/ lunes 19 de agosto de 2019

La redistribución del ingreso

Jeff Bezos es el director ejecutivo de Amazon, la principal compañía de comercio electrónico y servicios de computación, cuya sede está en Seattle, Estados Unidos; de acuerdo con la revista Business Insider es la persona más rica del mundo, con una fortuna neta de $160 mil millones de dólares al 15 de julio del 2019.

Según indica Worldometers en el conteo que realiza acerca de la población mundial en tiempo real, en donde se puede ver el número de nacimientos por segundo, actualmente somos un poco más de 7 mil 700 millones de seres humanos y contando, sin importar la edad, el sexo, la nacionalidad, ni ninguna característica demográfica en especial.

Si como indican quienes creen a ciegas en la redistribución del ingreso, tomamos la fortuna de Jeff Bezos de $160 mil millones de dólares y la redistribuimos entre los 7 mil 700 millones de seres humanos, a cada uno nos tocan $20.7 dólares, pongámosle $21 dólares para no vernos tan centaveros, si total ese dinero no nos costaría nada obtenerlo, pues se lo quitaríamos al hombre más rico del mundo.

Bueno, para empezar, no se a usted, pero a mí esos $21 dólares no me sirven ni para llenar el tanque de la gasolina, tampoco creo que a una ama de casa le sirvan para comprar el mandado de una familia promedio en México, ni siquiera estoy seguro que le sirvan a un estudiante para comprarse un libro nuevo y original de cualquier carrera universitaria.

Aparte, no se a usted, pero a mí me parece que la redistribución del ingreso es un acto delictivo porque es, literalmente, quitarle a quien más tiene para darle a quien menos tiene sin justificación alguna y con la duda de que quien realiza la redistribución puede quedarse con una parte de todo lo que debiera redistribuir.

Pero lo que es todavía peor es que si se redistribuyera la riqueza de Jeff Bezos, y en un solo día nos gastáramos esos $21 dólares que nos tocan por persona, significaría que en un día estaríamos destruyendo la principal fortuna del mundo con todo lo que eso conlleva pues a su vez esa fortuna genera cientos de miles de puestos de trabajo que generan otras riquezas.

Entonces, ahora, imaginémonos que cada día redistribuimos el dinero de cada una de las personas más ricas del mundo, y después de Jeff Bezos seguimos con Warren Buffet, Bernard Arnault, Carlos Slim, Bill Gates, Mark Zuckerberg, Amancio Ortega, Elon Muzk, Françoise Bettencourt, Michael Bloomberg, Larry Page y así, uno por día. ¿Qué pasaría?

Suponiendo que existen 100 grandes fortunas en el mundo, lo que pasaría es que si redistribuimos una riqueza por día y consideramos que cada mes tiene 30 días, pues en poquito más de tres meses estaríamos acabando con toda las fortunas del mundo y lo que esas fortunas generan. Además de que cada día nos tocarían menos de $21 dólares porque cada millonario tiene menos que Jeff Bezos y cada día nacen más seres humanos.

En conclusión, quienes pensaban, quienes piensan y quienes siguen pensando que la redistribución del ingreso es la solución, o dicho de otra manera como quitarle a los ricos para darle a los pobres, evidentemente van a terminar destruyendo esas ganancias pero también destruirán fuentes de empleo, reducirán las oportunidades de crecimiento y provocarán la caída del consumo, entre otros tantos desastres económicos.

Lo que necesitamos de los ricos no es que redistribuyan su riqueza y mucho menos por la fuerza del Estado, sino lo que necesitamos es que el Estado les proponga a los ricos las medidas justas para que se vean motivados a invertir y que podamos acceder a esa riqueza para generar más. Y lo que necesitamos del Estado es que intervenga poco en los procesos económicos y que lo poco que intervenga sea para facilitar el acceso a la riqueza a quienes parten de posiciones socioeconómicas desfavorables. No hay que darle tantas vueltas, ya está todo inventado.

