/ sábado 18 de junio de 2022

Tan solo un vaso con agua

“Tomar agua nos da vida, pero tomar conciencia nos dará agua”

Refrán popular

Sabemos que el agua se ha consolidado como un medio indispensable para cualquier expresión de vida, ya que no existe actividad humana; económica, industrial o social, que pueda prescindir de este vital recurso.

Interesante saber que sobre esta realidad, se tienen todo tipo de costumbres, ideas y acciones para su control, uso y dominio.

Sin embargo somos testigos, que en los últimos meses se ha generado una crisis de agua en México, debido a que no es suficiente para cubrir las demandas de uso que tiene la población, sobre todo para necesidades básicas, lo cual está generando conflictos e intereses en diversas regiones geográficas y sectores de la sociedad en especial el norte del país.

De acuerdo a la ONU en México se consumen en promedio, 366 litros de agua por día per cápita, lo que lo coloca en el quinto puesto junto a España, solo lo superan Estados Unidos, Australia, Italia y Japón.

Sin embargo la crisis de agua que actualmente agobia a México, provoca que 12 millones de personas no tengan acceso a agua potable, más de 35 millones vivan con escasez extrema y más de 40 millones tengan disponibilidad baja.

De continuar con estos esquemas de uso y aprovechamiento ineficiente de los recursos hídricos, el futuro de México será más drástico.

Debemos ser conscientes, que esta situación en la que nos encontramos, es debido a la sobre explotación de los recursos hídricos, la contaminación, el mal uso de las fuentes de agua, malos hábitos de consumo de los usuarios y la falta de la cultura de reúso y aprovechamiento del agua de lluvia.

Por otra parte es necesario mencionar, que los desastres naturales han aumentado más de 4 veces desde 1950, resultado del cambio climático en el planeta, provocando fenómenos meteorológicos extremos, como sequías e inundaciones prolongadas, que agravan la escasez de agua y contaminan los suministros de agua; por supuesto que esto podría ser un tema de ciencia ficción o tema prohibido para algunos líderes mundiales, que no están muy convencidos del calentamiento global, que afecta todos los ciclos naturales en el planeta.

De tal forma que la inseguridad del agua, hace que nuestro mundo sea menos estable, la escasez dificulta la producción de alimentos, la protección de la salud pública y el impulso del crecimiento económico; además no se pueden ejercer otros derechos, como la vivienda digna, salud o educación; mientras que en el escenario político, el acceso al agua se ha convertido en una fuente de conflictos entre comunidades alrededor de todo el mundo.

Recordemos que el Acuerdo de París del 2015, fue diseñado para reducir las emisiones mundiales y mantener el calentamiento global por debajo del peligroso umbral de 2°C.

Pero tal parece que este acuerdo pocos lo recuerdan, el objetivo se puede lograr, si actuamos todos inmediatamente y sostenidamente, para reducir las emisiones de dióxido de carbono y óxido nitroso, esto incluye adoptar tecnologías que aumenten nuestra eficiencia energética, expandir el uso de energía renovable, y desacelerar la deforestación, entre otras acciones.

Sabemos que el agua es un recurso, que cada vez se reduce su disponibilidad frente a la demanda de la población.

El problema se agudiza aún más en zonas urbanas, por lo que bajo esta presión, el agua se ha convertido en un botín político y en un recurso de poder.

Recordemos que el agua es un recurso “consagrado” en el artículo 4° de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, donde se refiere que:

“Toda persona tiene derecho al acceso, disposición y saneamiento de agua para consumo personal y doméstico en forma suficiente, salubre, aceptable y asequible. El Estado garantizará este derecho y la ley definirá las bases, apoyos y modalidades para el acceso y uso equitativo y sustentable de los recursos hídricos, estableciendo la participación de la Federación, las entidades federativas y los municipios, así como la participación de la ciudadanía para la consecución de dichos fines”

Cuando surge una disputa por recursos naturales, el conflicto puede durar un periodo sumamente largo de tiempo, inclusive se involucran o se heredan a las siguientes generaciones.

Si es usted afortunado de tomar un vaso con agua, piense en aquellos que no tuvieron la oportunidad de hacerlo, porque la sed les quitó la vida y no alcanzaron a abrir el grifo.


