/ sábado 12 de junio de 2021

Todos perdieron en la elección del domingo

Las elecciones del domingo pasado concluyeron como se realizan las mejores fiestas de pueblo. Cada casa le rezó a su santo, lo celebró y tuvo su propio borracho que intentó acabar con el evento.

¿Por qué digo eso? Pues porque en los 15 estados, donde se eligió gobernador, por unas horas todos los candidatos se dijeron ganadores, celebraron sin importar que el Programa de Resultados Preliminares apenas llevara el 0.01 por ciento de las actas computadas. Se sintieron los Santos Patronos.

Absolutamente todos los aspirantes a gobernador, el domingo después de las seis de la tarde cuestionaron los resultados y se erigieron como “virtuales ganadores”, le “aguaron” la fiesta a quienes realmente fueron electos por el pueblo, lo que generó gran desconcierto.

¿Acaso es tan complicado entender que en la democracia se gana o se pierde por un voto? Además, las nuevas leyes electorales ya garantizan que si la diferencia entre uno y otro candidato es menor al uno por ciento o si los votos nulos son más que la diferencia entre el primero y segundo lugar, se debe realizar el recuento voto por voto.

También debe mencionarse que hubo algunos Institutos Electorales y de Participación Ciudadana estatales que se condujeron con demasiada opacidad, sembraron la semilla de la desconfianza.

Tal caso ocurrió en Guerrero donde, en primer lugar, un día antes de la jornada no podían resolver los problemas que presentó el PREP, cuya plataforma diseñaron especialistas del IPN, pero no fue compatible con el sistema del organismo electoral estatal, por lo que se puso en duda que el pueblo pudiera conocer los resultados preliminares.

Con demora, y varias fallas, el PREP estuvo listo en tiempo pero no en forma. Incluso, cerró con el 38.44 por ciento de las actas computadas, lo que dio como resultado el triunfo de la candidata (¿o cantante?) Evelyn Salgado de Morena. Con todo y que faltaba un tercio de los votos, ella festejó “su triunfo” que ahora será impugnado.

Esa falla generó una ola de incertidumbre, por lo que el candidato del PRI-PRD, Mario Delgado, y supuesto segundo lugar, ya amenazó con judicializar los resultados, un derecho que, con todas las de la ley es legítimo.

Incluso, el dirigente nacional de Morena, Mario Delgado, quien ha sido duramente cuestionado por no publicar las encuestas que definieron a sus candidatos, exigió la renuncia de Nazarín Vargas, consejero presidente del IEPC estatal, pues considera que no tiene la calidad moral para encabezar el instituto.

EN CAMPECHE LE DIERON LA ESPALDA AL PRI

Lo ocurrido en Campeche es un caso que debe causar vergüenza, porque Layda Sansores, candidata del PT-Morena, con el 91. 76 por ciento de las actas computadas, ganó con el 33.22 por ciento, una diferencia de 1.67 por ciento sobre el segundo lugar, Eliseo Fernández de Movimiento Ciudadano, y de 2.4 puntos respecto el segundo lugar, Christian Castro del PRI-PAN-PRD.

Sin lugar a duda, Sansores San Román será la nueva gobernadora, porque así lo quiso la ciudadanía, que decidió acabar con el dominio priista, por mucho que Castro o Fernández impugnen los resultados en las urnas, ella ganó.

Es verdad que la contienda estuvo muy cerrada, pero ya hay un resultado definitivo.

Otra lectura distinta a la derrota del PRI en Campeche, es que fue especialmente importante, porque el dirigente nacional del partido dejó de gobernar la entidad, la abandonó, para ir tras su sueño presidencial de 2024. Sin embargo, esta caída lo despertó como un jab directo a la cara y es poco probable que sea el delfín dentro de tres años.

Aunado a la pérdida electoral de su estado natal, “Alito” lidió con las críticas ante el fracaso tricolor en las urnas, que lo noqueó, como el borrachito de la fiesta que deja inconsciente al mayordomo del festejo. El líder del PRI debe recordar que si ganó algo, fue gracias a la alianza con el PAN, porque el PRD está igual de derrotado.

AUNQUE NOS DUELA, MORENA SEGUIRÁ: MADERO

Sobre lo ocurrido en la elección de diputados, Gustavo Madero, exdirigente panista, tuvo una agudeza especial, que escribió en un diario de Chihuahua, su estado natal:

“Es un autoengaño afirmar que le quitamos la mayoría calificada a AMLO para impedirle modificar la constitución. La verdad es que en 2018 tampoco ganaron esa mayoría calificada; la consiguieron con tránsfugas de diputados del PAN, PRI, PRD y la adhesión en bloque del Verde. Ese camino aún subsiste y ya lanzó el dardo envenenado en su mañanera: sólo necesita unos cuantos diputados del PRI.

