/ jueves 1 de octubre de 2020

La universidad y los partidos políticos

Por antonomasia la universidad es un ente político. En México la universidad pública se ha caracterizado por su activa participación en la vida política y social del país, jugando un papel determinante en el desarrollo de la cultura cívica y en la consolidación del sistema y los subsistemas políticos, de hecho, la trayectoria institucional de la entidad federativa chihuahuense no se podría analizar sin considerar a la Universidad Autónoma de Chihuahua. El aporte es más que evidente y su explicación bastante lógica, ya que desde el momento en que fue creada se trazaron los elementos necesarios para el acceso al conocimiento, a la ciencia, a la inclusión que generaron a su vez condiciones para la irrupción de nuevos elementos válidos para la participación ciudadana, de esta manera, los asuntos de interés general se instalaron en la conciencia social universitaria. Si no fuera poco, las situaciones significativas de la cotidianidad universitaria son instigados por factores ideológicos y políticos del acontecer social, obviedad intrínseca a una institución pública.

A pesar de su trascendencia, las universidades no detentan el monopolio de lo político, también existen los partidos. No es afán de esta participación definir qué es un partido político, vaya ni Sartori, Michels, Duverger, Burke, Schumpeter o Panebianco lo han podido hacer, sin embargo, puedo afirmar que un instituto de ese tipo es una organización formal conformada por hombres y mujeres unidos, con cierto grado de cohesión a partir de intereses en común e ideología representativa (el pragmatismo cada vez se evidencia más) que busca la defensa de los asuntos públicos a través de la conquista del poder y de imponer su estrategia ya desde el gobierno o como oposición, algunas ocasiones reconocidos por su impacto social y otras tantas criticados y haciendo frente a la crisis de representatividad (aunque ha emergido ya la figura de las candidaturas independientes, bien se podrían definir por las mismas características).

Luego entonces, universidad y partidos coinciden en múltiples vertientes: ya sea, en un extremo, las relaciones que involucran a los institutos políticos de forma voluntaria con estudiantes, docentes, administrativos o en el extremo opuesto aquellos esfuerzos por colonizar desde los partidos y el gobierno mismo a las universidades. Estoy convencido que una de las relaciones voluntarias para afianzar las relaciones universidad – partidos se presenta durante los procesos electorales, aquí es cuando la política se entiende por ser el espacio abierto a debate y propuesta en el que se definen con claridad alternativas de la proyección social y por ende, de la universitaria. Por cierto, las relaciones entre ambas esferas por más voluntarias, lógicas, necesarias y transparentes que sean no escapan a la polémica. Es cuando la inclusión e imparcialidad aminoran la polémica y enriquecen el debate.

En este sentido y al estar inmersos en la antesala del proceso electoral 2020 – 2021 la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales ofrece a las y los interesados en acceder a un puesto de elección popular de todos los partidos políticos e independientes el foro de nuestro Seminario Permanente de Análisis Electoral, evento eminentemente académico que se ha extendido por más de 15 años. Por supuesto que hacemos nuestra la recomendación del Rector de la Universidad Autónoma de Chihuahua, Luis Alberto Fierro Ramírez de incentivar el pluralismo partidista y de respetar la diversidad ideológica, bienvenidas y bienvenidos todos!

Por nuestro origen, recibir y dialogar con gobernantes o candidatas y candidatos a puestos de representación forma parte de la cotidianidad, en alguna ocasión compartieron -en la misma mesa- con el auditorio estudiantil de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales: Luis Echeverría Álvarez, Oscar Flores Sánchez, José López Portillo y Jesús Silva Herzog, personajes grabados en la memoria colectiva mexicana. Algunas y algunos de nuestros estudiantes, egresados y docentes han ocupado o aspirado a cargos públicos de la máxima responsabilidad, de hecho, egresados han gobernado Ciudad Juárez y el estado de Chihuahua.

Formar y escuchar a políticas y políticos es parte de nuestra vocación, incluir y respetar son dos de nuestros valores. Proponer alternativas de solución a los problemas sociales es un objetivo propio. Señoras y señores interesados en gobernarnos las y los escuchamos con atención.

