/ jueves 24 de diciembre de 2020

¡Felices fiestas!

Sin duda alguna las fiestas decembrinas son un buen pretexto para festejar, procurar a la familia, recurrir a las viejas amistades, reflexionar sobre lo hecho y pensar sobre lo que vendrá, en esta ocasión todo bajo parámetros sanitarios. Para nadie es un secreto que el año por concluir se quedará grabado en el ideario colectivo como el de la pandemia, a través de los últimos nueve meses hemos aprendido a sobrevivir en medio de la contingencia sanitaria que trastocó nuestra cotidianidad. Los más afortunados se quejan del encierro, de la falta de recreación o de los cierres de los cruces fronterizos, el infortunio alcanzó a quienes vieron fallecer a un familiar o algún ser querido, perdieron su empleo o sufren secuelas por contagiarse del Covid – 19. Como en todo asunto de interés público, la polémica, el debate y los señalamientos -justificados o no- relativos a la gestión desde el gobierno de la pandemia no estuvieron ausentes, bien por ello.

Una de las muchas tradiciones de la temporada es hacer explícito lo que se espera al corto plazo, pues bien, a unos días de finalizar el 2020 y de comenzar el 2021 me gustaría que en los próximos 12 meses como sociedad experimentáramos lo siguiente:

· Fin de la contingencia sanitaria. Es justo dejar atrás las promesas de “curvas aplanadas”, afortunadamente las gestiones desde el gobierno han fructificado y desde ayer comenzó a fluir la entrega de las preciadas vacunas, cierto es que el hecho representa apenas el principio de un reto por demás complejo, vacunar al total de la población en todo el territorio nacional. De acuerdo a los resultados de las diversas medidas tomadas en el mundo entero, la vacuna es la única solución, esperemos que la estrategia de distribución se ubique a la altura de la necesidad. Del éxito o fracaso de las decisiones tomadas depende el regreso a la añorada cotidianidad.

· Proceso electoral democrático. El próximo año experimentaremos en Chihuahua el segundo proceso electoral concurrente, es decir, se elegirán autoridades estatales y federales, muy interesante si consideramos las matices: el Presidente de la República con muy alto porcentaje de aprobación, la economía en crisis, disputa en extremo por el partido en el poder estatal y la tendencia a priori de que la contienda por el electorado estatal se centrará en dos actores: Partido Acción Nacional y Movimiento de Regeneración Ciudadana. Afortunadamente se cuenta con instituciones garantes del proceso sólidas, producto de muchos años de exigencia social por la democracia, tanto el Instituto Estatal Electoral como el Nacional Electoral cuentan con el respaldo y recursos suficientes para garantizar la equidad, incentivar la participación y hacer valer la decisión del electorado.

· Respeto y tolerancia a la diversidad, no a la polarización. Los problemas nacionales y sus diversas alternativas de solución implican el mayor involucramiento y por ende, levantan diálogo y polémica. Las descalificaciones, manipulación de la información, acusaciones sin sustento o el engaño para desprestigiar a la otredad solamente abonan al descrédito de la política y alimentan la hipótesis de que polarizar es la estrategia que mejores réditos genera, si bien es correcto afirmar que la defensa de posturas político – ideológicas implica debatir, no requiere per se de la polarización. Exigimos sensatez, equilibrio, prudencia, negociación que también son atributos de lo político.

· Más y mejor infraestructura urbana. En los últimos meses las y los juarenses hemos sufrido del caos vial, transitar por las avenidas Ejército Nacional, Juan Pablo II, Francisco Villarreal, Las Torres o Paseo Triunfo de la República se convierte en dolor de cabeza por la lentitud que conlleva, sin embargo, es señal de inversión pública para infraestructura urbana necesaria para mejora la movilidad de nuestra ciudad. Esperemos que el año entrante veamos culminar esas obras y atestigüemos el inicio de otras tantas, Ciudad Juárez merece distribuidores viales, pasos peatonales, rutas troncales, ciclovías, parques y espacios públicos, por supuesto que también exigimos transparencia y rendición de cuentas en el manejo de la hacienda pública.

Pero sobretodo espero que la paz se apodere de los hogares, ha sido un año de aprendizaje, de pérdidas, de incertidumbre, como sociedad ya hemos salido de semejantes escenarios, pareciera que la adversidad es un destino recurrente. Pero no todo es negativo, después de todo no ha sido un año tan malo, feliz navidad y próspero 2021!


