/ jueves 3 de septiembre de 2020

Fuera de Agenda | El mercado manda

Dos de los decomisos de droga en el sureste del país reportados en los últimos días muestran que las redes del narcotráfico permanecen intocables por el gobierno federal, pese a que tienen información de inteligencia de tiempo atrás sobre los líderes y sus estructuras de protección en esta zona.

El primer golpe lo dio el Ejército el sábado 29 de agosto en el aeropuerto de Palenque, Chiapas, una terminal cuya actividad en el trasiego de droga ha crecido en el actual sexenio. En este sitio los militares aseguraron una tonelada 356 kilos de cocaina que venía en 41 costales a bordo de una aeronave presumiblemente proveniente de Venezuela. El monto del decomiso ascendió a poco mas de 368 millones de pesos.

El segundo suceso ocurrió el pasado martes por la noche en altamar, frente a las costas de Mahahual, Quintana Roo, donde la Marina detectó el ingreso a aguas nacionales de una lancha rápida donde tres individuos transportaban dos toneladas 960 kilogramos de cocaína. El golpe se contabilizó por arriba de los 400 millones de pesos, de acuerdo a estimaciones oficiales.

La demanda de droga en el mercado estadounidense se incrementó en estos meses de pandemia. A las altas cifras de consumo de heroína y fentanilo, la cocaína conservó su sitio de preferencia entre los adictos en la Unión Americana.

Los informes de inteligencia señalan que dos personajes con raíces en Sinaloa serían los que han usado el sureste del país para sus operaciones. En primer lugar en el Caribe mexicano se habla de José Gil Caro Quintero, primo de Rafael Caro Quintero. “Joe Gil”, como lo conocen, estuvo preso hace algunos años y salió libre en 2016. Fue uno de los operadores del clan en Sonora y Chihuahua y en los últimos años trasladó sus operaciones a la zona de las costas de Quintana Roo.

Los análisis de inteligencia registran que en la región de Palenque uno de los principales operadores sería José Olivas Chaidez, boletinado por el Departamento del Tesoro en agosto de 2016 como uno de los integrantes clave de la organización que encabeza Ismael “el Mayo” Zambada.

Olivas Chaidez vive en Chiapas desde tiempo atrás, su socio es conocido como “el Junior”, hijo de Gilberto Rivera Amarillas, un individuo que controló el trasiego en la frontera con Guatemala durante varios años hasta antes de ser detenido y morir en prisión.

Ahora su hijo, en alianza con Olivas Chaidez, son los que mantienen la hegemonía, según los reportes, debido a los pactos que tienen con los mandos de la Policía Estatal Preventiva, el delegado de la Agencia de Investigación Criminal y los responsables de caminos y aeropuertos en la entidad que forman parte de la Guardia Nacional.

Llama la atención que su red de intereses se extienda a otras entidades como Puebla, donde laboran en la Secretaría de Seguridad Pública funcionarios que antes tuvieron puestos de mando en la Fiscalia General de Justicia de Chiapas.

La historia no contada detrás de estos dos decomisos podría empezar a deshilvanar la red de intereses oficiales alrededor de los cabecillas del narco en la región.

@velediaz424

Dos de los decomisos de droga en el sureste del país reportados en los últimos días muestran que las redes del narcotráfico permanecen intocables por el gobierno federal, pese a que tienen información de inteligencia de tiempo atrás sobre los líderes y sus estructuras de protección en esta zona.

El primer golpe lo dio el Ejército el sábado 29 de agosto en el aeropuerto de Palenque, Chiapas, una terminal cuya actividad en el trasiego de droga ha crecido en el actual sexenio. En este sitio los militares aseguraron una tonelada 356 kilos de cocaina que venía en 41 costales a bordo de una aeronave presumiblemente proveniente de Venezuela. El monto del decomiso ascendió a poco mas de 368 millones de pesos.

El segundo suceso ocurrió el pasado martes por la noche en altamar, frente a las costas de Mahahual, Quintana Roo, donde la Marina detectó el ingreso a aguas nacionales de una lancha rápida donde tres individuos transportaban dos toneladas 960 kilogramos de cocaína. El golpe se contabilizó por arriba de los 400 millones de pesos, de acuerdo a estimaciones oficiales.

La demanda de droga en el mercado estadounidense se incrementó en estos meses de pandemia. A las altas cifras de consumo de heroína y fentanilo, la cocaína conservó su sitio de preferencia entre los adictos en la Unión Americana.

Los informes de inteligencia señalan que dos personajes con raíces en Sinaloa serían los que han usado el sureste del país para sus operaciones. En primer lugar en el Caribe mexicano se habla de José Gil Caro Quintero, primo de Rafael Caro Quintero. “Joe Gil”, como lo conocen, estuvo preso hace algunos años y salió libre en 2016. Fue uno de los operadores del clan en Sonora y Chihuahua y en los últimos años trasladó sus operaciones a la zona de las costas de Quintana Roo.

Los análisis de inteligencia registran que en la región de Palenque uno de los principales operadores sería José Olivas Chaidez, boletinado por el Departamento del Tesoro en agosto de 2016 como uno de los integrantes clave de la organización que encabeza Ismael “el Mayo” Zambada.

Olivas Chaidez vive en Chiapas desde tiempo atrás, su socio es conocido como “el Junior”, hijo de Gilberto Rivera Amarillas, un individuo que controló el trasiego en la frontera con Guatemala durante varios años hasta antes de ser detenido y morir en prisión.

Ahora su hijo, en alianza con Olivas Chaidez, son los que mantienen la hegemonía, según los reportes, debido a los pactos que tienen con los mandos de la Policía Estatal Preventiva, el delegado de la Agencia de Investigación Criminal y los responsables de caminos y aeropuertos en la entidad que forman parte de la Guardia Nacional.

Llama la atención que su red de intereses se extienda a otras entidades como Puebla, donde laboran en la Secretaría de Seguridad Pública funcionarios que antes tuvieron puestos de mando en la Fiscalia General de Justicia de Chiapas.

La historia no contada detrás de estos dos decomisos podría empezar a deshilvanar la red de intereses oficiales alrededor de los cabecillas del narco en la región.

@velediaz424