En el mundo, comenzó la guerra por obtener lo antes posible las vacunas contra el coronavirus y México no se ha quedado atrás. Los últimos días han sido especialmente esperanzadores para la humanidad.
El sábado pasado, Rusia comenzó a suministrar la Spitnik V, sin embargo ha generado cierta desconfianza porque el resultado de los estudios no fueron 100 por ciento difundidos. Incluso, hasta el momento se desconoce si genera alguna reacción imprevista.
La vacuna que llamó más la atención fue la que inició su aplicación el martes 8 en el Reino Unido, desarrollada por Pfizer y BioNTec, a una enfermera de 90 años de edad.
Sin embargo, esa ambición desmedida de los gobiernos y la urgencia de la población por salir a la calle, abrazarse y regresar a la normalidad, ocasionó que no se realizaran las observaciones necesarias en su fase de prueba. Durante el primer día de aplicación masiva, varias personas reaccionaron de manera adversa, ninguna de peligro, principalmente aquellos con alergias a medicamentos, alimentos o vacunas.
Como ya se había anunciado, los primeros en recibir la dosis fue el personal de salud que combate la pandemia de sars cov 2, como son médicos, enfermeros, camilleros, radiólogos, etcétera.
Alrededor del mundo, se realizan más de 300 estudios para encontrar la cura contra el coronavirus. De esas, apenas una decena dará los resultados esperados, aunque todavía es imposible estimar cuándo ocurra.
Desde el inicio, los laboratorios comenzaron a frotarse las manos por los miles de millones de dólares que podrán obtener de ser los primeros en obtener un resultado positivo o, mejor aún, producir la más efectiva para acabar con este mal que aqueja a la humanidad.
MÉXICO ENTRE CHINA, RUSIA Y EL REINO UNIDO
En nuestro país, se firmó ya un contrato para adquirir 35 millones de dosis de la vacuna de CanSino Bio, un laboratorio chino-canadiense. Además, el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, informó que se realizan investigaciones de diferentes tratamientos como son el Remdesivir, Bamlanivimab, Nafamostato y Camostato, Artemisa Annua, Tegeneron, Lenzilumab, Aviptadil, Favipiravir y Molnupiravir.
Además, esta semana la Secretaría de Salud presentó su plan de vacunación contra el coronavirus, el cual fue criticado por algunos especialistas, porque hasta el momento nadie sabe cómo reaccionaron los voluntarios a quienes se les aplicó la vacuna de CanSino ni la Pfizer.
El especialista en salud pública Xavier Tello, señaló que “la Secretaría de Salud ha reconocido que no existe un seguimiento a los pacientes dados de alta y vaya, ni siquiera sabemos quién ha estado enfermo a menos que fuera grave. Además, los costos en salud serán enormes y no están considerados en el Presupuesto 2021.”
Según Tello, el plan debió contener al menos estos 10 puntos: registro sanitario, objetivo de población a vacunarse, tipos de vacunas que se comprarán, cronograma de administración, despliegue de orden de población a vacunar, logística, registro de vacunados, farmacovigilancia, presupuesto para la compra de vacunas y la continuidad de abastecimiento.
Empero, durante la conferencia matutina, apenas y se presentaron unas cuantas láminas para explicar el Plan Nacional de Vacunación contra el Coronavirus, que deberá cubrir a los 120 millones de mexicanos.
Por otra parte, Alejandro Macías, quien estuvo a cargo de la epidemia de influenza en 2009, señaló que “México inicia la vacunación contra COVID 19, pero será paulatina y su efecto no se verá en la salud pública pronto. La inmunidad de rebaño se construirá lentamente, por lo que no debemos abandonar lo que tenemos ahora: distanciamiento, cubrebocas, ventilación, manejo temprano.”
El otro asunto que ha provocado confrontaciones es la distribución de las vacunas en los 31 estados y la Ciudad de México. Cada gobernador pretende llevar votos a sus campañas políticas, que se realizarán el próximo año, y encontrar la cura para el coronavirus es un tema secundario.
Cada mandatario estatal ha declarado la urgencia de que en su territorio se comience la vacunación. Hasta el momento, el gobierno de la República no ha explicado de qué manera se repartirán las primeras dosis que se prevé lleguen al país durante la tercera semana de este mes.
Además, se ha dejado de lado a los hospitales privados y sólo podrán contar con la vacuna hasta que esté cubierto el sector público, que por obvias razones es mayoría.
La clase política aprovechó, de manera equivocada, un asunto tan delicado como lo es la salud del pueblo para acrecentar sus diferencias, siendo el cubrebocas el actor principal de la disputa.
Por un lado, las instituciones de salud internacionales han insistido en la importancia del uso de ese pedazo de tela, que jamás pensamos podría salvarnos la vida. Empero, llevarlo o no se convirtió en un tema de estar a favor o en contra de la administración lopezobradorista.
El Presidente de la República nunca se sumó a la promoción de la mascarilla, pocas veces se le ha visto con ella, bajo el argumento que sigue las recomendaciones del secretario de Salud, Jorge Alcocer, pero principalmente del subsecretario Hugo López Gatell, quien por cierto los expertos en imagen aseguran es el personaje del año, lo cual no significa que la designación sea positiva.
Los detractores presidenciales aparecen con el cubrebocas en eventos públicos junto al Presidente de la República como si se tratara de una confrontación y no de un asunto que les salvará la vida.
De momento, los mexicanos debemos tener bien claro que la pandemia no se acabará el 1 de enero de 2021, con la entrada del nuevo año, ni tampoco con la masificación de la vacuna. Controlar la pandemia llevará décadas, por lo que no debemos bajar la guardia y adoptar las medidas necesarias requeridas por la nueva normalidad.
Y hasta la próxima semana, en este mismo espacio.
