/ sábado 20 de febrero de 2021

Lo convexo del apagón

Después de los cortes de energía eléctrica del lunes pasado, nos dimos cuenta que el origen del problema, fue la falta de gas proveniente de Texas, debido a la onda gélida que congeló las tuberías.

El corte de energía eléctrica, afectó a casi 5 millones de habitantes en los estados que limitan con Texas como son: Chihuahua, Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas; estados que tienen una fuerte actividad industrial, automotriz e incluso petrolera.

Mientras esto sucedía la Comisión Federal de Electricidad, culpó a las condiciones del “clima” pero los especialistas señalan que el problema, no es por la condición climática; sino por las políticas que el gobierno federal, a través de la CFE y la Secretaría de Energía, quieren imponer acabando con la pasada reforma energética, impulsando una contrarreforma que busca regresar el rol monopólico a la CFE, basado en la utilización de combustibles fósiles.

El problema es que como país, no somos autosuficientes, porque el gobierno ha bloqueado las inversiones privadas en la explotación de yacimientos de gas, que existen en diferentes puntos del país, sobretodo en la Cuenca de Burgos, que abarca 12 municipios de Tamaulipas, 10 de Nuevo León y 12 de Coahuila; la misma zona donde ahora no hay energía.

Es importante mencionar, que esta cuenca se extiende hacia Texas, región donde se extrae el gas, el mismo que se vende a México.

Curiosamente es gracias a esta cuenca que Estados Unidos, goza de autosuficiencia energética, además de utilizar el tan discutido “fracking”, que actualmente es más eficiente; lo cual permite tener mayor viabilidad a mediano plazo, de que este país produzca energía limpia y renovable.

Por otro lado en el caso de México, el sistema de generación de energía comienza a colapsar, pese a que tenemos enormes posibilidades de generar energía que son desechadas por diferencias ideológicas.

El sector industrial perdió 200 millones de dólares por hora, el acumulado hasta el martes, asciende a 2 mil 700 millones de dólares; a su vez provocó que dejaran de funcionar los servicios de telefonía e internet.

Por su parte el CENACE, pidió que reduzca el consumo de energía no esencial, debido a la falta de combustible; petición que reafirmo el presidente en su clásica mañanera, solicitando a la población que disminuya el uso de energía sobretodo de las 18 a las 23 hrs.

Desde luego que el problema del gas, tuvo repercusiones, la población tuvo que recurrir a la leña como recurso energético, y sortear el abastecimiento de agua embotellada, que prácticamente se agotó el mismo día (lunes 15); sucedió que la compra irracional de algunos, “permitió ofertar” un garrafón de agua de 19 litros en redes sociales, hasta en 800 pesos.

Frente a este problema, está demostrado que México no tiene una infraestructura de almacenamiento de gas natural, lo que lo ha dejado vulnerable a la población y al sector productivo frente a condiciones climáticas extremas.

Mientras tanto el Presidente de México retó a buscar un plan para extraer gas en México, refirió e incluso apostó que “no se encontraría nada porque el negocio está en la compra del hidrocarburo a Estados Unidos”.

En su momento Enrique Ochoa Reza, quien fuera director de la CFE de 2012 a 2014, refirió que […en agosto del 2018 estaba calendarizada una ronda petrolera que incluía campos de gas en la Cuenca de Burgos, pero el equipo de transición del actual gobierno federal, pidió que se recalendarizara para febrero del 2019, lo cual no sucedió…]

Pemex tan sólo produce una tercera parte del gas natural que México consume, el resto se compra a Estados Unidos.

Un reporte del Grupo Eurasia, con sede en Nueva York, estima que las importaciones de gas a México han aumentado un 275% en los últimos 10 años.

En ese lapso, la producción de gas de Pemex se redujo en un 50%.

Ni así se ha logrado aumentar la producción de petróleo. Desde que el presidente asumió el cargo en 2018, la producción ha disminuido más del seis por ciento.

Esta situación pone en evidencia, la enorme importancia y relevancia de que México, desarrolle un plan de desarrollo energético que dé certidumbre a la población y potencie el crecimiento económico e industrial.