Jeff Bezos es el director ejecutivo de Amazon, la principal compañía de comercio electrónico y servicios de computación, cuya sede está en Seattle, Estados Unidos; de acuerdo con la revista Business Insider es la persona más rica del mundo, con una fortuna neta de $160 mil millones de dólares al 15 de julio del 2019.

Según indica Worldometers en el conteo que realiza acerca de la población mundial en tiempo real, en donde se puede ver el número de nacimientos por segundo, actualmente somos un poco más de 7 mil 700 millones de seres humanos y contando, sin importar la edad, el sexo, la nacionalidad, ni ninguna característica demográfica en especial.

Si como indican quienes creen a ciegas en la redistribución del ingreso, tomamos la fortuna de Jeff Bezos de $160 mil millones de dólares y la redistribuimos entre los 7 mil 700 millones de seres humanos, a cada uno nos tocan $20.7 dólares, pongámosle $21 dólares para no vernos tan centaveros, si total ese dinero no nos costaría nada obtenerlo, pues se lo quitaríamos al hombre más rico del mundo.

Bueno, para empezar, no se a usted, pero a mí esos $21 dólares no me sirven ni para llenar el tanque de la gasolina, tampoco creo que a una ama de casa le sirvan para comprar el mandado de una familia promedio en México, ni siquiera estoy seguro que le sirvan a un estudiante para comprarse un libro nuevo y original de cualquier carrera universitaria.

Aparte, no se a usted, pero a mí me parece que la redistribución del ingreso es un acto delictivo porque es, literalmente, quitarle a quien más tiene para darle a quien menos tiene sin justificación alguna y con la duda de que quien realiza la redistribución puede quedarse con una parte de todo lo que debiera redistribuir.

Pero lo que es todavía peor es que si se redistribuyera la riqueza de Jeff Bezos, y en un solo día nos gastáramos esos $21 dólares que nos tocan por persona, significaría que en un día estaríamos destruyendo la principal fortuna del mundo con todo lo que eso conlleva pues a su vez esa fortuna genera cientos de miles de puestos de trabajo que generan otras riquezas.

Entonces, ahora, imaginémonos que cada día redistribuimos el dinero de cada una de las personas más ricas del mundo, y después de Jeff Bezos seguimos con Warren Buffet, Bernard Arnault, Carlos Slim, Bill Gates, Mark Zuckerberg, Amancio Ortega, Elon Muzk, Françoise Bettencourt, Michael Bloomberg, Larry Page y así, uno por día. ¿Qué pasaría?

Suponiendo que existen 100 grandes fortunas en el mundo, lo que pasaría es que si redistribuimos una riqueza por día y consideramos que cada mes tiene 30 días, pues en poquito más de tres meses estaríamos acabando con toda las fortunas del mundo y lo que esas fortunas generan. Además de que cada día nos tocarían menos de $21 dólares porque cada millonario tiene menos que Jeff Bezos y cada día nacen más seres humanos.

En conclusión, quienes pensaban, quienes piensan y quienes siguen pensando que la redistribución del ingreso es la solución, o dicho de otra manera como quitarle a los ricos para darle a los pobres, evidentemente van a terminar destruyendo esas ganancias pero también destruirán fuentes de empleo, reducirán las oportunidades de crecimiento y provocarán la caída del consumo, entre otros tantos desastres económicos.

Lo que necesitamos de los ricos no es que redistribuyan su riqueza y mucho menos por la fuerza del Estado, sino lo que necesitamos es que el Estado les proponga a los ricos las medidas justas para que se vean motivados a invertir y que podamos acceder a esa riqueza para generar más. Y lo que necesitamos del Estado es que intervenga poco en los procesos económicos y que lo poco que intervenga sea para facilitar el acceso a la riqueza a quienes parten de posiciones socioeconómicas desfavorables. No hay que darle tantas vueltas, ya está todo inventado.