/ viernes 29 de noviembre de 2024

Festejemos la Reforma Judicial 

El gran número de profesionales del derecho que se registraron para contender por un cargo en el Poder Judicial de la Federación confirma el interés de los mexicanos por sanear y fortalecer el sistema judicial a nivel nacional. Se trata de una respuesta histórica e inédita.

El entusiasmo por participar en este proceso superó todas las expectativas de quienes apoyaron la iniciativa de reforma constitucional promulgada el pasado mes de septiembre, lo cual, considero, responde al impacto positivo que tuvieron entre los aspirantes las nuevas medidas de democratización y transparencia que contempla la selección de los futuros funcionarios judiciales.

En total, fueron más de 34 mil personas las que se inscribieron a nivel nacional para contender por cargos en el Poder Judicial Federal (PJF) ante cada uno de los tres poderes de la Unión. El Poder Ejecutivo recibió 18 mil 447 solicitudes, mientras que el Legislativo registró11 mil 904 y el Judicial 3 mil 805.

La elección de los integrantes del PJF mediante voto popular, que se llevará a cabo el primero de junio de 2025, busca aumentar la participación ciudadana en la selección de jueces y magistrados, y generar mayor legitimidad democrática, ya que, al ser elegidos por el pueblo, contarán con un mandato directo de los ciudadanos, lo que seguramente reforzará su autonomía.

Al involucrarse los ciudadanos activamente en la elección, se reducirá la percepción de influencias políticas o de favoritismos en los nombramientos, lo que pretende fortalecer la confianza pública y fomentar la percepción de independencia del Poder Judicial y lograr que sea más representativo.

En Chihuahua, en total, se elegirán el próximo día primero de junio 25 cargos, de los cuales 12 corresponden a magistraturas y 13 a jueces, todos con jurisdicción en las ciudades de Juárez y Chihuahua.

En la ciudad capital se renovarán 2 magistraturas de Colegiado de Apelación, 4 de Tribunal Colegiado de Circuito Civil y del Trabajo, uno de Tribunal Colegiado de Circuito Penal y Administrativo, así como 6 jueces; mientras que en Ciudad Juárez serán renovadas una magistratura de Colegiado de Apelación, 4 de Tribunal Colegiado de Circuito y 7 jueces.

Para alcanzar el éxito en este proceso se debe evitar a toda costa exponer a los candidatos a campañas influenciadas por intereses económicos o políticos que pudieran comprometer su imparcialidad, y que se prioricen la experiencia y la competencia técnica sobre la popularidad. Para ello, se requiere un marco regulatorio sólido que garantice que los candidatos sean seleccionados con base en su mérito, experiencia y conocimiento, y no por factores externos. Las leyes secundarias que tienen ese fin ya fueron presentadas para su aprobación por los legisladores.

La ejecución de esta reforma debe ser motivo de festejo para todos los mexicanos, sobre todo considerando que, previo a su aprobación, el acceso a los cargos del PJF en México enfrentaba diversos obstáculos relacionados con el sistema de designación y las condiciones institucionales, que impedían que muchas personas con capacidad y experiencia pudieran aspirar a un cargo en esa instancia.

Antes, el presidente de la República presentaba propuestas para los nombramientos de jueces y magistrados, que debían ser ratificadas por el Senado, lo cual dejaba espacio para que, mediante acuerdos partidistas y favorecimientos personales, los nombramientos recayeran en decisiones políticas que comprometían la independencia judicial.

Era común que familiares de funcionarios judiciales o personas con influencias dentro del sistema obtuvieran cargos, cerrando las puertas a candidatos externos altamente calificados, además de que el sistema de ascenso interno daba prioridad a la antigüedad sobre la capacidad, limitando la profesionalización.

La percepción generalizada era la de un Poder Judicial elitista e inaccesible que fomentaba la desconfianza en los ciudadanos. La reforma en curso abre espacios para una justicia más inclusiva y libre de influencias políticas, lo que representa un avance significativo que, insisto, debemos festejar.


