) para ponerlo de a modo con caras al proceso electoral 2021. Es lamentable en el sentido que los principios rectores que se buscaron para democratizar al país empiezan a ser vulnerados para poner incondicionales (que siempre han existido) a las nuevas características que quieren quienes hoy ostentan el poder político en México para imponer un Nuevo Estado Hegemónico.

Medios de comunicación a nivel nacional han detallado que no existe una oposición fuerte, no han salido del marasmo de los resultados electorales del 2018, no han asimilado que son una nueva oposición con un nuevo partido en el poder que se mueve omnipoderoso. Empieza una nueva etapa ante esa falta de solides de una oposición que no representa en la práctica un contrapeso real frente a los poderes instalados.

Pués bien, como hemos vistos con otras instituciones, la mira ahora se centra en el Instituto Nacional Electoral (INE), es la nueva presa, que empieza a sentir los embates, el INE fue creado con la intención de garantizar la imparcialidad en la organización de las elecciones, provocar el diálogo entre las fuerzas políticas, promover la transmisión del poder por la vía pacífica entre los partidos políticos y dar certidumbre de que el resultado de las elecciones sería garantizado, el INE entra en nueva crisis por el embate a la conformación del mismo Consejo General.

El Consejo General del INE está conformado por representantes de todos los partidos políticos con voz y sin voto y además por consejeros con derecho a voz y voto. Sin embargo, el nuevo planteamiento buscar cambiar no la reconformación sino la rotación de consejeros y poner en una especie de premio y castigo de acuerdo a los resultados electorales lo que a todas luces implica un intento de sometimiento de la autoridad electoral, cuya independencia es vital para garantizar el trabajo de organizar el proceso electoral venidero.

Cabe recordar que fue precisamente en el año 2014 que se reconformó un nuevo órgano electoral, cambiando básicamente las siglas del IFE por las del INE. Además de estas figuras (consejeros) al mismo se integran representantes de las cámaras de diputados y de la cámara de senadores. Es un órgano plural por lo que llama la atención y allí surgen las dudas ¿Por qué la insistencia en meterle mano a una institución que ha garantizado la transmisión del poder por la vía pacífica en al menos tres alternancias?

La vieja escuela formadora de cuadros políticos decía, hay que tener el control de los órganos electorales. El desmantelamiento del INE parece que funcionará, primero le quitarán independencia con el presupuesto ya acotado y aprobado por el poder legislativo, después el impulso de una presidencia rotativa de la presidencia del órgano electoral, la intentona de nuevas credenciales, el manejo de los datos electorales y de los ciudadanos por parte del gobierno federal, claro que existe un plan para tomar el control.

Estas propuestas que pudieran ser mal planteadas o con cierto dolo señalan también que pudieran ser utilizadas desde las plataformas gubernamentales para incitar el voto con dados cargados, mover las conciencias y plantear una regresión antidemocrática. El uso de quienes votan o no y el manejo del proceso electoral desde el gobierno es el peligro más latente. Finalmente, si la lucha por la democracia se construyó precisamente desde la oposición es inconcebible que hoy la “vieja oposición” que ocupa el poder busque reestablecer mecanismos que impiden mantener la confianza ciudadana en los procesos electorales. Un voto de confianza al INE en sus días más oscuros es lo único que podemos hacer hoy los ciudadanos.--

Atentamente.
Dr. José Eduardo Borunda Escobedo
Profesor - Investigador

Ciudad Juárez, Chihuahua, México

Lamentable lo que está pasando con la intención de manosear al Instituto Nacional Electoral (INE) para ponerlo de a modo con caras al proceso electoral 2021. Es lamentable en el sentido que los principios rectores que se buscaron para democratizar al país empiezan a ser vulnerados para poner incondicionales (que siempre han existido) a las nuevas características que quieren quienes hoy ostentan el poder político en México para imponer un Nuevo Estado Hegemónico.

Medios de comunicación a nivel nacional han detallado que no existe una oposición fuerte, no han salido del marasmo de los resultados electorales del 2018, no han asimilado que son una nueva oposición con un nuevo partido en el poder que se mueve omnipoderoso. Empieza una nueva etapa ante esa falta de solides de una oposición que no representa en la práctica un contrapeso real frente a los poderes instalados.

Pués bien, como hemos vistos con otras instituciones, la mira ahora se centra en el Instituto Nacional Electoral (INE), es la nueva presa, que empieza a sentir los embates, el INE fue creado con la intención de garantizar la imparcialidad en la organización de las elecciones, provocar el diálogo entre las fuerzas políticas, promover la transmisión del poder por la vía pacífica entre los partidos políticos y dar certidumbre de que el resultado de las elecciones sería garantizado, el INE entra en nueva crisis por el embate a la conformación del mismo Consejo General.

El Consejo General del INE está conformado por representantes de todos los partidos políticos con voz y sin voto y además por consejeros con derecho a voz y voto. Sin embargo, el nuevo planteamiento buscar cambiar no la reconformación sino la rotación de consejeros y poner en una especie de premio y castigo de acuerdo a los resultados electorales lo que a todas luces implica un intento de sometimiento de la autoridad electoral, cuya independencia es vital para garantizar el trabajo de organizar el proceso electoral venidero.

Cabe recordar que fue precisamente en el año 2014 que se reconformó un nuevo órgano electoral, cambiando básicamente las siglas del IFE por las del INE. Además de estas figuras (consejeros) al mismo se integran representantes de las cámaras de diputados y de la cámara de senadores. Es un órgano plural por lo que llama la atención y allí surgen las dudas ¿Por qué la insistencia en meterle mano a una institución que ha garantizado la transmisión del poder por la vía pacífica en al menos tres alternancias?

La vieja escuela formadora de cuadros políticos decía, hay que tener el control de los órganos electorales. El desmantelamiento del INE parece que funcionará, primero le quitarán independencia con el presupuesto ya acotado y aprobado por el poder legislativo, después el impulso de una presidencia rotativa de la presidencia del órgano electoral, la intentona de nuevas credenciales, el manejo de los datos electorales y de los ciudadanos por parte del gobierno federal, claro que existe un plan para tomar el control.

Estas propuestas que pudieran ser mal planteadas o con cierto dolo señalan también que pudieran ser utilizadas desde las plataformas gubernamentales para incitar el voto con dados cargados, mover las conciencias y plantear una regresión antidemocrática. El uso de quienes votan o no y el manejo del proceso electoral desde el gobierno es el peligro más latente. Finalmente, si la lucha por la democracia se construyó precisamente desde la oposición es inconcebible que hoy la “vieja oposición” que ocupa el poder busque reestablecer mecanismos que impiden mantener la confianza ciudadana en los procesos electorales. Un voto de confianza al INE en sus días más oscuros es lo único que podemos hacer hoy los ciudadanos.--

Atentamente.
Dr. José Eduardo Borunda Escobedo
Profesor - Investigador

Ciudad Juárez, Chihuahua, México