"Los sistemas de falsas creencias, pueden desarrollar lógicas que destruyen y debilitan la confianza de la sociedad"
Con las elecciones en la puerta, separar la verdad de la mentira va a ser crucial; ya que con la información oficial sostenida por los “otros datos”, suponen retos cada vez más complejos para el ejercicio periodístico en México.
Desde luego que las elecciones de este año, impondrán a los medios de comunicación un gran desafío para mostrar a la opinión pública la información confiable frente a los nuevos medios, que en este caso como sabemos algunos de ellos son militantes, pero con escaso valor periodístico .
También debemos considerar la información falsa y engañosa viralizada, que se da a conocer que se convierte en una [… realidad desinformada…] que confunde y enajena a la población a través de las redes sociales.
No podemos olvidar, que a tres años de distancia de la actual administración federal, se ha establecido una relación un tanto incomoda y ríspida con diversos medios y periodistas, a quienes se les ha etiquetado como “conservadores o adversarios” debido a los cuestionamientos que son interpretados, como una afrenta contra la información oficial.
El propósito de estos señalamientos oficiales, es tratar de debilitar la credibilidad de la prensa, que ahora resulta ser incómoda.
No podemos dejar de señalar, que recientemente en el proceso electoral que se avecina, el jefe del ejecutivo ha mostrado la intención de iniciar una confrontación con el propio Instituto Nacional Electoral, al que acusó de querer censurarlo y de atentar contra la libertad de expresión, pues este instituto demostró que la transmisión de sus conferencias, llevan un tinte de propaganda gubernamental, y obvio que su difusión está prohibida por ley durante las campañas.
Además, el presidente ha señalado a Lorenzo Córdova consejero del instituto, de haber solapado fraudes electorales y avalar prácticas antidemocráticas.
Frente a este escenario hay razones suficientes, para pensar que desde el poder, se busca socavar la confianza en los medios y en las autoridades electorales.
El argumento del presidente es haber llegado a la presidencia "a pesar" de las instituciones y "a pesar" de los periodistas que hoy critican a su gobierno, a quienes califica como enemigos.
Sin embargo con el triunfo de las elecciones de 2018, el mandatario nunca le ha concedido los méritos al INE; por el contrario, lo ubica y lo señala como un adversario político, igual sucede junto con los otros organismos autónomos y los partidos de oposición.
Que esperar de la prensa y / o medios de comunicación, que ahora estorban y son señalados, porque supuestamente distorsionan la información.
Parece olvidar que la libertad de expresión e información, son los valores más importantes de toda sociedad democrática; además constituyen un derecho fundamental, que aseguran el libre intercambio de ideas y opiniones fincadas con la verdad.
Por lo que la información distorsionada por otros medios, como redes sociales, pueden provocar confusión y enajenar a la población.
Así que existe un riesgo de que la desinformación se imponga este año, pese a que hay una enorme diversidad de medios, en contraste con otros tiempos, en los que la mayoría de ellos estaban comprometidos con una sola versión de los acontecimientos.
El mayor peligro lo tendremos en este proceso electoral que esta por suceder, en donde los personajes políticos junto con sus simpatizantes, etiqueten a otros ciudadanos como mercancía y distorsionen la información sin controlar los vericuetos de los vicios y manías de sus emociones; para que al final, queden totalmente desinformados sin apego a la verdad.
Tal parece que la política democrática, se encuentra en un estado de negación a la verdad; lo cual puede traer consecuencias.
[… Recordemos que actuamos por las ideas dirigidas por la razón, aquellas que conllevan veracidad y honestidad; virtudes que nos dignifican como sociedad…]
