/ martes 7 de enero de 2020

Propósitos de Año Nuevo

Las doce manecillas llegaron pronto, el fin del año se veía distante y las campanas sonaron a un ritmo presuroso. El año se terminó y corrió el tiempo. Al volver la vista atrás, vemos las cosas que hicimos, lo que dejamos pendiente, lo que no cumplimos. Es tiempo de renovar nuestras acciones, de cargar energía, de hacer planes, de reasignar tareas, de dar seguimiento a lo que aún podemos hacer. Los tiempos de cambio, como lo es el año nuevo se nos presenta como una oportunidad de repensar lo que somos y lo que queremos lograr. Ten por seguro, que no pasará nada sin que tu lo quieras y sin que tu te muevas a conseguirlo. Es decir, la fuerza de la voluntad debe moverte a conseguir lo que te propones ya que si no educas a tu voluntad con hábitos no lograrás romper las cadenas que te impiden alcanzar las metas que te propongas para este año 2020. Así que te sugiero que si te propones una meta debes enfocarte en esa meta, con voluntad y trabajo.

Año nuevo, vida nueva así reza un refrán que he escuchado desde pequeña edad. Cambiarte de casa, comprar un carro, adelgazar, viajar, ahorrar dinero, vivir saludablemente, iniciar el año con nuevas amistades o amigos, ir al gimnasio, conseguir un nuevo trabajo, ser mejor persona, leer un libro es seguramente uno de tus propósitos para este año que inicia. Sin embargo, ¿estás seguro o segura de lo que te planteaste? Lo que quiero decir es que para conseguir tus metas debes hacer un plan, desde el más sencillo y hasta el más complejo. No podemos pedir todo lo que se nos ocurra, pero si podemos conseguir todo aquello que nos propongamos si seguimos los pasos necesarios para alcanzar la meta.

Si queremos una casa o un carro nuevo, debemos ahorrar, buscar información para saber exactamente que queremos. Por ejemplo: ¿Una casa o lugar para convertir en un hogar? Un carro económico o uno que nos hará gastar más en el mantenimiento. Es decir, no podemos comprar o gastar por gastar, porque recuerda, también tienes que cuidar tus finanzas.

Ante este panorama de buenos deseos y propósitos que juramos en la medianoche del año viejo y que esperabamos con alegría es conveniente replantear los mismos propósitos. ¿Quieres Salud? Pues es hora de comer adecuadamente, ir con el nutriólogo, hacer ejercicio, salir a caminar y dejar por un momento las golosinas o simplemente ir con el doctor para una valoración médica. En concreto, tienes una meta y para llegra a ella es necesario entonces que hagas todo para cumplirla.

Otro ejemplo de los deseos es viajar. Bueno, es simple, fija a donde quieres ir, con quién, cuándo es la mejor temporada para ir, cuántos recursos económicos van a necesitar y sobretodo tener un plan de vuelo. Muchas personas no les gusta viajar, quizá sus experiencias han sido malas, ya que fueron en temporada de lluvias o huracanes a playas, fueron a un lugar que de acuerdo a sus tradiciones religiosas están cerradas las atracciones para turistas o bien no era lo que buscabas encontrar (como por ejemplo largas caminatas o turismo extremo). Debes informarte que quieres para que tu viaje sea placentero.

Un tercer deseo es tener dinero. Lo primero que debes saber es que es lo que quieres, porque puedes desear dinero para pagar una deuda o comprar una casa. Entonces, el deseo está mal planteado, lo que necesitas es hacer una valoración económica que te permita pagar esas deudas sin descapitalizarse y pagar deudas que parecen no ser una opción para el ciudadano. Antes de comprar una casa debes ver diferentes opciones de financiamiento, tasas de interés, plazos, pago de escrituras, cargos ocultos (comunmente está en los seguros). Entonces lo que requieres no es tener dinero sino hacer un uso racional en el manejos de las finanzas que te permitan tener una gran calidad de vida sin lastimar tus finanzas personales. Por lo pronto valora tus propósitos y empieza a cumplir esos retos.

