/ lunes 13 de julio de 2020

“El oportunista que no sirve para nada siempre hechiza a la chusma”

EURIPIDES

El 1 de julio de 2020 se cumplieron dos años del triunfo electoral de Morena, significando el inicio de la cuarta transformación; tal aniversario sirvió de marco para que el presidente Andrés Manuel López Obrador hiciera un recuento de los avances de su administración a través de un mensaje a la nación; señaló la lucha contra la pobreza que su administración ha emprendido a través de los diversos programas sociales, aunque la profundidad de la desigualdad económica en México requiere de toda una serie de reformas en las diferentes esferas de lo político, lo cual implica tiempo, resultados a largo plazo. Tal mensaje por el aniversario resultó en festejos para quienes también ganaron un puesto de elección popular en diferentes posiciones, victoria lograda en una copiosa votación que significó considerable pérdida de votantes y militantes para los otros partidos, incluso significando la desaparición de algunos como el Partido Encuentro Social, paradójicamente pese a que se trató de uno de los partidos que hicieron coalición con Morena..

Esta celebración da inicio de forma simbólica a la contienda electoral para el próximo 2021 en nuestro estado. La reforma que pretendió imponer el gobernador Javier Corral sin consenso partidista sirvió para imponer un movimiento más rápido de los que buscan la gubernatura por el partido Acción Nacional y de Morena e hizo resurgir aspiraciones de partidos como el Revolucionario Institucional, que se había mantenido al margen de comentar respecto el tema electoral. En aquel momento, el PRI en Chihuahua fue dirigido por Omar Bazán, perteneciente al grupo político de Manlio Fabio Beltrones. Las candidaturas en las elecciones intermedias locales eran de figuras políticas pertenecientes a diversos grupos políticos, quienes sabían que las posibilidades de un triunfo eran mínimas; quienes lograron la victoria no obstante, se verían reducidos en sus facultades por el consejo político estatal, que en ese momento ya controlaba Bazán como presidente de partido. Otros personajes que intentaron tener una candidatura incluyó a ex funcionarios ya conocidos, como el ex gobernador José Reyes Baeza, Adriana Terrazas Porras, Cesar Alejandro Domínguez, ex diputado federal; también Lilia Merodio, quien fue precandidata al gobierno del estado, así también la legisladora plurinominal Graciela Ortiz.

Alentados por la opinión pública que considera nulo el trabajo realizado por Javier Corral y a la división existente dentro del PAN, aunado a la soberbia de poder por parte de Morena, varios distinguidos miembros del Revolucionario Institucional han mostrado su interés por participar en las elecciones, aunque se trate de un juego que saben no ganarán. El presidente estatal prepara su estrategia de convertir al Revolucionario Institucional en un partido estatal, para convertirse en un cacique único, con el objetivo de lograr el control de la mayoría de comités municipales, asociándose con personajes que destacan por su envolvimiento en negocios inmobiliarios del estado de Texas. Personajes que no tienen capacidad para dirigir los comités municipales, consejos políticos que se distribuyen entre sindicatos o grupos que solo de membrete tienen simpatizantes y un consejo político estatal saturado de ilustres personajes y lleno de divisiones, son elementos que benefician y posibilitan la estrategia del presidente partidista. A nivel nacional el partido cuenta con demasiados conflictos, evidenciado en su falta de líder, lo cual también abona a la regionalización del partido y con eso la permanencia de Omar Bazán dentro de la vida política, a través de la diputación plurinominal.

Alejandro Cano, Lilia Merodio, Graciela Ortiz y Omar Bazán eran las personas que se especulaban para la precandidatura, hasta hace unos días que el Ing. Héctor Murguía, conocido en esta ciudad como “Teto”, decidió hacer pública su intención de buscar la nominación al gobierno de Chihuahua, impulsado por grupos oportunistas que buscan a toda costa lograr cargos de elección popular, apostando a la crítica contra Morena o contra el desempeño de Acción Nacional, sin olvidar al independiente, que también pese a las controversias mantiene una base y un grupo que le garantiza apoyo. No obstante, la idea de una victoria del PRI luce más que lejana, algo que no resulta de interés para Omar Bazán, quien concentra su atención en mantener su poder político y permanencia dentro del partido. Tal vez Omar Bazán solo hechice a su chusma, sus allegados y partidarios políticos, pero no obstante, el oportunista siempre buscará mantenerse a través de sus relaciones políticas y discursos vacíos.

