/ lunes 28 de septiembre de 2020

La pandemia no se ha ido

Seguramente ya escuchaste que estamos en semáforo amarillo, muy cerca del verde y alejados del color rojo en el semáforo epidemiológico. Lo que nos dicen estos códigos son simplemente una cosa: seguimos en pandemia. Así es, la pandemia no se ha ido, llegó para quedarse por un largo tiempo. Hasta el momento, en todo México tenemos un número que estadísticamente nos dice que hay un porcentaje de personas que han fallecido por la pandemia. El virus asesino, ha tenido en la numeralia de la enfermedad más de 73 mil muertes en nuestro país, la cifra sigue creciendo.

La pregunta es ¿Quieres ser un número más de las muertes? Seguramente no. Pero también tenemos que prepararnos para el futuro, llegar al fin de la pandemia no es algo fácil, es más muchos no han pensado cómo será el fin de esta pandemia, pero seguro es que no podemos llegar al final sin un plan de vida. Por el momento, podemos comentar que no podemos bajar la guardia.

Debemos en cuanto a la protección de la salud, seguir usando cubrebocas, el aseo de manos y cara al llegar a casa, antes y después de ir al baño, el uso de geles antibacteriales, evitar ir a oficinas públicas y privadas, tener reuniones con pocas personas y de preferencia en lugares ventilados, cuidar la sana distancia. Proteger la salud de nosotros es proteger la salud de nuestros amigos y familia.

El cuidado de nosotros sólo depende de nosotros. La realidad es esa, si nos descuidamos iremos a los hospitales y sin necesidad. También, debemos atender las súplicas históricas del sector salud, “No automedicarse”. La desinformación en la pandemia ha sido sistemática, se hace caso más a un “influencer” que a un médico o las indicaciones de una enfermera que atiende a los pacientes. No todo lo que está en Internet tiene fuentes válidas y confiables. Háblale a tu doctor de cabecera o bien consulta en los teléfonos que tiene habilitados la secretaría de salud para dar seguimientos a las molestias y evitar se complique un simple resfriado.

También es recomendable que, si una persona tiene fiebre, resfrío o presenta alguno de los síntomas del COVID – 19, se asegure de recibir asistencia médica, ya que se pueden confundir los síntomas si se automedica, o bien si opta por remedios caseros puede ocultar o presentar un cuadro médico difícil de completar. Los más de 70 mil muertos en México es una cifra difícil de asimilar, pero es seguro que muchas muertes se pudieron evitar de alguna manera. Se acerca la época en que se aumentará el número de casos de gripe llamada “influenza”, es necesario entonces vacunarse y atender un problema que cada año viene acompañada de resfríos.

El personal médico de los hospitales es insuficiente, no hay medicamentos ni camas necesarias para atender una masiva ola de contagios. Las vacunas están en fase experimental y hay población en alto riesgo, que si no se toman medidas como las descritas seguramente caerán en cama o aislamiento al contraer el virus asesino. ¿Quieres ser parte de las estadísticas? Creo que no y por ello es importante apoyarnos entre todos, como comunidad.

Ahora bien, el COVID – 19 afecta la salud, pero también los ingresos familiares, la vida laboral, lo económico y la vida empresarial. Es decir, los daños colaterales no sólo impactan en la salud y sus familias que han sido contagiados por el virus, aún sin importar si lo obtuvieron o no, hay miles de casos de personas que han perdido empleos, sus empresas y su vida ha sido trastocada de la noche a la mañana. De acuerdo a reportes periodísticos hay más de 1 millón 200 mil personas que han perdido su empleo formal.

Por lo tanto, es recomendable que la ciudadanía, la gente, se cuide ya que nadie los va a cuidar y proteger. Hasta aquí hemos hablado y comentado sobre las cuestiones higiénicas, de salud y de cuidar el trabajo que tenemos. Sin embargo, tenemos otro punto que fortalecer: el emprendedurismo, lo cual significa que si bien es cierto se han cerrado muchas plazas laborales, podremos sacar con creatividad e innovación otras fuentes de empleo y formas de generar ingresos propios. Si antes no vendían comida para llevar, bueno, el cierre temporal obligó a los restauranteros a ofrecer ese servicio. Si no ofrecías el servicio de ventas por aplicación o bien no recibían pedidos por teléfono la crisis obligó a hacerlo.

En este contexto, las empresas tuvieron que adecuar su producción ante el surgimiento de nuevas oportunidades de un mercado cambiante. Los hábitos de consumo cambiaron y las necesidades fueron otras. Lo cual obliga a pensar diferente. Por lo pronto hay que fomentar el ahorro para la crisis económica que se avecina, adaptar nuestras compras ante un posible rebote del COVID – 19 y cambiar nuestros estilos de vida porque la pandemia no se ha ido y el virus llegó para quedarse.

