/ sábado 1 de agosto de 2020

La diáspora de la crisis

En México hemos sobrepasado los 400 mil contagios de covid-19 y 45 mil fallecidos; con estos datos nuestro país ocupa la tercera posición con mayores afectaciones después de Estados Unidos y Brasil.

Pero tal parece que esto no es relevante, ya que durante estos días, el avión presidencial sigue siendo el tema preferido de las mañaneras, señalando los excesos, privilegios y corrupción de gobiernos anteriores, desde luego sin dejar de mencionar el tema de moda en las esferas políticas de México; con las declaraciones de Emilio Lozoya, que han puesto a temblar a más de uno en la capital azteca.

La impresión simplemente, es que podría entenderse como una estrategia del gobierno federal, que forma parte del juego político y electoral que se avecina.

Desafortunadamente el mundo real es otro; y nos referimos a que la gran mayoría de la población, transita por otros vericuetos, para lograr el sustento básico para sus familias.

Sin contar las consecuencias de tanto tiempo de encierro en las familias, donde seguramente se tienen otro tipo de problemas como; estrés, miedo, ansiedad, melancolía, tristeza o incluso algo más delicado como pueden ser; la violencia y el intento de suicidio.

Lo que bien es cierto es que las estrategias populistas subestimaron a la pandemia, además de que se ignoró a los expertos y las recomendaciones internacionales.

Las consecuencias son tangibles, debido a que se tuvieron que reabrir algunas actividades comerciales en pleno pico de la pandemia, cuando las crisis; sanitaria y económica, se salieron de control afectando a la población.

Sin considerar que la semaforización podría cambiar a color rojo, debido a que en algunas regiones del país, la población tiene un comportamiento muy relajado, aumentando el riesgo de contagio, por no guardar la sana distancia, además de no usar cubrebocas y las medidas higiénicas básicas.

Hemos de insistir que cada vez hay más evidencia empírica, que demuestra la utilidad del cubrebocas para contener la infección, sobre todo en espacios cerrados.

Por otro lado, podría ser que el rechazo de aquellos que se niegan a usarlo, se califique como una conducta irracional.

De tal forma que la dimensión es muy compleja e incierta, ya que no termina de visualizarse por completo lo que estamos viviendo frente a una pandemia que sigue sin control.

Por otro lado algunos expertos creen que las dificultades son parte de la emergencia y que pasada ésta vendrá, la recuperación; pero tal parece que no será así, se han perdido en estos meses, más de una década de desarrollo y muchas de las políticas públicas adoptadas, en poco ayudaran en la recuperación.

Tan solo se han perdido un millón 200 mil empleos en cuatro meses y 12 millones de personas no tienen trabajo ni ingresos.

Frente a este escenario, no deja de asombrarnos que no haya un plan para recuperar lo perdido; la imagen de la ineficiencia es simplemente innegable e incomprensible, frente a la crisis sanitaria, económica y de seguridad, que están terminando por ser ignoradas.

Al final México será uno de los países con peores números en términos de contagios y fallecimientos del mundo.

Las cifras oficiales simplemente han dejado de asombrarnos, ya que los números del gobierno podrían estar muy lejos de la realidad.

La pregunta obligada

es:

¿Dónde nos encontramos o en qué fase estamos frente a la pandemia de coronavirus?

Las consecuencias serán profundas y difíciles de superar, recordemos que la base del desarrollo económico de cualquier región es la innovación, que conlleva un sentido de colaboración y cooperación de las áreas involucradas.

Desde luego que esta pesadilla del covid-19 va a terminar el día que se descubra la vacuna.

Así que la población está muy atenta a tres posibles tratamientos, ya que de tener éxito, podrían recibir la autorización de las autoridades sanitarias de Estados Unidos a finales de este año; referidas a la farmacéutica Moderna, la de Universidad de Oxford/AstraZeneca y la de Pfizer.

Además de otros cuatro tratamientos que son de Johnson & Johnson, Novavax, CureVac’s y Sanofi/Glaxo, que se podrían aprobar para el primer semestre de 2021; desde luego si pasan las pruebas clínicas.

Como vemos la […nueva normalidad…] se ha convertido en un escenario donde hay cada vez más preguntas y pocas respuestas.

Recordemos que todo aprendizaje es doloroso, así que ante todo no olvidemos la generosidad; virtud del ser humano que engrandece a otro ser humano, cuando la multiplica.

