/ lunes 10 de febrero de 2020

La guerra de las gasolina

Por un lado, nos dicen que están cerradas porque venden litros de a litros o litros completos. La sentencia es definitoria, estamos viviendo una nueva “guerra de las colas” pero ahora con las gasolinas. El texto reveló los secretos que mantuvieron tanto “Coca Cola” como la “Pepsi Cola” por el mercado estadounidense. El autor de “La guerra de las colas”, Roger Enrico, narró cómo la batalla publicitaria y administrativa llevó casi a la quiebra a uno de los más poderosos emporios de las gaseosas en Estados Unidos.

Al parecer, los empresarios de las gaseras en Juárez han declarado la guerra a la empresaria Alejandra de la Vega Arizpe quien de una manera u otra ha ido posicionando en cada uno de los Súper del Río una serie de maquinas expendedoras de gasolina. No es raro, poseen una fuente de combustibles muy importantes y la gasolina es importada desde Estados Unidos. Dicen usuarios, que esa gasolina dura más y por ello vemos las largas filas que tienen durante el día y la noche.

La pregunta es ¿Cuál es el trasfondo de la guerra de las gaseras en Ciudad Juárez? La respuesta no es fácil, sin embargo, podemos decir que no se antoja un final feliz en esta nueva lucha de los empresarios fronterizos. También resulta intrigante que sólo su nombre destaque de entre todos los actores que participan en el conflicto. Debemos recordar que su padre heredó a la familia un emporio con la cervecería Carta Blanca y además una red que abarca todos los caminos de Ciudad Juárez de tiendas de conveniencia. Ella es capaz de mezclarse entre la afición del equipo “Bravos de Ciudad Juárez” y tomarse fotos y selfies con los apasionados de los integrantes de las porras de la localidad, tiene carisma.

Digno de decir también, ella goza de fama y fortuna en el gabinete del gobernador Javier Corral Jurado, destaca a nivel nacional por ser la única mujer empresaria dueña de un club de fútbol en la Liga MX dentro del máximo circuito en México. Es decir, no es una empresaria novata a la que le pueden asustar un par de amparos o bien una simple amenaza de los grupos económicos del sector. Los empresarios de la frontera tienen maneras diferentes para resolver sus problemas económicos financieros, comerciales y familiares. La guerra va para largo.

Michael Jackson inclinó la balanza en un comercial en un anuncio de escasos segundos. Lo vieron más de 83 millones de personas, el patrocinio de Pepsi Cola, marcaba la gran diferencia entre las nuevas generaciones. Era el “dios” de la publicidad y en la década de 1980 puso en serios problemas al monopolio de la industria de las gaseosas de Coca Cola. En ese escenario, hoy estamos viendo cómo hay una guerra entre gaseras que gastaran millones de dólares por mantener y controlar los puntos de venta de las gasolinas. El caso llamó la atención de los medios de comunicación a nivel nacional.

Arco, la empresa gasera ha sido exhibida por prácticas desleales por parte de empresarios gasolineros, quienes han sostenido que no se han respetado los límites espaciales que la norma municipal establece para la ubicación de los expendios. Para nadie es desconocido que existen trampas en las bombas, que no surten el litro completo, principal arma de defensa de la dueña de Arco y así en cada una de las gasolineras clausuradas ha puesto las leyendas de clausurado por ese motivo.

La defensa no sólo es jurídica, es comercial y propagandística pues hasta el momento la percepción es que la empresaria va ganando la batalla en las ventas. Sería recomendable que ambas partes de empresarios se pongan en una mesa de negociación y no lleguen a un punto del conflicto incivilizado y desastroso en donde todos pierdan como en “La guerra de los Roses” de Warren Adler.

Por un lado, nos dicen que están cerradas porque venden litros de a litros o litros completos. La sentencia es definitoria, estamos viviendo una nueva “guerra de las colas” pero ahora con las gasolinas. El texto reveló los secretos que mantuvieron tanto “Coca Cola” como la “Pepsi Cola” por el mercado estadounidense. El autor de “La guerra de las colas”, Roger Enrico, narró cómo la batalla publicitaria y administrativa llevó casi a la quiebra a uno de los más poderosos emporios de las gaseosas en Estados Unidos.

Al parecer, los empresarios de las gaseras en Juárez han declarado la guerra a la empresaria Alejandra de la Vega Arizpe quien de una manera u otra ha ido posicionando en cada uno de los Súper del Río una serie de maquinas expendedoras de gasolina. No es raro, poseen una fuente de combustibles muy importantes y la gasolina es importada desde Estados Unidos. Dicen usuarios, que esa gasolina dura más y por ello vemos las largas filas que tienen durante el día y la noche.

La pregunta es ¿Cuál es el trasfondo de la guerra de las gaseras en Ciudad Juárez? La respuesta no es fácil, sin embargo, podemos decir que no se antoja un final feliz en esta nueva lucha de los empresarios fronterizos. También resulta intrigante que sólo su nombre destaque de entre todos los actores que participan en el conflicto. Debemos recordar que su padre heredó a la familia un emporio con la cervecería Carta Blanca y además una red que abarca todos los caminos de Ciudad Juárez de tiendas de conveniencia. Ella es capaz de mezclarse entre la afición del equipo “Bravos de Ciudad Juárez” y tomarse fotos y selfies con los apasionados de los integrantes de las porras de la localidad, tiene carisma.

Digno de decir también, ella goza de fama y fortuna en el gabinete del gobernador Javier Corral Jurado, destaca a nivel nacional por ser la única mujer empresaria dueña de un club de fútbol en la Liga MX dentro del máximo circuito en México. Es decir, no es una empresaria novata a la que le pueden asustar un par de amparos o bien una simple amenaza de los grupos económicos del sector. Los empresarios de la frontera tienen maneras diferentes para resolver sus problemas económicos financieros, comerciales y familiares. La guerra va para largo.

Michael Jackson inclinó la balanza en un comercial en un anuncio de escasos segundos. Lo vieron más de 83 millones de personas, el patrocinio de Pepsi Cola, marcaba la gran diferencia entre las nuevas generaciones. Era el “dios” de la publicidad y en la década de 1980 puso en serios problemas al monopolio de la industria de las gaseosas de Coca Cola. En ese escenario, hoy estamos viendo cómo hay una guerra entre gaseras que gastaran millones de dólares por mantener y controlar los puntos de venta de las gasolinas. El caso llamó la atención de los medios de comunicación a nivel nacional.

Arco, la empresa gasera ha sido exhibida por prácticas desleales por parte de empresarios gasolineros, quienes han sostenido que no se han respetado los límites espaciales que la norma municipal establece para la ubicación de los expendios. Para nadie es desconocido que existen trampas en las bombas, que no surten el litro completo, principal arma de defensa de la dueña de Arco y así en cada una de las gasolineras clausuradas ha puesto las leyendas de clausurado por ese motivo.

La defensa no sólo es jurídica, es comercial y propagandística pues hasta el momento la percepción es que la empresaria va ganando la batalla en las ventas. Sería recomendable que ambas partes de empresarios se pongan en una mesa de negociación y no lleguen a un punto del conflicto incivilizado y desastroso en donde todos pierdan como en “La guerra de los Roses” de Warren Adler.