Las doce manecillas llegaron pronto, el fin del año se veía distante y las campanas sonaron a un ritmo presuroso. El año se terminó y corrió el tiempo. Al volver la vista atrás, vemos las cosas que hicimos, lo que dejamos pendiente, lo que no cumplimos. Es tiempo de renovar nuestras acciones, de cargar energía, de hacer planes, de reasignar tareas, de dar seguimiento a lo que aún podemos hacer. Los tiempos de cambio, como lo es el año nuevo se nos presenta como una oportunidad de repensar lo que somos y lo que queremos lograr. Ten por seguro, que no pasará nada sin que tu lo quieras y sin que tu te muevas a conseguirlo. Es decir, la fuerza de la voluntad debe moverte a conseguir lo que te propones ya que si no educas a tu voluntad con hábitos no lograrás romper las cadenas que te impiden alcanzar las metas que te propongas para este año 2020. Así que te sugiero que si te propones una meta debes enfocarte en esa meta, con voluntad y trabajo.

Año nuevo, vida nueva así reza un refrán que he escuchado desde pequeña edad. Cambiarte de casa, comprar un carro, adelgazar, viajar, ahorrar dinero, vivir saludablemente, iniciar el año con nuevas amistades o amigos, ir al gimnasio, conseguir un nuevo trabajo, ser mejor persona, leer un libro es seguramente uno de tus propósitos para este año que inicia. Sin embargo, ¿estás seguro o segura de lo que te planteaste? Lo que quiero decir es que para conseguir tus metas debes hacer un plan, desde el más sencillo y hasta el más complejo. No podemos pedir todo lo que se nos ocurra, pero si podemos conseguir todo aquello que nos propongamos si seguimos los pasos necesarios para alcanzar la meta.

Si queremos una casa o un carro nuevo, debemos ahorrar, buscar información para saber exactamente que queremos. Por ejemplo: ¿Una casa o lugar para convertir en un hogar? Un carro económico o uno que nos hará gastar más en el mantenimiento. Es decir, no podemos comprar o gastar por gastar, porque recuerda, también tienes que cuidar tus finanzas.

Ante este panorama de buenos deseos y propósitos que juramos en la medianoche del año viejo y que esperabamos con alegría es conveniente replantear los mismos propósitos. ¿Quieres Salud? Pues es hora de comer adecuadamente, ir con el nutriólogo, hacer ejercicio, salir a caminar y dejar por un momento las golosinas o simplemente ir con el doctor para una valoración médica. En concreto, tienes una meta y para llegra a ella es necesario entonces que hagas todo para cumplirla.

Otro ejemplo de los deseos es viajar. Bueno, es simple, fija a donde quieres ir, con quién, cuándo es la mejor temporada para ir, cuántos recursos económicos van a necesitar y sobretodo tener un plan de vuelo. Muchas personas no les gusta viajar, quizá sus experiencias han sido malas, ya que fueron en temporada de lluvias o huracanes a playas, fueron a un lugar que de acuerdo a sus tradiciones religiosas están cerradas las atracciones para turistas o bien no era lo que buscabas encontrar (como por ejemplo largas caminatas o turismo extremo). Debes informarte que quieres para que tu viaje sea placentero.

Un tercer deseo es tener dinero. Lo primero que debes saber es que es lo que quieres, porque puedes desear dinero para pagar una deuda o comprar una casa. Entonces, el deseo está mal planteado, lo que necesitas es hacer una valoración económica que te permita pagar esas deudas sin descapitalizarse y pagar deudas que parecen no ser una opción para el ciudadano. Antes de comprar una casa debes ver diferentes opciones de financiamiento, tasas de interés, plazos, pago de escrituras, cargos ocultos (comunmente está en los seguros). Entonces lo que requieres no es tener dinero sino hacer un uso racional en el manejos de las finanzas que te permitan tener una gran calidad de vida sin lastimar tus finanzas personales. Por lo pronto valora tus propósitos y empieza a cumplir esos retos.