Seguramente ya escuchaste que estamos en semáforo amarillo, muy cerca del verde y alejados del color rojo en el semáforo epidemiológico. Lo que nos dicen estos códigos son simplemente una cosa: seguimos en pandemia. Así es, la pandemia no se ha ido, llegó para quedarse por un largo tiempo. Hasta el momento, en todo México tenemos un número que estadísticamente nos dice que hay un porcentaje de personas que han fallecido por la pandemia. El virus asesino, ha tenido en la numeralia de la enfermedad más de 73 mil muertes en nuestro país, la cifra sigue creciendo.

La pregunta es ¿Quieres ser un número más de las muertes? Seguramente no. Pero también tenemos que prepararnos para el futuro, llegar al fin de la pandemia no es algo fácil, es más muchos no han pensado cómo será el fin de esta pandemia, pero seguro es que no podemos llegar al final sin un plan de vida. Por el momento, podemos comentar que no podemos bajar la guardia.

Debemos en cuanto a la protección de la salud, seguir usando cubrebocas, el aseo de manos y cara al llegar a casa, antes y después de ir al baño, el uso de geles antibacteriales, evitar ir a oficinas públicas y privadas, tener reuniones con pocas personas y de preferencia en lugares ventilados, cuidar la sana distancia. Proteger la salud de nosotros es proteger la salud de nuestros amigos y familia.

El cuidado de nosotros sólo depende de nosotros. La realidad es esa, si nos descuidamos iremos a los hospitales y sin necesidad. También, debemos atender las súplicas históricas del sector salud, “No automedicarse”. La desinformación en la pandemia ha sido sistemática, se hace caso más a un “influencer” que a un médico o las indicaciones de una enfermera que atiende a los pacientes. No todo lo que está en Internet tiene fuentes válidas y confiables. Háblale a tu doctor de cabecera o bien consulta en los teléfonos que tiene habilitados la secretaría de salud para dar seguimientos a las molestias y evitar se complique un simple resfriado.

También es recomendable que, si una persona tiene fiebre, resfrío o presenta alguno de los síntomas del COVID – 19, se asegure de recibir asistencia médica, ya que se pueden confundir los síntomas si se automedica, o bien si opta por remedios caseros puede ocultar o presentar un cuadro médico difícil de completar. Los más de 70 mil muertos en México es una cifra difícil de asimilar, pero es seguro que muchas muertes se pudieron evitar de alguna manera. Se acerca la época en que se aumentará el número de casos de gripe llamada “influenza”, es necesario entonces vacunarse y atender un problema que cada año viene acompañada de resfríos.

El personal médico de los hospitales es insuficiente, no hay medicamentos ni camas necesarias para atender una masiva ola de contagios. Las vacunas están en fase experimental y hay población en alto riesgo, que si no se toman medidas como las descritas seguramente caerán en cama o aislamiento al contraer el virus asesino. ¿Quieres ser parte de las estadísticas? Creo que no y por ello es importante apoyarnos entre todos, como comunidad.

Ahora bien, el COVID – 19 afecta la salud, pero también los ingresos familiares, la vida laboral, lo económico y la vida empresarial. Es decir, los daños colaterales no sólo impactan en la salud y sus familias que han sido contagiados por el virus, aún sin importar si lo obtuvieron o no, hay miles de casos de personas que han perdido empleos, sus empresas y su vida ha sido trastocada de la noche a la mañana. De acuerdo a reportes periodísticos hay más de 1 millón 200 mil personas que han perdido su empleo formal.

Por lo tanto, es recomendable que la ciudadanía, la gente, se cuide ya que nadie los va a cuidar y proteger. Hasta aquí hemos hablado y comentado sobre las cuestiones higiénicas, de salud y de cuidar el trabajo que tenemos. Sin embargo, tenemos otro punto que fortalecer: el emprendedurismo, lo cual significa que si bien es cierto se han cerrado muchas plazas laborales, podremos sacar con creatividad e innovación otras fuentes de empleo y formas de generar ingresos propios. Si antes no vendían comida para llevar, bueno, el cierre temporal obligó a los restauranteros a ofrecer ese servicio. Si no ofrecías el servicio de ventas por aplicación o bien no recibían pedidos por teléfono la crisis obligó a hacerlo.

En este contexto, las empresas tuvieron que adecuar su producción ante el surgimiento de nuevas oportunidades de un mercado cambiante. Los hábitos de consumo cambiaron y las necesidades fueron otras. Lo cual obliga a pensar diferente. Por lo pronto hay que fomentar el ahorro para la crisis económica que se avecina, adaptar nuestras compras ante un posible rebote del COVID – 19 y cambiar nuestros estilos de vida porque la pandemia no se ha ido y el virus llegó para quedarse.