El gran número de profesionales del derecho que se registraron para contender por un cargo en el Poder Judicial de la Federación confirma el interés de los mexicanos por sanear y fortalecer el sistema judicial a nivel nacional. Se trata de una respuesta histórica e inédita.

El entusiasmo por participar en este proceso superó todas las expectativas de quienes apoyaron la iniciativa de reforma constitucional promulgada el pasado mes de septiembre, lo cual, considero, responde al impacto positivo que tuvieron entre los aspirantes las nuevas medidas de democratización y transparencia que contempla la selección de los futuros funcionarios judiciales.

En total, fueron más de 34 mil personas las que se inscribieron a nivel nacional para contender por cargos en el Poder Judicial Federal (PJF) ante cada uno de los tres poderes de la Unión. El Poder Ejecutivo recibió 18 mil 447 solicitudes, mientras que el Legislativo registró11 mil 904 y el Judicial 3 mil 805.

La elección de los integrantes del PJF mediante voto popular, que se llevará a cabo el primero de junio de 2025, busca aumentar la participación ciudadana en la selección de jueces y magistrados, y generar mayor legitimidad democrática, ya que, al ser elegidos por el pueblo, contarán con un mandato directo de los ciudadanos, lo que seguramente reforzará su autonomía.

Al involucrarse los ciudadanos activamente en la elección, se reducirá la percepción de influencias políticas o de favoritismos en los nombramientos, lo que pretende fortalecer la confianza pública y fomentar la percepción de independencia del Poder Judicial y lograr que sea más representativo.

En Chihuahua, en total, se elegirán el próximo día primero de junio 25 cargos, de los cuales 12 corresponden a magistraturas y 13 a jueces, todos con jurisdicción en las ciudades de Juárez y Chihuahua.

En la ciudad capital se renovarán 2 magistraturas de Colegiado de Apelación, 4 de Tribunal Colegiado de Circuito Civil y del Trabajo, uno de Tribunal Colegiado de Circuito Penal y Administrativo, así como 6 jueces; mientras que en Ciudad Juárez serán renovadas una magistratura de Colegiado de Apelación, 4 de Tribunal Colegiado de Circuito y 7 jueces.

Para alcanzar el éxito en este proceso se debe evitar a toda costa exponer a los candidatos a campañas influenciadas por intereses económicos o políticos que pudieran comprometer su imparcialidad, y que se prioricen la experiencia y la competencia técnica sobre la popularidad. Para ello, se requiere un marco regulatorio sólido que garantice que los candidatos sean seleccionados con base en su mérito, experiencia y conocimiento, y no por factores externos. Las leyes secundarias que tienen ese fin ya fueron presentadas para su aprobación por los legisladores.

La ejecución de esta reforma debe ser motivo de festejo para todos los mexicanos, sobre todo considerando que, previo a su aprobación, el acceso a los cargos del PJF en México enfrentaba diversos obstáculos relacionados con el sistema de designación y las condiciones institucionales, que impedían que muchas personas con capacidad y experiencia pudieran aspirar a un cargo en esa instancia.

Antes, el presidente de la República presentaba propuestas para los nombramientos de jueces y magistrados, que debían ser ratificadas por el Senado, lo cual dejaba espacio para que, mediante acuerdos partidistas y favorecimientos personales, los nombramientos recayeran en decisiones políticas que comprometían la independencia judicial.

Era común que familiares de funcionarios judiciales o personas con influencias dentro del sistema obtuvieran cargos, cerrando las puertas a candidatos externos altamente calificados, además de que el sistema de ascenso interno daba prioridad a la antigüedad sobre la capacidad, limitando la profesionalización.

La percepción generalizada era la de un Poder Judicial elitista e inaccesible que fomentaba la desconfianza en los ciudadanos. La reforma en curso abre espacios para una justicia más inclusiva y libre de influencias políticas, lo que representa un avance significativo que, insisto, debemos festejar.


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