Por antonomasia la universidad es un ente político. En México la universidad pública se ha caracterizado por su activa participación en la vida política y social del país, jugando un papel determinante en el desarrollo de la cultura cívica y en la consolidación del sistema y los subsistemas políticos, de hecho, la trayectoria institucional de la entidad federativa chihuahuense no se podría analizar sin considerar a la Universidad Autónoma de Chihuahua. El aporte es más que evidente y su explicación bastante lógica, ya que desde el momento en que fue creada se trazaron los elementos necesarios para el acceso al conocimiento, a la ciencia, a la inclusión que generaron a su vez condiciones para la irrupción de nuevos elementos válidos para la participación ciudadana, de esta manera, los asuntos de interés general se instalaron en la conciencia social universitaria. Si no fuera poco, las situaciones significativas de la cotidianidad universitaria son instigados por factores ideológicos y políticos del acontecer social, obviedad intrínseca a una institución pública.

A pesar de su trascendencia, las universidades no detentan el monopolio de lo político, también existen los partidos. No es afán de esta participación definir qué es un partido político, vaya ni Sartori, Michels, Duverger, Burke, Schumpeter o Panebianco lo han podido hacer, sin embargo, puedo afirmar que un instituto de ese tipo es una organización formal conformada por hombres y mujeres unidos, con cierto grado de cohesión a partir de intereses en común e ideología representativa (el pragmatismo cada vez se evidencia más) que busca la defensa de los asuntos públicos a través de la conquista del poder y de imponer su estrategia ya desde el gobierno o como oposición, algunas ocasiones reconocidos por su impacto social y otras tantas criticados y haciendo frente a la crisis de representatividad (aunque ha emergido ya la figura de las candidaturas independientes, bien se podrían definir por las mismas características).

Luego entonces, universidad y partidos coinciden en múltiples vertientes: ya sea, en un extremo, las relaciones que involucran a los institutos políticos de forma voluntaria con estudiantes, docentes, administrativos o en el extremo opuesto aquellos esfuerzos por colonizar desde los partidos y el gobierno mismo a las universidades. Estoy convencido que una de las relaciones voluntarias para afianzar las relaciones universidad – partidos se presenta durante los procesos electorales, aquí es cuando la política se entiende por ser el espacio abierto a debate y propuesta en el que se definen con claridad alternativas de la proyección social y por ende, de la universitaria. Por cierto, las relaciones entre ambas esferas por más voluntarias, lógicas, necesarias y transparentes que sean no escapan a la polémica. Es cuando la inclusión e imparcialidad aminoran la polémica y enriquecen el debate.

En este sentido y al estar inmersos en la antesala del proceso electoral 2020 – 2021 la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales ofrece a las y los interesados en acceder a un puesto de elección popular de todos los partidos políticos e independientes el foro de nuestro Seminario Permanente de Análisis Electoral, evento eminentemente académico que se ha extendido por más de 15 años. Por supuesto que hacemos nuestra la recomendación del Rector de la Universidad Autónoma de Chihuahua, Luis Alberto Fierro Ramírez de incentivar el pluralismo partidista y de respetar la diversidad ideológica, bienvenidas y bienvenidos todos!

Por nuestro origen, recibir y dialogar con gobernantes o candidatas y candidatos a puestos de representación forma parte de la cotidianidad, en alguna ocasión compartieron -en la misma mesa- con el auditorio estudiantil de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales: Luis Echeverría Álvarez, Oscar Flores Sánchez, José López Portillo y Jesús Silva Herzog, personajes grabados en la memoria colectiva mexicana. Algunas y algunos de nuestros estudiantes, egresados y docentes han ocupado o aspirado a cargos públicos de la máxima responsabilidad, de hecho, egresados han gobernado Ciudad Juárez y el estado de Chihuahua.

Formar y escuchar a políticas y políticos es parte de nuestra vocación, incluir y respetar son dos de nuestros valores. Proponer alternativas de solución a los problemas sociales es un objetivo propio. Señoras y señores interesados en gobernarnos las y los escuchamos con atención.