/ sábado 31 de julio de 2021

¿Regreso a clases presenciales obligación o devoción? 

“No importa lo que piense la mayoría, se debe volver a clases presenciales”

Recientemente el presidente Andrés Manuel López Obrador, “advirtió” que a él no le importa que la mayoría de la gente esté en contra del regreso a clases presenciales, a partir del 30 de agosto de este año.

Desde su tradicional matutina, el presidente hizo nuevamente uso del recurso retórico, para manifestar y tomar la decisión, que los escolares regresen a clases presenciales.

Manifestó no saber si es por desinformación o por querer nada más llevarle la contraria a su gobierno; refirió que la postura de no regresar a clases a finales de agosto, ha ganado terreno en la sociedad en las últimas semanas.

¿Cómo sabe que la sociedad está ávida de enviar a sus hijos a clases presenciales?

Si no se tienen las condiciones mínimas esenciales para poder recibir a los escolares. Los edificios escolares tienen muchas carencias en equipamiento, sobre todo por el vandalismo y el abandono, además que muchas carecen de agua potable.

¿Acaso la autoridad tendrá aquello que se conoce como información desinformada?

¿Ya se olvidó cuantos niños o niñas perdieron a alguno de sus padres por la pandemia?

¿O en su caso podría ser una utopía verbal, para seguir señalando a todos aquellos que supuestamente le llevan la contraria al presidente?

Cuando menciono:

“No me importa que la mayoría esté pensando en no regresar, yo voy a sostener que es indispensable que se regrese a clases por el bien de los niños, por el bien de los adolescentes y por el bien de los padres de familia, por el bien de todos y por el bien de la educación del país”.

Para muchos, esta declaración suena como una exigencia y una obligación regresar a clases presenciales.

Sabemos que es preocupante el nivel de la educación en nuestro país, ¿Pero no será contradictorio lo que dice el presidente?

Por un lado, todo se lo deja al pueblo sabio para que elija y por otro “advierte” que no le importa lo que otros piensen, además exigió que los alumnos, padres de familia, directivos, profesores y sindicatos se alisten para el retorno a clases.

“El presidente insistió en que las escuelas no representan alto riesgo de contagio de la enfermedad y que si se llevan a cabo las medidas sanitarias, se reduce aún más la posibilidad de un contagio; además de que en muchos países los niños no están vacunados y van a clases”

Es cierto otros países tienen clases presenciales, pero son diferentes las condiciones en tiempo y la capacidad de respuesta para enfrentar a la pandemia.

El presidente refirió que “México y Bangladesh son los países que por más tiempo han mantenido cerradas sus instalaciones educativas y esto ya no puede seguir así”.

Lo que no considera la autoridad, es que en el caso de nuestro país, las escuelas no tienen las condiciones sanitarias mínimas esenciales para recibir a los escolares.

De ahí que nuevamente hace un llamado a los gobiernos estatales y municipales a destinar recursos para las escuelas que sufrieron el abandono y el saqueo durante el tiempo que han permanecido cerradas.

No podemos dejar de mencionar que en varias entidades del país, están casi por hacer cambios de gobierno entre gobernadores y presidencias municipales, en algunos casos los ejecutivos están empujando el calendario, para ver llegar la fecha de entrega y simplemente tomar sus valijas para dejar el puesto.

Por lo que en estos momento, muchos de ellos lo que menos pasa por su mente, es destinar un recurso para rehabilitar las escuelas.

Desde luego que para tener una verdadera transformación del país, es necesario trabajar en la infancia. No es fácil, recordemos que la formación básica de los infantes surge en casa, resultado del trabajo de sus padres.

El sr presidente dijo, que a nivel mundial está comprobado que los niños y adolescentes resisten mejor el Covid-19, que la población adulta.

Sabemos que los estudiantes, se benefician del aprendizaje en modo presencial y que permanecer lejos de las aulas, genera importantes costos sociales tanto en los alumnos y sus familias.

Pero el regreso a clases de manera presencial no puede ser una obligación, mucho menos una exigencia; sino una verdadera devoción, en la cual trabajemos todos para su realización.

Porque lo más importante es la seguridad y salud de los niños, niñas adolescentes.

