/ viernes 2 de octubre de 2020

La naturaleza de las instituciones

Las instituciones surgen de manera espontánea derivadas de la voluntad de grupos conformados por individuos en favor del bienestar personal, cuyo objetivo es normar la conducta social o establecer normas derivadas de patrones de comportamientos aceptados de forma general, para estimular la convivencia eficiente y dinámica de una sociedad.

Por lo tanto, la naturaleza de las instituciones surge de la naturaleza misma de las personas, como un medio fundamental para la convivencia pero, sobre todo, para la supervivencia. Es necesaria la libertad de pensamiento y la libertad de acción para conformar instituciones que ayuden a guiar de manera racional a los individuos y a fortalecer a la comunidad.

No pueden existir instituciones libres de corrupción que surjan de individuos corruptos, no pueden existir instituciones que defiendan unos determinados derechos de individuos que transgreden otros determinados derechos. Todo aquello que surge del hombre es inherente a su naturaleza.

A lo largo de la historia han surgido de forma voluntaria y espontánea diversas instituciones que han mejorado la convivencia entre las personas. Una de las instituciones más importantes ha sido la lengua, es decir el lenguaje, cuyo rol ha sido fundamental en la generación de la riqueza, pues a través de la lengua podemos ofrecer y demandar bienes para mejorar nuestra calidad de vida.

Otra de las instituciones más importantes que también ha surgido de forma voluntaria y espontánea ha sido el dinero, ya que el dinero debe ser precisamente un medio de intercambio aceptado de manera general, por lo que antes se consideraba dinero al ganado o al trigo, entre otros medios de intercambio, elevando el nivel de vida a través de las transacciones.

Sin embargo, otra de las más importantes instituciones pero que no ha surgido de forma voluntaria ni espontánea, ha sido la institución central oficial, surgida de manera coactiva y coaccionando a los individuos y a las instituciones que surgen de manera espontánea derivadas de la voluntad propia de dichos individuos.

Como consecuencia de la coacción de la institución central oficial a través de un contrato social, que nadie firma pero que todos estamos obligados a cumplir, las instituciones voluntarias y espontáneas han devenido en situaciones en las que se ven obligadas a aceptar de forma general determinadas conductas que benefician a unos pocos en perjuicio de unos muchos.

Así es como se ha intentado corromper el lenguaje con el lenguaje inclusivo, se ha depreciado el valor de la moneda como medio de intercambio, o incluso se ha intentado corromper el matrimonio que es una institución natural derivada del intento por la preservación de la vida y que surgió antes de la conformación de la misma institución central oficial, intentando imponer el matrimonio igualitario.

La calidad de vida depende, en buena medida, del respeto por las instituciones establecidas, del respeto por la evolución natural de las instituciones que es lo mismo que el respeto por la evolución natural de los individuos, del libre pensamiento y de la libre acción humana.

De acuerdo con el Índice de Calidad Institucional 2020 realizado por la Red Liberal de América Latina, la Fundación Libertad y Progreso, y la Fundación Friedrich Naumann, en el apartado de calidad institucional política en América, los primeros lugares los ocupan: Canadá (1.ro), Uruguay (2.do) Estados Unidos (3.ro), Chile (4.to) y Costa Rica (5.to), mientras que México (28.vo), solo se ubica por delante de Cuba, Haití, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Venezuela.


Las instituciones surgen de manera espontánea derivadas de la voluntad de grupos conformados por individuos en favor del bienestar personal, cuyo objetivo es normar la conducta social o establecer normas derivadas de patrones de comportamientos aceptados de forma general, para estimular la convivencia eficiente y dinámica de una sociedad.

Por lo tanto, la naturaleza de las instituciones surge de la naturaleza misma de las personas, como un medio fundamental para la convivencia pero, sobre todo, para la supervivencia. Es necesaria la libertad de pensamiento y la libertad de acción para conformar instituciones que ayuden a guiar de manera racional a los individuos y a fortalecer a la comunidad.

No pueden existir instituciones libres de corrupción que surjan de individuos corruptos, no pueden existir instituciones que defiendan unos determinados derechos de individuos que transgreden otros determinados derechos. Todo aquello que surge del hombre es inherente a su naturaleza.

A lo largo de la historia han surgido de forma voluntaria y espontánea diversas instituciones que han mejorado la convivencia entre las personas. Una de las instituciones más importantes ha sido la lengua, es decir el lenguaje, cuyo rol ha sido fundamental en la generación de la riqueza, pues a través de la lengua podemos ofrecer y demandar bienes para mejorar nuestra calidad de vida.

Otra de las instituciones más importantes que también ha surgido de forma voluntaria y espontánea ha sido el dinero, ya que el dinero debe ser precisamente un medio de intercambio aceptado de manera general, por lo que antes se consideraba dinero al ganado o al trigo, entre otros medios de intercambio, elevando el nivel de vida a través de las transacciones.

Sin embargo, otra de las más importantes instituciones pero que no ha surgido de forma voluntaria ni espontánea, ha sido la institución central oficial, surgida de manera coactiva y coaccionando a los individuos y a las instituciones que surgen de manera espontánea derivadas de la voluntad propia de dichos individuos.

Como consecuencia de la coacción de la institución central oficial a través de un contrato social, que nadie firma pero que todos estamos obligados a cumplir, las instituciones voluntarias y espontáneas han devenido en situaciones en las que se ven obligadas a aceptar de forma general determinadas conductas que benefician a unos pocos en perjuicio de unos muchos.

Así es como se ha intentado corromper el lenguaje con el lenguaje inclusivo, se ha depreciado el valor de la moneda como medio de intercambio, o incluso se ha intentado corromper el matrimonio que es una institución natural derivada del intento por la preservación de la vida y que surgió antes de la conformación de la misma institución central oficial, intentando imponer el matrimonio igualitario.

La calidad de vida depende, en buena medida, del respeto por las instituciones establecidas, del respeto por la evolución natural de las instituciones que es lo mismo que el respeto por la evolución natural de los individuos, del libre pensamiento y de la libre acción humana.

De acuerdo con el Índice de Calidad Institucional 2020 realizado por la Red Liberal de América Latina, la Fundación Libertad y Progreso, y la Fundación Friedrich Naumann, en el apartado de calidad institucional política en América, los primeros lugares los ocupan: Canadá (1.ro), Uruguay (2.do) Estados Unidos (3.ro), Chile (4.to) y Costa Rica (5.to), mientras que México (28.vo), solo se ubica por delante de Cuba, Haití, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Venezuela.