/ martes 4 de junio de 2019

Es más fácil destruir que construir

Es más fácil destruir que construir

La semana pasada, otra vez, el Banco de México bajó las expectativas de crecimiento económico para el 2019 a un rango de entre 0.8 y 1.8 por ciento, una cifra muy por debajo del 4 por ciento prometido por el actual presidente Andrés Manuel López Obrador, pero incluso también ya por debajo del 2.4 por ciento de crecimiento promedio anual del expresidente Enrique Peña Nieto, con quien de acuerdo a los datos del INEGI, se registró el mayor crecimiento económico del país desde el sexenio del expresidente Ernesto Zedillo Ponce de León.

Las consecuencias pueden ser muchas o incluso pueden ser todas: caída del empleo formal, caída de los salarios, subida de los precios, cierre de empresas, caída en la inversión extranjera directa, aumento del empleo informal, caída en la recaudación fiscal, deficiencia en los servicios públicos, aumento de la indigencia y evidentemente, para mantener el gasto generado por los programas de asistencia social solo habrá dos opciones: aumentarlos impuestos o endeudar al país.

A todo esto hay que sumarle la postura del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, que ha amenazado con imponer aranceles a determinados productos si México no detiene el flujo de migrantes centroamericanos; esta postura ya generó una subida en el dólar, lo que demuestra claramente que el dólar jamás se mantuvo por la fortaleza de Andrés Manuel López Obrador sino por la debilidad de Donald Trump, hablando de la debilidad política por las diversas peleas del presidente estadounidense porque en cuanto a la economía, los estadounidenses están muy bien.

Las consecuencias ya se están viendo pero no solo a nivel macroeconómico, sino al nivel de la gente de la calle: la gasolina no ha bajado de precio, los precios de los productos de la canasta básica están subiendo, las ventas de automóviles han bajado, entre otras cosas, lo cual indica que los ciudadanos tendrán que cuidar el dinero más que antes pero el trabajo también porque ante el “apretón” al que se pueden ver sometidas algunas empresas, cada vez les exigirán a los trabajadores más por menos, lo que perjudica no solo a quienes cuentan con un empleo formal sino que perjudica más a los talentos emergentes en diversas áreas.

Si usted revisa las ofertas de trabajo que tienen quienes están a punto de egresar de la universidad o jóvenes profesionistas con licenciatura, maestría o incluso con doctorado, se dará cuenta que no existe un entorno favorable para el crecimiento de los trabajadores, que al final también perjudica a las empresas; en el caso de los mayores se asume que ya tienen un camino recorrido y contactos como para moverse entre empresas, pero aquí le dejo dos ejemplos de empleos “complicados” que se pueden ver en la red social de profesionistas LinkedIn en el que las empresas están notablemente buscando a “todólogos” debido a la posible falta de crecimiento económico…

Primer empleo: “Desarrollador web, licenciado en informática o telecomunicaciones o afín, con al menos tres años de experiencia, con conocimiento comprobable en Java, HTML, JavaScript, CSS3, jQuery, XML, PHP, Phyton, Ruby, Magento, Wordpress, Joomla, Photoshop e Illustrator, y con manejo de herramientas para gestionar contenido como Prezi, Slideshare y Moodle, y con certificaciones en C# y Java, y bilingüe”. Nadie domina todo eso. En términos futbolísticos esta oferta de trabajo sería algo así como que una misma persona tire un centro desde la banda y lo vaya a rematar al área chica.


Segundo empleo: “Marketing digital, licenciado en mercadotecnia o comunicación, con experiencia comprobable, con maestría deseable, con certificaciones de Google Ads, con manejo de analítica, conocimiento de diseño web, SEO y SEM, con manejo de programas de diseño como Photoshop, Illustrator, InDesign, Premier Pro y After Effects, y bilingüe”. Aquí incluso están juntando dos o más profesiones en una: mercadotecnia, comunicación y diseño, y es humanamente imposible licenciarse de tres profesiones al mismo tiempo.

La economía ya está dando malas señales y el empleo no tarda en comenzar a dar malas señales porque los requerimientos de las empresas podrían ser demasiados para cubrir tanto con poco, y nadie domina todo, y más teniendo en cuenta que en la vida profesional de un trabajador, este se va haciendo experto y perfeccionando una habilidad, pero haciéndose un ignorante en todas las demás. Las políticas económicas y laborales se están enfocando en destruir, y para eso no se requiere talento. Es más fácil destruir que construir.

