/ miércoles 22 de junio de 2022

Esperanza para días grises

A propósito de las lluvias que por fin han ido apareciendo en algunos puntos del estado dándonos esperanza, decía Roger Miller que “Algunas personas caminan bajo la lluvia… otras simplemente se mojan”.

Lo anterior sale a colación ya que el tema del agua y su manejo eficiente y racional es una cuestión que requiere de nuestra participación activa y propositiva. En entregas anteriores hemos manejado cifras en torno a este tema que es tan complejo como vital, sin embargo, en este caso como ya se adelantó, que estas letras sirvan de inspiración para actuar de manera corresponsable –deje usted ya por suplir deficiencias del sector público- por nosotros mismos como una comunidad.

Como ya se ha dicho, la intención queda fuera de generar alarma alguna, sino promover y concientizar acerca de la omisión de prácticas que, de implementarse, serán benéficas y pueden apoyar a mitigar en alguna medida, el desabasto de agua para quienes somos usuarios domésticos de dicho servicio.

En este sentido, la captación de agua de lluvia a través del equipo necesario representa una estrategia integral potencialmente efectiva y asequible para la recarga de los mantos acuíferos y para mitigar la sobreexplotación de los mismos, ayudando a su vez a evitar inundaciones al ser un sistema de regulación que permite incluso la mejora de la calidad del agua.

Del total del agua de lluvia que recibe nuestro país, sólo alrededor de un 5% se infiltra en el subsuelo para recargar los acuíferos; como ya se ha planteado, en el caso de Chihuahua, casi la totalidad de la demanda de agua de los diferentes sectores se cubre con agua extraída de los mantos subterráneos.

En este sentido, la Ley de Asentamientos Humanos del estado ya contempla en sus disposiciones, la necesidad de dotar de infraestructura que permita la recarga de mantos, tales como lo pueden ser los pozos de absorción y las áreas de captación de agua de lluvia, así como la implementación de diques en zonas topográficas irregulares, con el fin de regular y dirigir los caudales.

Una de las grandes ventajas de los pozos de absorción es que tienen la doble función de desalojar el agua de lluvia, principalmente de fraccionamientos y comercios, por lo que logran disminuir el riesgo de inundación, a la vez que contribuyen a la recarga de los mantos.

Desde 2004 el Plan Sectorial de Manejo de Agua Pluvial ha contemplado la recomendación de dichas obras, al igual que diversos operadores de agua… pero entonces es que el objetivo del presente artículo se vuelve una invitación: hagamos exigible las obras a aquellas autoridades y desarrolladores de vivienda para que esto sea una realidad, y si nos es posible, implementemos de manera doméstica, mecanismos que nos permitan captar el agua de estas lluvias y darles mayor utilidad.

No sólo hay que mojarnos, sino que hay que hacer camino en las pocas pero muy valiosas lluvias que nos dan más que esperanza, un motivo.

Economista. Diputado local

A propósito de las lluvias que por fin han ido apareciendo en algunos puntos del estado dándonos esperanza, decía Roger Miller que “Algunas personas caminan bajo la lluvia… otras simplemente se mojan”.

Lo anterior sale a colación ya que el tema del agua y su manejo eficiente y racional es una cuestión que requiere de nuestra participación activa y propositiva. En entregas anteriores hemos manejado cifras en torno a este tema que es tan complejo como vital, sin embargo, en este caso como ya se adelantó, que estas letras sirvan de inspiración para actuar de manera corresponsable –deje usted ya por suplir deficiencias del sector público- por nosotros mismos como una comunidad.

Como ya se ha dicho, la intención queda fuera de generar alarma alguna, sino promover y concientizar acerca de la omisión de prácticas que, de implementarse, serán benéficas y pueden apoyar a mitigar en alguna medida, el desabasto de agua para quienes somos usuarios domésticos de dicho servicio.

En este sentido, la captación de agua de lluvia a través del equipo necesario representa una estrategia integral potencialmente efectiva y asequible para la recarga de los mantos acuíferos y para mitigar la sobreexplotación de los mismos, ayudando a su vez a evitar inundaciones al ser un sistema de regulación que permite incluso la mejora de la calidad del agua.

Del total del agua de lluvia que recibe nuestro país, sólo alrededor de un 5% se infiltra en el subsuelo para recargar los acuíferos; como ya se ha planteado, en el caso de Chihuahua, casi la totalidad de la demanda de agua de los diferentes sectores se cubre con agua extraída de los mantos subterráneos.

En este sentido, la Ley de Asentamientos Humanos del estado ya contempla en sus disposiciones, la necesidad de dotar de infraestructura que permita la recarga de mantos, tales como lo pueden ser los pozos de absorción y las áreas de captación de agua de lluvia, así como la implementación de diques en zonas topográficas irregulares, con el fin de regular y dirigir los caudales.

Una de las grandes ventajas de los pozos de absorción es que tienen la doble función de desalojar el agua de lluvia, principalmente de fraccionamientos y comercios, por lo que logran disminuir el riesgo de inundación, a la vez que contribuyen a la recarga de los mantos.

Desde 2004 el Plan Sectorial de Manejo de Agua Pluvial ha contemplado la recomendación de dichas obras, al igual que diversos operadores de agua… pero entonces es que el objetivo del presente artículo se vuelve una invitación: hagamos exigible las obras a aquellas autoridades y desarrolladores de vivienda para que esto sea una realidad, y si nos es posible, implementemos de manera doméstica, mecanismos que nos permitan captar el agua de estas lluvias y darles mayor utilidad.

No sólo hay que mojarnos, sino que hay que hacer camino en las pocas pero muy valiosas lluvias que nos dan más que esperanza, un motivo.

Economista. Diputado local