Así que sin luz y sin energía, literalmente nos apagamos, porque; […La hoguera no sirve tan solo para ver los latigazos que recibe la población, sino para reorientar el pensamiento y las acciones, de quien dirige el rumbo de un país…]

Después de los cortes de energía eléctrica del lunes pasado, nos dimos cuenta que el origen del problema, fue la falta de gas proveniente de Texas, debido a la onda gélida que congeló las tuberías.

El corte de energía eléctrica, afectó a casi 5 millones de habitantes en los estados que limitan con Texas como son: Chihuahua, Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas; estados que tienen una fuerte actividad industrial, automotriz e incluso petrolera.

Mientras esto sucedía la Comisión Federal de Electricidad, culpó a las condiciones del “clima” pero los especialistas señalan que el problema, no es por la condición climática; sino por las políticas que el gobierno federal, a través de la CFE y la Secretaría de Energía, quieren imponer acabando con la pasada reforma energética, impulsando una contrarreforma que busca regresar el rol monopólico a la CFE, basado en la utilización de combustibles fósiles.

El problema es que como país, no somos autosuficientes, porque el gobierno ha bloqueado las inversiones privadas en la explotación de yacimientos de gas, que existen en diferentes puntos del país, sobretodo en la Cuenca de Burgos, que abarca 12 municipios de Tamaulipas, 10 de Nuevo León y 12 de Coahuila; la misma zona donde ahora no hay energía.

Es importante mencionar, que esta cuenca se extiende hacia Texas, región donde se extrae el gas, el mismo que se vende a México.

Curiosamente es gracias a esta cuenca que Estados Unidos, goza de autosuficiencia energética, además de utilizar el tan discutido “fracking”, que actualmente es más eficiente; lo cual permite tener mayor viabilidad a mediano plazo, de que este país produzca energía limpia y renovable.

Por otro lado en el caso de México, el sistema de generación de energía comienza a colapsar, pese a que tenemos enormes posibilidades de generar energía que son desechadas por diferencias ideológicas.

El sector industrial perdió 200 millones de dólares por hora, el acumulado hasta el martes, asciende a 2 mil 700 millones de dólares; a su vez provocó que dejaran de funcionar los servicios de telefonía e internet.

Por su parte el CENACE, pidió que reduzca el consumo de energía no esencial, debido a la falta de combustible; petición que reafirmo el presidente en su clásica mañanera, solicitando a la población que disminuya el uso de energía sobretodo de las 18 a las 23 hrs.

Desde luego que el problema del gas, tuvo repercusiones, la población tuvo que recurrir a la leña como recurso energético, y sortear el abastecimiento de agua embotellada, que prácticamente se agotó el mismo día (lunes 15); sucedió que la compra irracional de algunos, “permitió ofertar” un garrafón de agua de 19 litros en redes sociales, hasta en 800 pesos.

Frente a este problema, está demostrado que México no tiene una infraestructura de almacenamiento de gas natural, lo que lo ha dejado vulnerable a la población y al sector productivo frente a condiciones climáticas extremas.

Mientras tanto el Presidente de México retó a buscar un plan para extraer gas en México, refirió e incluso apostó que “no se encontraría nada porque el negocio está en la compra del hidrocarburo a Estados Unidos”.

En su momento Enrique Ochoa Reza, quien fuera director de la CFE de 2012 a 2014, refirió que […en agosto del 2018 estaba calendarizada una ronda petrolera que incluía campos de gas en la Cuenca de Burgos, pero el equipo de transición del actual gobierno federal, pidió que se recalendarizara para febrero del 2019, lo cual no sucedió…]

Pemex tan sólo produce una tercera parte del gas natural que México consume, el resto se compra a Estados Unidos.

Un reporte del Grupo Eurasia, con sede en Nueva York, estima que las importaciones de gas a México han aumentado un 275% en los últimos 10 años.

En ese lapso, la producción de gas de Pemex se redujo en un 50%.

Ni así se ha logrado aumentar la producción de petróleo. Desde que el presidente asumió el cargo en 2018, la producción ha disminuido más del seis por ciento.

Esta situación pone en evidencia, la enorme importancia y relevancia de que México, desarrolle un plan de desarrollo energético que dé certidumbre a la población y potencie el crecimiento económico e industrial.

Así que sin luz y sin energía, literalmente nos apagamos, porque; […La hoguera no sirve tan solo para ver los latigazos que recibe la población, sino para reorientar el pensamiento y las acciones, de quien dirige el rumbo de un país…]