Así que aun podríamos preguntar:

¿Se puede regresar a clases de manera segura y confiable?


“No importa lo que piense la mayoría, se debe volver a clases presenciales”

Recientemente el presidente Andrés Manuel López Obrador, “advirtió” que a él no le importa que la mayoría de la gente esté en contra del regreso a clases presenciales, a partir del 30 de agosto de este año.

Desde su tradicional matutina, el presidente hizo nuevamente uso del recurso retórico, para manifestar y tomar la decisión, que los escolares regresen a clases presenciales.

Manifestó no saber si es por desinformación o por querer nada más llevarle la contraria a su gobierno; refirió que la postura de no regresar a clases a finales de agosto, ha ganado terreno en la sociedad en las últimas semanas.

¿Cómo sabe que la sociedad está ávida de enviar a sus hijos a clases presenciales?

Si no se tienen las condiciones mínimas esenciales para poder recibir a los escolares. Los edificios escolares tienen muchas carencias en equipamiento, sobre todo por el vandalismo y el abandono, además que muchas carecen de agua potable.

¿Acaso la autoridad tendrá aquello que se conoce como información desinformada?

¿Ya se olvidó cuantos niños o niñas perdieron a alguno de sus padres por la pandemia?

¿O en su caso podría ser una utopía verbal, para seguir señalando a todos aquellos que supuestamente le llevan la contraria al presidente?

Cuando menciono:

“No me importa que la mayoría esté pensando en no regresar, yo voy a sostener que es indispensable que se regrese a clases por el bien de los niños, por el bien de los adolescentes y por el bien de los padres de familia, por el bien de todos y por el bien de la educación del país”.

Para muchos, esta declaración suena como una exigencia y una obligación regresar a clases presenciales.

Sabemos que es preocupante el nivel de la educación en nuestro país, ¿Pero no será contradictorio lo que dice el presidente?

Por un lado, todo se lo deja al pueblo sabio para que elija y por otro “advierte” que no le importa lo que otros piensen, además exigió que los alumnos, padres de familia, directivos, profesores y sindicatos se alisten para el retorno a clases.

“El presidente insistió en que las escuelas no representan alto riesgo de contagio de la enfermedad y que si se llevan a cabo las medidas sanitarias, se reduce aún más la posibilidad de un contagio; además de que en muchos países los niños no están vacunados y van a clases”

Es cierto otros países tienen clases presenciales, pero son diferentes las condiciones en tiempo y la capacidad de respuesta para enfrentar a la pandemia.

El presidente refirió que “México y Bangladesh son los países que por más tiempo han mantenido cerradas sus instalaciones educativas y esto ya no puede seguir así”.

Lo que no considera la autoridad, es que en el caso de nuestro país, las escuelas no tienen las condiciones sanitarias mínimas esenciales para recibir a los escolares.

De ahí que nuevamente hace un llamado a los gobiernos estatales y municipales a destinar recursos para las escuelas que sufrieron el abandono y el saqueo durante el tiempo que han permanecido cerradas.

No podemos dejar de mencionar que en varias entidades del país, están casi por hacer cambios de gobierno entre gobernadores y presidencias municipales, en algunos casos los ejecutivos están empujando el calendario, para ver llegar la fecha de entrega y simplemente tomar sus valijas para dejar el puesto.

Por lo que en estos momento, muchos de ellos lo que menos pasa por su mente, es destinar un recurso para rehabilitar las escuelas.

Desde luego que para tener una verdadera transformación del país, es necesario trabajar en la infancia. No es fácil, recordemos que la formación básica de los infantes surge en casa, resultado del trabajo de sus padres.

El sr presidente dijo, que a nivel mundial está comprobado que los niños y adolescentes resisten mejor el Covid-19, que la población adulta.

Sabemos que los estudiantes, se benefician del aprendizaje en modo presencial y que permanecer lejos de las aulas, genera importantes costos sociales tanto en los alumnos y sus familias.

Pero el regreso a clases de manera presencial no puede ser una obligación, mucho menos una exigencia; sino una verdadera devoción, en la cual trabajemos todos para su realización.

Porque lo más importante es la seguridad y salud de los niños, niñas adolescentes.

Así que aun podríamos preguntar:

¿Se puede regresar a clases de manera segura y confiable?