Las elecciones en Estados Unidos se han complicado. Las campañas a su máxima expresión, dos candidatos muy diferentes esperan el voto popular, necesitan un mínimo de 270 votos de delegados, es una democracia indirecta y hasta el momento el predominio de las encuestas favorece a un candidato que le hace falta fuerza pero que representa la única opción para sacar a Donald Trump de la Casa Blanca. Joe Biden tiene la oportunidad histórica de imponerse a un candidato presidencial que busca reelegirse, que a base de sus comentarios en contra de los mexicanos se ha ganado el rencor y el menosprecio de la comunidad latina.
La pandemia que ha tenido un repunte altamente significativo ha motivado que se busquen alternativas para que los ciudadanos salgan a votar en los diferentes estados y de acuerdo a sus propias bases legales. En ciertos estados podrán votar por correo, por internet, de manera anticipada y/o el día de la elección. Sin embargo, la salida temprana de electores ha provocado victorias adelantadas ya que el voto se asegura y permite tener también pocas horas de esperas para el día martes 3 noviembre, el día de la elección.
Texas y Florida que están como estados aún pendientes de tener una victoria para algunos de los dos principales contendientes, marcan la diferencia ya que si Biden logra obtener el triunfo tendría una ventaja muy cómoda a nivel nacional. Con un porcentaje de dos puntos, el republicano estaría llevándose el triunfo en el estado, sin embargo, si el voto de los latinos y mexicanos logra salir tendría un fin dramático y puede inclinar la balanza a favor del candidato demócrata. Hay sólo dos puntos de diferencia que pueden cambiar la historia del comportamiento electoral en Texas y el voto de los mexicanos puede entonces marcar la diferencia.
De acuerdo a las proyecciones, ambas costas de Estados Unidos estarían marcadas con un voto a favor de Joe Biden, sin embargo, la zona central estaría muy marcada para los republicanos. Ese ha sido el comportamiento electoral en las últimas elecciones y no se proyecta que existan grandes cambios, sin embargo, hay que esperar los resultados finales. Otro dato muy interesante es que, a dos semanas de las elecciones, las grandes concentraciones urbanas favorecen en su gran mayoría al voto por Joe Biden. Localidades en Texas como El Paso, Houston, Dallas, San Antonio y Austin tienen un alto voto demócrata, mientras pequeñas localidades dan su voto a favor del candidato republicano, cuestión que puede cambiar de acuerdo a las encuestas realizadas por medios de comunicación como el New York Times.
En México, en los estados de Hidalgo y Coahuila tuvieron elecciones este domingo 18 de octubre, transcurrieron sin mayores problemas hasta el momento. Lo cual es un buen indicador para este tipo de elecciones que tendremos el próximo año. Las medidas de seguridad deben estar con todos los protocolos de seguridad para evitar un contagio masivo. La inclusión de un “funcionario” COVID con la intención de resguardar las inmediaciones de la casilla, desinfectar los materiales electorales, tomar temperatura, dar gel antibacterial y hasta proporcionar mascarillas son cosas a las que deberemos acostumbrarnos si la pandemia se extiende para el próximo año.
Los debates en estos dos estados de la república mexicana fueron vía videoconferencia y los actos de proselitismo tuvieron como contraste las redes sociales digitales, pocos actos de forma masiva para no decir que fueron nulos es uno de los retos que tuvieron las elecciones locales.
En nuestro estado, la pandemia ha regresado con el código naranja y es una alerta de vida o muerte para millones. Los sistemas hospitalarios están colapsando, hay saturación de personas en las camas de hospital que hacen imposible que se acepten más pacientes. La cifra de personas fallecidas se ha quintuplicado, es decir pasaron de 4 o 5 a más de 20 por día. Es triste observar a amigos y familias que han salido positivos a las pruebas, pero más triste son las notas de despedida o bien dando a conocer los servicios funerarios de sus familias. El nuevo brote de infección llega en el inicio del proceso electoral y será un tema con el que los candidatos y partidos políticos deberán atender sus actividades para evitar un posible contagio masivo. Las autoridades electorales también deberán garantizar la sana distancia, establecer protocolos de higiene y cuidar la integridad de su personal a fin de que no haya pérdidas humanas que lamentar.
En conclusión, la pandemia es un tema electoral, directa e indirectamente afecta los procesos electorales que se desarrollan y los que vienen. La democracia, como lo han dicho algunos de los analistas políticos no debe estar en riesgo por la pandemia, al contrario, debe garantizarse el derecho al voto, a ser votado y que el voto de los ciudadanos sea contado para delegar el poder que reside en esencia en el pueblo.