“Tomar agua nos da vida, pero tomar conciencia nos dará agua”

Refrán popular

Sabemos que el agua se ha consolidado como un medio indispensable para cualquier expresión de vida, ya que no existe actividad humana; económica, industrial o social, que pueda prescindir de este vital recurso.

Interesante saber que sobre esta realidad, se tienen todo tipo de costumbres, ideas y acciones para su control, uso y dominio.

Sin embargo somos testigos, que en los últimos meses se ha generado una crisis de agua en México, debido a que no es suficiente para cubrir las demandas de uso que tiene la población, sobre todo para necesidades básicas, lo cual está generando conflictos e intereses en diversas regiones geográficas y sectores de la sociedad en especial el norte del país.

De acuerdo a la ONU en México se consumen en promedio, 366 litros de agua por día per cápita, lo que lo coloca en el quinto puesto junto a España, solo lo superan Estados Unidos, Australia, Italia y Japón.

Sin embargo la crisis de agua que actualmente agobia a México, provoca que 12 millones de personas no tengan acceso a agua potable, más de 35 millones vivan con escasez extrema y más de 40 millones tengan disponibilidad baja.

De continuar con estos esquemas de uso y aprovechamiento ineficiente de los recursos hídricos, el futuro de México será más drástico.

Debemos ser conscientes, que esta situación en la que nos encontramos, es debido a la sobre explotación de los recursos hídricos, la contaminación, el mal uso de las fuentes de agua, malos hábitos de consumo de los usuarios y la falta de la cultura de reúso y aprovechamiento del agua de lluvia.

Por otra parte es necesario mencionar, que los desastres naturales han aumentado más de 4 veces desde 1950, resultado del cambio climático en el planeta, provocando fenómenos meteorológicos extremos, como sequías e inundaciones prolongadas, que agravan la escasez de agua y contaminan los suministros de agua; por supuesto que esto podría ser un tema de ciencia ficción o tema prohibido para algunos líderes mundiales, que no están muy convencidos del calentamiento global, que afecta todos los ciclos naturales en el planeta.

De tal forma que la inseguridad del agua, hace que nuestro mundo sea menos estable, la escasez dificulta la producción de alimentos, la protección de la salud pública y el impulso del crecimiento económico; además no se pueden ejercer otros derechos, como la vivienda digna, salud o educación; mientras que en el escenario político, el acceso al agua se ha convertido en una fuente de conflictos entre comunidades alrededor de todo el mundo.

Recordemos que el Acuerdo de París del 2015, fue diseñado para reducir las emisiones mundiales y mantener el calentamiento global por debajo del peligroso umbral de 2°C.

Pero tal parece que este acuerdo pocos lo recuerdan, el objetivo se puede lograr, si actuamos todos inmediatamente y sostenidamente, para reducir las emisiones de dióxido de carbono y óxido nitroso, esto incluye adoptar tecnologías que aumenten nuestra eficiencia energética, expandir el uso de energía renovable, y desacelerar la deforestación, entre otras acciones.

Sabemos que el agua es un recurso, que cada vez se reduce su disponibilidad frente a la demanda de la población.

El problema se agudiza aún más en zonas urbanas, por lo que bajo esta presión, el agua se ha convertido en un botín político y en un recurso de poder.

Recordemos que el agua es un recurso “consagrado” en el artículo 4° de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, donde se refiere que:

“Toda persona tiene derecho al acceso, disposición y saneamiento de agua para consumo personal y doméstico en forma suficiente, salubre, aceptable y asequible. El Estado garantizará este derecho y la ley definirá las bases, apoyos y modalidades para el acceso y uso equitativo y sustentable de los recursos hídricos, estableciendo la participación de la Federación, las entidades federativas y los municipios, así como la participación de la ciudadanía para la consecución de dichos fines”

Cuando surge una disputa por recursos naturales, el conflicto puede durar un periodo sumamente largo de tiempo, inclusive se involucran o se heredan a las siguientes generaciones.

Si es usted afortunado de tomar un vaso con agua, piense en aquellos que no tuvieron la oportunidad de hacerlo, porque la sed les quitó la vida y no alcanzaron a abrir el grifo.