/ jueves 22 de octubre de 2020

Morena y el regreso del PRIAN

El pasado domingo 18 de octubre se celebró el proceso electoral en los estados de Coahuila e Hidalgo, dicho proceso nos deja grandes enseñanzas políticas y sociales, primero por la victoria del partido del viejo régimen (PRI) y segundo por las condiciones sanitarias derivadas de la pandemia.

Y es que a pesar del riesgo de contagio la gente salió a votar, con espíritu cívico más del 40% del electorado salió a votar; este nivel de participación es muy bueno, pues se especulaba que la gente se quedaría en su casa y que la votación sería muy baja. En términos prácticos la población que vota en una elección intermedia es del 50%, por lo que, considerando las condiciones sanitarias, haber logrado un 40% de participación es algo digno de reconocer a la ciudadanía.

Otro factor inédito fue que se rompió con la creencia de que el gobierno federal influiría la votación a favor de morena; gracias a los miles de apoyos que se han entregado en dichos estados y en todo el país. El PRI y el PAN desde su lugar de opositores al gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador acusaron al gobierno federal de crear la más grande clientela electoral, argumentando que la nueva ley de bienestar que recién aprobó morena y que votaron en contra los diputados de oposición iba en ese sentido. Pues vaya sorpresa, a morena no le fue tan bien en la elección, y eso demuestra que el gobierno federal no esta haciendo lo mismo que hacia el PRI Y El PAN cuando gobernaban el país, compraban la voluntad de la gente a cambio de una despensa.

Lo que se vio con mucha claridad es que los operadores del PRI y del PAN usaron todas las estrategias del viejo régimen para influir el resultado de la elección, en algunos municipios circularon camionetas con personas armadas, que se instalaban en la esquina del lugar donde estaban las casillas, con la intención de intimidar a los votantes. También operaron los gremios y sindicatos obreros y de comerciantes en el acarreo y la compra del voto, por ejemplo, la CNOP organización priista por excelencia, coordinó la movilización de miles de personas de las colonias más pobres y abandonadas. Según el testimonio de algunos votantes, les pagaron hasta dos mil pesos por el voto.

A dos años de la llegada de morena al gobierno federal, los partidos de oposición hicieron una alianza de facto para contrarrestar el avance de la 4T, en esa alianza participan algunas cámaras empresariales, el PRI, el PAN, y otros partidos que sirven a los intereses del viejo régimen neoliberal y por supuesto el frente nacional que hicieron algunos gobernadores. Esta alianza Usa como movimiento de golpeteo desestabilizador a Frenaaa. También usan el movimiento seudo feministas los movimientos feministas que coincidían con morena, no generaban violencia ni atacaban a las mujeres.

En esa alianza de facto entre los partidos conservadores se pretenden repartir las gobernaturas, en esta ocasión le toco al PRI, pero el próximo año buscarán entregar los estados de Chihuahua y del Sonora al PAN. Así van uniendo fuerzas en los estados de la república para poder ganarle a morena. Aunque esta alianza no es del todo nueva, en el 2006 los operadores del PRI trabajaron para llevar a Felipe Calderón a los pinos, y en 2012 los panistas regresaron el favor. Operaron para que Enrique Peña Nieto ganara la elección.

En esa lucha por el poder, los conservadores van a seguir usando todas sus herramientas para regresar a los pinos, y la cuarta transformación tendrá que fortalecer su estrategia para asegurar su permanencia en palacio nacional, el próximo año se jugaran el todo por el todo, y aunque el domingo pasado PRI dio una paso importante, no se puede tomar como una tendencia nacional, ya que esos estados han sido históricamente priistas, ahí está el poder político del ex secretario de gobernación de Peña Nieto y del ex gobernador Humberto Moreira.

El pasado domingo 18 de octubre se celebró el proceso electoral en los estados de Coahuila e Hidalgo, dicho proceso nos deja grandes enseñanzas políticas y sociales, primero por la victoria del partido del viejo régimen (PRI) y segundo por las condiciones sanitarias derivadas de la pandemia.

Y es que a pesar del riesgo de contagio la gente salió a votar, con espíritu cívico más del 40% del electorado salió a votar; este nivel de participación es muy bueno, pues se especulaba que la gente se quedaría en su casa y que la votación sería muy baja. En términos prácticos la población que vota en una elección intermedia es del 50%, por lo que, considerando las condiciones sanitarias, haber logrado un 40% de participación es algo digno de reconocer a la ciudadanía.

Otro factor inédito fue que se rompió con la creencia de que el gobierno federal influiría la votación a favor de morena; gracias a los miles de apoyos que se han entregado en dichos estados y en todo el país. El PRI y el PAN desde su lugar de opositores al gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador acusaron al gobierno federal de crear la más grande clientela electoral, argumentando que la nueva ley de bienestar que recién aprobó morena y que votaron en contra los diputados de oposición iba en ese sentido. Pues vaya sorpresa, a morena no le fue tan bien en la elección, y eso demuestra que el gobierno federal no esta haciendo lo mismo que hacia el PRI Y El PAN cuando gobernaban el país, compraban la voluntad de la gente a cambio de una despensa.

Lo que se vio con mucha claridad es que los operadores del PRI y del PAN usaron todas las estrategias del viejo régimen para influir el resultado de la elección, en algunos municipios circularon camionetas con personas armadas, que se instalaban en la esquina del lugar donde estaban las casillas, con la intención de intimidar a los votantes. También operaron los gremios y sindicatos obreros y de comerciantes en el acarreo y la compra del voto, por ejemplo, la CNOP organización priista por excelencia, coordinó la movilización de miles de personas de las colonias más pobres y abandonadas. Según el testimonio de algunos votantes, les pagaron hasta dos mil pesos por el voto.

A dos años de la llegada de morena al gobierno federal, los partidos de oposición hicieron una alianza de facto para contrarrestar el avance de la 4T, en esa alianza participan algunas cámaras empresariales, el PRI, el PAN, y otros partidos que sirven a los intereses del viejo régimen neoliberal y por supuesto el frente nacional que hicieron algunos gobernadores. Esta alianza Usa como movimiento de golpeteo desestabilizador a Frenaaa. También usan el movimiento seudo feministas los movimientos feministas que coincidían con morena, no generaban violencia ni atacaban a las mujeres.

En esa alianza de facto entre los partidos conservadores se pretenden repartir las gobernaturas, en esta ocasión le toco al PRI, pero el próximo año buscarán entregar los estados de Chihuahua y del Sonora al PAN. Así van uniendo fuerzas en los estados de la república para poder ganarle a morena. Aunque esta alianza no es del todo nueva, en el 2006 los operadores del PRI trabajaron para llevar a Felipe Calderón a los pinos, y en 2012 los panistas regresaron el favor. Operaron para que Enrique Peña Nieto ganara la elección.

En esa lucha por el poder, los conservadores van a seguir usando todas sus herramientas para regresar a los pinos, y la cuarta transformación tendrá que fortalecer su estrategia para asegurar su permanencia en palacio nacional, el próximo año se jugaran el todo por el todo, y aunque el domingo pasado PRI dio una paso importante, no se puede tomar como una tendencia nacional, ya que esos estados han sido históricamente priistas, ahí está el poder político del ex secretario de gobernación de Peña Nieto y del ex gobernador Humberto Moreira.