La universidad siempre se ha relacionado con los proceso de gobernanza y democracia y electoral ya que han formado parte de muchos análisis y debates en el terreno académico universitario, más recientemente el primero y de larga data el segundo. Tanto la gobernanza como la democracia electoral tienen que ver con la forma en que se conducen no sólo los asuntos universitarios, incluyen también las relaciones con otras instituciones de gobierno, de la sociedad en general y sobretodo con la participación activa de los ciudadanos en los asuntos públicos. La gobernanza se ha relacionado con el involucramiento de nuevos actores en la forma de ejercer el poder político, ya sea a nivel social o institucional.
Las funciones sustantivas de la universidad son la docencia, la investigación y el extensionismo, también son espacios considerados “sistema” para tratar la complejidad creciente de los problemas sociales cuya gestión involucra a variados actores que persiguen la descentralización del Estado para alcanzar la consolidación democrática mediante la inclusión de la sociedad civil y así, sentar las bases de un Estado racional, incluyente y eficiente, en las que las capacidades de empoderamiento no correspondan únicamente a la lógica gubernamental, las nuevas formas de gestión y gobernanza no significan a priori el debilitamiento de lo gubernamental a favor de lo social, particularmente en lo que se refiere a la educación en sus tipos y niveles.
Entre otros pendientes, la universidad enfrenta la exigencia de atender con prontitud y eficacia las crecientes demandas de vinculación que generen alternativas de participación ciudadana en temas de interés general, un reto interesante sobretodo si consideramos que en lo general sigue siendo una institución tradicional que debe fortalecer su capacidad de crear conocimientos por medio de la vinculación con agentes externos y al mismo tiempo respetar el pleno ejercicio de su autonomía. En este sentido, la gobernanza, en tanto estrategia para hacer más eficientes sus recursos, podría coadyuvar a fortalecer la primordialidad de las instituciones de educación superior en la generación de capacidades ciudadanas democráticas.
Un buen ejemplo de gobernanza para la democracia electoral es el diplomado “Democracia y elecciones” configurado por el Instituto Estatal Electoral, la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez y la Universidad Autónoma de Chihuahua, instituciones que por primera vez colaboran entre sí para ofrecer a la ciudadanía capacitación de calidad en la materia. El programa se compone por cuatro módulos, a lo largo de los mismos, el participante se relacionará con las corrientes teóricas – conceptuales elementales para entender la complejidad de un proceso electoral y a la vez, se capacitará para participar en los procesos democráticos, no solamente el electoral.
Ante los permanentes riesgos que enfrenta la democracia, las universidades públicas chihuahuenses cumplen con vincularse a su entorno y colocan a consideración social la capacidad de sus docentes en el tema de la educación cívica en un un espacio académico de debate plural en torno a uno de los fenómenos políticos que afrontan las sociedades contemporáneas con el objetivo de generar espacios que fortalezcan al ciudadano en condiciones óptimas para el tránsito democrático. Pretendemos abordar desde lo universitario los problemas actuales mediante la discusión de tendencias globales en materia de gobernanza, elecciones y representación política basados perspectivas multidisciplinares.
Este diplomado refleja sin duda el compromiso de los Rectores Juan Ignacio Camargo Nassar y Luis Alberto Fierro Ramírez por generar gobernanza y a su vez, confirma la disposición incluyente de las consejeras y consejeros del Instituto Estatal Electoral del Estado de Chihuahua. La gobernanza de la democracia es responsabilidad de muchas instituciones, con gusto aceptamos el reto de generar ciudadanía crítica, participativa, capacitada. Un abrazo al consejero presidente Arturo Meraz González, pronta recuperación!