En México hemos sobrepasado los 400 mil contagios de covid-19 y 45 mil fallecidos; con estos datos nuestro país ocupa la tercera posición con mayores afectaciones después de Estados Unidos y Brasil.

Pero tal parece que esto no es relevante, ya que durante estos días, el avión presidencial sigue siendo el tema preferido de las mañaneras, señalando los excesos, privilegios y corrupción de gobiernos anteriores, desde luego sin dejar de mencionar el tema de moda en las esferas políticas de México; con las declaraciones de Emilio Lozoya, que han puesto a temblar a más de uno en la capital azteca.

La impresión simplemente, es que podría entenderse como una estrategia del gobierno federal, que forma parte del juego político y electoral que se avecina.

Desafortunadamente el mundo real es otro; y nos referimos a que la gran mayoría de la población, transita por otros vericuetos, para lograr el sustento básico para sus familias.

Sin contar las consecuencias de tanto tiempo de encierro en las familias, donde seguramente se tienen otro tipo de problemas como; estrés, miedo, ansiedad, melancolía, tristeza o incluso algo más delicado como pueden ser; la violencia y el intento de suicidio.

Lo que bien es cierto es que las estrategias populistas subestimaron a la pandemia, además de que se ignoró a los expertos y las recomendaciones internacionales.

Las consecuencias son tangibles, debido a que se tuvieron que reabrir algunas actividades comerciales en pleno pico de la pandemia, cuando las crisis; sanitaria y económica, se salieron de control afectando a la población.

Sin considerar que la semaforización podría cambiar a color rojo, debido a que en algunas regiones del país, la población tiene un comportamiento muy relajado, aumentando el riesgo de contagio, por no guardar la sana distancia, además de no usar cubrebocas y las medidas higiénicas básicas.

Hemos de insistir que cada vez hay más evidencia empírica, que demuestra la utilidad del cubrebocas para contener la infección, sobre todo en espacios cerrados.

Por otro lado, podría ser que el rechazo de aquellos que se niegan a usarlo, se califique como una conducta irracional.

De tal forma que la dimensión es muy compleja e incierta, ya que no termina de visualizarse por completo lo que estamos viviendo frente a una pandemia que sigue sin control.

Por otro lado algunos expertos creen que las dificultades son parte de la emergencia y que pasada ésta vendrá, la recuperación; pero tal parece que no será así, se han perdido en estos meses, más de una década de desarrollo y muchas de las políticas públicas adoptadas, en poco ayudaran en la recuperación.

Tan solo se han perdido un millón 200 mil empleos en cuatro meses y 12 millones de personas no tienen trabajo ni ingresos.

Frente a este escenario, no deja de asombrarnos que no haya un plan para recuperar lo perdido; la imagen de la ineficiencia es simplemente innegable e incomprensible, frente a la crisis sanitaria, económica y de seguridad, que están terminando por ser ignoradas.

Al final México será uno de los países con peores números en términos de contagios y fallecimientos del mundo.

Las cifras oficiales simplemente han dejado de asombrarnos, ya que los números del gobierno podrían estar muy lejos de la realidad.

La pregunta obligada

es:

¿Dónde nos encontramos o en qué fase estamos frente a la pandemia de coronavirus?

Las consecuencias serán profundas y difíciles de superar, recordemos que la base del desarrollo económico de cualquier región es la innovación, que conlleva un sentido de colaboración y cooperación de las áreas involucradas.

Desde luego que esta pesadilla del covid-19 va a terminar el día que se descubra la vacuna.

Así que la población está muy atenta a tres posibles tratamientos, ya que de tener éxito, podrían recibir la autorización de las autoridades sanitarias de Estados Unidos a finales de este año; referidas a la farmacéutica Moderna, la de Universidad de Oxford/AstraZeneca y la de Pfizer.

Además de otros cuatro tratamientos que son de Johnson & Johnson, Novavax, CureVac’s y Sanofi/Glaxo, que se podrían aprobar para el primer semestre de 2021; desde luego si pasan las pruebas clínicas.

Como vemos la […nueva normalidad…] se ha convertido en un escenario donde hay cada vez más preguntas y pocas respuestas.

Recordemos que todo aprendizaje es doloroso, así que ante todo no olvidemos la generosidad; virtud del ser humano que engrandece a otro ser humano, cuando la multiplica.