Es más fácil destruir que construir

La semana pasada, otra vez, el Banco de México bajó las expectativas de crecimiento económico para el 2019 a un rango de entre 0.8 y 1.8 por ciento, una cifra muy por debajo del 4 por ciento prometido por el actual presidente Andrés Manuel López Obrador, pero incluso también ya por debajo del 2.4 por ciento de crecimiento promedio anual del expresidente Enrique Peña Nieto, con quien de acuerdo a los datos del INEGI, se registró el mayor crecimiento económico del país desde el sexenio del expresidente Ernesto Zedillo Ponce de León.

Las consecuencias pueden ser muchas o incluso pueden ser todas: caída del empleo formal, caída de los salarios, subida de los precios, cierre de empresas, caída en la inversión extranjera directa, aumento del empleo informal, caída en la recaudación fiscal, deficiencia en los servicios públicos, aumento de la indigencia y evidentemente, para mantener el gasto generado por los programas de asistencia social solo habrá dos opciones: aumentarlos impuestos o endeudar al país.

A todo esto hay que sumarle la postura del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, que ha amenazado con imponer aranceles a determinados productos si México no detiene el flujo de migrantes centroamericanos; esta postura ya generó una subida en el dólar, lo que demuestra claramente que el dólar jamás se mantuvo por la fortaleza de Andrés Manuel López Obrador sino por la debilidad de Donald Trump, hablando de la debilidad política por las diversas peleas del presidente estadounidense porque en cuanto a la economía, los estadounidenses están muy bien.

Las consecuencias ya se están viendo pero no solo a nivel macroeconómico, sino al nivel de la gente de la calle: la gasolina no ha bajado de precio, los precios de los productos de la canasta básica están subiendo, las ventas de automóviles han bajado, entre otras cosas, lo cual indica que los ciudadanos tendrán que cuidar el dinero más que antes pero el trabajo también porque ante el “apretón” al que se pueden ver sometidas algunas empresas, cada vez les exigirán a los trabajadores más por menos, lo que perjudica no solo a quienes cuentan con un empleo formal sino que perjudica más a los talentos emergentes en diversas áreas.

Si usted revisa las ofertas de trabajo que tienen quienes están a punto de egresar de la universidad o jóvenes profesionistas con licenciatura, maestría o incluso con doctorado, se dará cuenta que no existe un entorno favorable para el crecimiento de los trabajadores, que al final también perjudica a las empresas; en el caso de los mayores se asume que ya tienen un camino recorrido y contactos como para moverse entre empresas, pero aquí le dejo dos ejemplos de empleos “complicados” que se pueden ver en la red social de profesionistas LinkedIn en el que las empresas están notablemente buscando a “todólogos” debido a la posible falta de crecimiento económico…

Primer empleo: “Desarrollador web, licenciado en informática o telecomunicaciones o afín, con al menos tres años de experiencia, con conocimiento comprobable en Java, HTML, JavaScript, CSS3, jQuery, XML, PHP, Phyton, Ruby, Magento, Wordpress, Joomla, Photoshop e Illustrator, y con manejo de herramientas para gestionar contenido como Prezi, Slideshare y Moodle, y con certificaciones en C# y Java, y bilingüe”. Nadie domina todo eso. En términos futbolísticos esta oferta de trabajo sería algo así como que una misma persona tire un centro desde la banda y lo vaya a rematar al área chica.


Segundo empleo: “Marketing digital, licenciado en mercadotecnia o comunicación, con experiencia comprobable, con maestría deseable, con certificaciones de Google Ads, con manejo de analítica, conocimiento de diseño web, SEO y SEM, con manejo de programas de diseño como Photoshop, Illustrator, InDesign, Premier Pro y After Effects, y bilingüe”. Aquí incluso están juntando dos o más profesiones en una: mercadotecnia, comunicación y diseño, y es humanamente imposible licenciarse de tres profesiones al mismo tiempo.

La economía ya está dando malas señales y el empleo no tarda en comenzar a dar malas señales porque los requerimientos de las empresas podrían ser demasiados para cubrir tanto con poco, y nadie domina todo, y más teniendo en cuenta que en la vida profesional de un trabajador, este se va haciendo experto y perfeccionando una habilidad, pero haciéndose un ignorante en todas las demás. Las políticas económicas y laborales se están enfocando en destruir, y para eso no se requiere talento. Es más fácil destruir que construir.