Desde hace décadas los gobernantes de América se han dedicado más a enriquecerse que a sacar a sus países del Tercer Mundo, de la miseria y la ignorancia en que han vivido desde su origen como naciones independizadas de colonizadores que los sometieron.
La fiebre del oro parece haber deslumbrado a Presidentes y miembros de los gabinetes de gobierno de todo el continente americano.
Es muy raro ver casos como el de José Mujica (2010-2015), expresidente de Uruguay, quien después de dejar el cargo aún viaja en su viejo Volks Wagen 1987 por las calles de Montevideo, viaja en vuelos comerciales y recorre el mundo contando cómo fue gobernar con austeridad y decencia, cualidades que poco se encuentran en los actuales gobernantes del continente.
En Costa Rica, hace décadas, también se dio el caso de este tipo de gobernante con el Presidente Trinidad Otilio Ulate Blanco (1949-1953) quien fue atropellado por una bicicleta cuando llegaba a pie a su oficina en el Palacio de Gobierno de la capital San José.
Esos son garbanzos de a libra, porque ahora llegan con las uñas demasiado largas, con una ambición desmedida y el deseo de enriquecerse, aun a costa de empobrecer al pueblo. Después huyen hacia cualquier país del mundo, donde creen que nunca serán descubiertos.
Es poco común que un Presidente de la región deje el cargo y continúe viviendo entre el pueblo que gobernó, porque si se atreve a salir a la calle corre el riesgo de ser confrontado por cualquier ciudadano, resentido o afectado por las malas decisiones de los gobernantes, y entonces tenga que salir huyendo, como le ha ocurrido en repetidas ocasiones a Vicente Fox y Felipe Calderón, porque Enrique Peña Nieto está aislado en España.
Un caso más reciente de sencillez podría ser el de Barack Obama, Presidente de Estados Unidos (2009-2017), quien supo ocultar muy bien sus malas decisiones de gobierno y mantener el respeto de los estadounidenses que decidieron irse por la locura de Donald Trump en lugar de mantener a los demócratas en la Casa Blanca.
Obama supo venderse como un ser humano, apasionado de la familia y defensor de causas justas, empero durante su mandato fue cuando más migrantes fueron deportados, la economía cayó considerablemente y se cometieron varios abusos.
CIUDADANOS Y GOBERNANTES EN IGUALDAD ANTE LA LEY
En México, Andrés Manuel López Obrador comenzó a propagar por el país la idea de que ningún funcionario debe estar absuelto de comparecer ante el Ministerio Público o cualquier autoridad que lo requiera, lo cual ubicaría en un mismo plano al ciudadano y sus gobernantes.
Sin embargo, un sector de la clase política, adinerada y empoderada, trata de mantener sus privilegios y su nivel de vida. Se niega a dejar el fuero, que lo protege mientras delinque. Pero el pueblo aplaude e impulsa la propuesta.
La Constitución señala que las consultas populares sobre temas de trascendencia nacional deberán ser convocadas por el Congreso de la Unión a petición de, uno, el Presidente de la República; dos, el equivalente al 33 por ciento de los integrantes de cualquiera de las Cámaras o, tres, por los ciudadanos, en un número equivalente al menos al 2 por ciento de los inscritos en la lista nominal de electores.
Sin embargo, la petición deberá ser aprobada por la mayoría de cada cámara. Cuando la participación total corresponda, al menos, al 40 por ciento de los ciudadanos inscritos en la lista nominal de electores, el resultado será vinculatorio para los poderes Ejecutivo y Legislativo federales y para las autoridades competentes.
Por su parte, la Suprema Corte de Justicia de la Nación resolverá, previa convocatoria del Congreso de la Unión, sobre la constitucionalidad de la materia de la consulta; y el Instituto Nacional Electoral tendrá a su cargo la organización, desarrollo, cómputo y declaración de resultados de la misma, la cual se realizará el mismo día de la jornada electoral federal.
Aunque el Presidente de la República se había mantenido al margen, esta semana durante la conferencia mañanera aceptó que, en caso de que las firmas no sean recolectadas a tiempo ni el Congreso se ponga de acuerdo, él mismo él mismo propondrá la consulta ciudadana para enjuiciar a sus antecesores.
De momento, ya hay grupos de ciudadanos optimistas en recolectar, antes del 15 de septiembre, un millón 600 mil firmas que se requieren para que el Congreso la apruebe y envíe a la Corte para ser discutida por los ministros.
LA REVOLUCIÓN ENSEÑÓ QUE CUALQUIER PUEDE SER ASESINADO: MUÑOZ LEDO
El 22 de agosto pasado, el diputado de Morena, Porfirio Muñoz Ledo, publicó el siguiente texto:
“La conciencia pública del país despertó hace unas semanas con la sorpresa de que los gobernantes pueden ir a la cárcel durante o después de su mandato, mediante la aplicación estricta de la ley y supresión del fuero. La Revolución Mexicana probó que todos podían ser asesinados. La costumbre se rompió cuando el General Calles fue cortésmente desterrado.”
La investigación, destitución, enjuiciamiento y encarcelamiento de exmandatarios en América es un cáncer que tiene muchos años en América, 21 presidentes del continente han enfrentado alguna de estas situaciones. Tres de Guatemala; uno de El Salvador; otro de Panamá; cuatro de Perú; dos de Colombia; dos de Ecuador; cinco de Brasil; y ahora tres de México, Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto por su presunta participación en la entrega de sobornos de la constructora Odebrecht.
Algunos de los casos más sonados son el de Fernando Collor de Melo, expresidente de Brasil, destituido el 12 de octubre de 1992; Ernesto Samper, a quien el 8 de agosto de 1995, sólo un día después de rendir protesta, el Congreso inició una investigación contra el mandatario conocida como “Proceso 8.000”; el ecuatoriano Abadlá Bucaram, en aquella noche del 6-7 de febrero de 1997, el Congreso lo destituyó por “incapacidad mental para ejercer el poder”.
Célebre fue el caso de Alberto Fujimori de Perú, después de supuestamente haber gobernador bien, en noviembre de 2000 mandó una carta al parlamento peruano que al día siguiente lo declaró fuera del cargo por incapacidad moral para ejercer el poder.
Muchas destituciones que ya son un buen castigo para ese tipo de personajes siniestros de la política de Iberoamérica, pero muy pocos tocaron la cárcel como Fujimori.
En México esperamos que se haga un juicio legal para que se dejen ya de cuentos y de andarse disputando los puestos donde se enriquecen con dinero del pueblo.
Y hasta la próxima semana, en este mismo espacio.
manuelmejidot@gmail.com