Sin duda alguna las fiestas decembrinas son un buen pretexto para festejar, procurar a la familia, recurrir a las viejas amistades, reflexionar sobre lo hecho y pensar sobre lo que vendrá, en esta ocasión todo bajo parámetros sanitarios. Para nadie es un secreto que el año por concluir se quedará grabado en el ideario colectivo como el de la pandemia, a través de los últimos nueve meses hemos aprendido a sobrevivir en medio de la contingencia sanitaria que trastocó nuestra cotidianidad. Los más afortunados se quejan del encierro, de la falta de recreación o de los cierres de los cruces fronterizos, el infortunio alcanzó a quienes vieron fallecer a un familiar o algún ser querido, perdieron su empleo o sufren secuelas por contagiarse del Covid – 19. Como en todo asunto de interés público, la polémica, el debate y los señalamientos -justificados o no- relativos a la gestión desde el gobierno de la pandemia no estuvieron ausentes, bien por ello.

Una de las muchas tradiciones de la temporada es hacer explícito lo que se espera al corto plazo, pues bien, a unos días de finalizar el 2020 y de comenzar el 2021 me gustaría que en los próximos 12 meses como sociedad experimentáramos lo siguiente:

· Fin de la contingencia sanitaria. Es justo dejar atrás las promesas de “curvas aplanadas”, afortunadamente las gestiones desde el gobierno han fructificado y desde ayer comenzó a fluir la entrega de las preciadas vacunas, cierto es que el hecho representa apenas el principio de un reto por demás complejo, vacunar al total de la población en todo el territorio nacional. De acuerdo a los resultados de las diversas medidas tomadas en el mundo entero, la vacuna es la única solución, esperemos que la estrategia de distribución se ubique a la altura de la necesidad. Del éxito o fracaso de las decisiones tomadas depende el regreso a la añorada cotidianidad.

· Proceso electoral democrático. El próximo año experimentaremos en Chihuahua el segundo proceso electoral concurrente, es decir, se elegirán autoridades estatales y federales, muy interesante si consideramos las matices: el Presidente de la República con muy alto porcentaje de aprobación, la economía en crisis, disputa en extremo por el partido en el poder estatal y la tendencia a priori de que la contienda por el electorado estatal se centrará en dos actores: Partido Acción Nacional y Movimiento de Regeneración Ciudadana. Afortunadamente se cuenta con instituciones garantes del proceso sólidas, producto de muchos años de exigencia social por la democracia, tanto el Instituto Estatal Electoral como el Nacional Electoral cuentan con el respaldo y recursos suficientes para garantizar la equidad, incentivar la participación y hacer valer la decisión del electorado.

· Respeto y tolerancia a la diversidad, no a la polarización. Los problemas nacionales y sus diversas alternativas de solución implican el mayor involucramiento y por ende, levantan diálogo y polémica. Las descalificaciones, manipulación de la información, acusaciones sin sustento o el engaño para desprestigiar a la otredad solamente abonan al descrédito de la política y alimentan la hipótesis de que polarizar es la estrategia que mejores réditos genera, si bien es correcto afirmar que la defensa de posturas político – ideológicas implica debatir, no requiere per se de la polarización. Exigimos sensatez, equilibrio, prudencia, negociación que también son atributos de lo político.

· Más y mejor infraestructura urbana. En los últimos meses las y los juarenses hemos sufrido del caos vial, transitar por las avenidas Ejército Nacional, Juan Pablo II, Francisco Villarreal, Las Torres o Paseo Triunfo de la República se convierte en dolor de cabeza por la lentitud que conlleva, sin embargo, es señal de inversión pública para infraestructura urbana necesaria para mejora la movilidad de nuestra ciudad. Esperemos que el año entrante veamos culminar esas obras y atestigüemos el inicio de otras tantas, Ciudad Juárez merece distribuidores viales, pasos peatonales, rutas troncales, ciclovías, parques y espacios públicos, por supuesto que también exigimos transparencia y rendición de cuentas en el manejo de la hacienda pública.

Pero sobretodo espero que la paz se apodere de los hogares, ha sido un año de aprendizaje, de pérdidas, de incertidumbre, como sociedad ya hemos salido de semejantes escenarios, pareciera que la adversidad es un destino recurrente. Pero no todo es negativo, después de todo no ha sido un año tan malo, feliz navidad y próspero 2021!