rodolfo_ramossilva@yahoo.com.mx


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El 1 de julio de 2020 se cumplieron dos años del triunfo electoral de Morena, significando el inicio de la cuarta transformación; tal aniversario sirvió de marco para que el presidente Andrés Manuel López Obrador hiciera un recuento de los avances de su administración a través de un mensaje a la nación; señaló la lucha contra la pobreza que su administración ha emprendido a través de los diversos programas sociales, aunque la profundidad de la desigualdad económica en México requiere de toda una serie de reformas en las diferentes esferas de lo político, lo cual implica tiempo, resultados a largo plazo. Tal mensaje por el aniversario resultó en festejos para quienes también ganaron un puesto de elección popular en diferentes posiciones, victoria lograda en una copiosa votación que significó considerable pérdida de votantes y militantes para los otros partidos, incluso significando la desaparición de algunos como el Partido Encuentro Social, paradójicamente pese a que se trató de uno de los partidos que hicieron coalición con Morena..

Esta celebración da inicio de forma simbólica a la contienda electoral para el próximo 2021 en nuestro estado. La reforma que pretendió imponer el gobernador Javier Corral sin consenso partidista sirvió para imponer un movimiento más rápido de los que buscan la gubernatura por el partido Acción Nacional y de Morena e hizo resurgir aspiraciones de partidos como el Revolucionario Institucional, que se había mantenido al margen de comentar respecto el tema electoral. En aquel momento, el PRI en Chihuahua fue dirigido por Omar Bazán, perteneciente al grupo político de Manlio Fabio Beltrones. Las candidaturas en las elecciones intermedias locales eran de figuras políticas pertenecientes a diversos grupos políticos, quienes sabían que las posibilidades de un triunfo eran mínimas; quienes lograron la victoria no obstante, se verían reducidos en sus facultades por el consejo político estatal, que en ese momento ya controlaba Bazán como presidente de partido. Otros personajes que intentaron tener una candidatura incluyó a ex funcionarios ya conocidos, como el ex gobernador José Reyes Baeza, Adriana Terrazas Porras, Cesar Alejandro Domínguez, ex diputado federal; también Lilia Merodio, quien fue precandidata al gobierno del estado, así también la legisladora plurinominal Graciela Ortiz.

Alentados por la opinión pública que considera nulo el trabajo realizado por Javier Corral y a la división existente dentro del PAN, aunado a la soberbia de poder por parte de Morena, varios distinguidos miembros del Revolucionario Institucional han mostrado su interés por participar en las elecciones, aunque se trate de un juego que saben no ganarán. El presidente estatal prepara su estrategia de convertir al Revolucionario Institucional en un partido estatal, para convertirse en un cacique único, con el objetivo de lograr el control de la mayoría de comités municipales, asociándose con personajes que destacan por su envolvimiento en negocios inmobiliarios del estado de Texas. Personajes que no tienen capacidad para dirigir los comités municipales, consejos políticos que se distribuyen entre sindicatos o grupos que solo de membrete tienen simpatizantes y un consejo político estatal saturado de ilustres personajes y lleno de divisiones, son elementos que benefician y posibilitan la estrategia del presidente partidista. A nivel nacional el partido cuenta con demasiados conflictos, evidenciado en su falta de líder, lo cual también abona a la regionalización del partido y con eso la permanencia de Omar Bazán dentro de la vida política, a través de la diputación plurinominal.

Alejandro Cano, Lilia Merodio, Graciela Ortiz y Omar Bazán eran las personas que se especulaban para la precandidatura, hasta hace unos días que el Ing. Héctor Murguía, conocido en esta ciudad como “Teto”, decidió hacer pública su intención de buscar la nominación al gobierno de Chihuahua, impulsado por grupos oportunistas que buscan a toda costa lograr cargos de elección popular, apostando a la crítica contra Morena o contra el desempeño de Acción Nacional, sin olvidar al independiente, que también pese a las controversias mantiene una base y un grupo que le garantiza apoyo. No obstante, la idea de una victoria del PRI luce más que lejana, algo que no resulta de interés para Omar Bazán, quien concentra su atención en mantener su poder político y permanencia dentro del partido. Tal vez Omar Bazán solo hechice a su chusma, sus allegados y partidarios políticos, pero no obstante, el oportunista siempre buscará mantenerse a través de sus relaciones políticas y discursos vacíos.

rodolfo_ramossilva@yahoo.com.mx


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