“Aunque nos duela reconocerlo, Morena y sus aliados seguirán aprobando el presupuesto, todas las iniciativas y cambios legales que quieran, con sus propios votos (igual que ahora); y podrán modificar la constitución y los nombramientos si convencen a unos cuantos legisladores del PRI o MC (igual que ahora).”

Es cierto que ahora el Presidente López Obrador buscará reconquistar a los priistas, pues reconoce en ellos a políticos ansiosos de regresar al poder para volver a instaurar la “dictadura perfecta” que operó en el país durante más de 70 años.

Si existe temor porque Morena necesita poco para obtener tres cuartas partes de la Cámara de Diputados para cambiar la Constitución, es aún más preocupante que tenga el control de 18 Congresos locales, porque requiere del visto de la mitad más uno, o sea 17 y, esos, sí los logra.

El desprestigio de la política, continuará, lamentablemente al menos otros tres años. De poco o nada han servido los abusos que han sido exhibidos, para que la ciudadanía no cometa el mismo error cada que se renueva el Congreso, se cambia de gobernador o alguno de ellos busca la reelección.


Y hasta la próxima semana, en este mismo espacio.


manuelmejidot@gmail.com

Las elecciones del domingo pasado concluyeron como se realizan las mejores fiestas de pueblo. Cada casa le rezó a su santo, lo celebró y tuvo su propio borracho que intentó acabar con el evento.

¿Por qué digo eso? Pues porque en los 15 estados, donde se eligió gobernador, por unas horas todos los candidatos se dijeron ganadores, celebraron sin importar que el Programa de Resultados Preliminares apenas llevara el 0.01 por ciento de las actas computadas. Se sintieron los Santos Patronos.

Absolutamente todos los aspirantes a gobernador, el domingo después de las seis de la tarde cuestionaron los resultados y se erigieron como “virtuales ganadores”, le “aguaron” la fiesta a quienes realmente fueron electos por el pueblo, lo que generó gran desconcierto.

¿Acaso es tan complicado entender que en la democracia se gana o se pierde por un voto? Además, las nuevas leyes electorales ya garantizan que si la diferencia entre uno y otro candidato es menor al uno por ciento o si los votos nulos son más que la diferencia entre el primero y segundo lugar, se debe realizar el recuento voto por voto.

También debe mencionarse que hubo algunos Institutos Electorales y de Participación Ciudadana estatales que se condujeron con demasiada opacidad, sembraron la semilla de la desconfianza.

Tal caso ocurrió en Guerrero donde, en primer lugar, un día antes de la jornada no podían resolver los problemas que presentó el PREP, cuya plataforma diseñaron especialistas del IPN, pero no fue compatible con el sistema del organismo electoral estatal, por lo que se puso en duda que el pueblo pudiera conocer los resultados preliminares.

Con demora, y varias fallas, el PREP estuvo listo en tiempo pero no en forma. Incluso, cerró con el 38.44 por ciento de las actas computadas, lo que dio como resultado el triunfo de la candidata (¿o cantante?) Evelyn Salgado de Morena. Con todo y que faltaba un tercio de los votos, ella festejó “su triunfo” que ahora será impugnado.

Esa falla generó una ola de incertidumbre, por lo que el candidato del PRI-PRD, Mario Delgado, y supuesto segundo lugar, ya amenazó con judicializar los resultados, un derecho que, con todas las de la ley es legítimo.

Incluso, el dirigente nacional de Morena, Mario Delgado, quien ha sido duramente cuestionado por no publicar las encuestas que definieron a sus candidatos, exigió la renuncia de Nazarín Vargas, consejero presidente del IEPC estatal, pues considera que no tiene la calidad moral para encabezar el instituto.

EN CAMPECHE LE DIERON LA ESPALDA AL PRI

Lo ocurrido en Campeche es un caso que debe causar vergüenza, porque Layda Sansores, candidata del PT-Morena, con el 91. 76 por ciento de las actas computadas, ganó con el 33.22 por ciento, una diferencia de 1.67 por ciento sobre el segundo lugar, Eliseo Fernández de Movimiento Ciudadano, y de 2.4 puntos respecto el segundo lugar, Christian Castro del PRI-PAN-PRD.

Sin lugar a duda, Sansores San Román será la nueva gobernadora, porque así lo quiso la ciudadanía, que decidió acabar con el dominio priista, por mucho que Castro o Fernández impugnen los resultados en las urnas, ella ganó.

Es verdad que la contienda estuvo muy cerrada, pero ya hay un resultado definitivo.

Otra lectura distinta a la derrota del PRI en Campeche, es que fue especialmente importante, porque el dirigente nacional del partido dejó de gobernar la entidad, la abandonó, para ir tras su sueño presidencial de 2024. Sin embargo, esta caída lo despertó como un jab directo a la cara y es poco probable que sea el delfín dentro de tres años.

Aunado a la pérdida electoral de su estado natal, “Alito” lidió con las críticas ante el fracaso tricolor en las urnas, que lo noqueó, como el borrachito de la fiesta que deja inconsciente al mayordomo del festejo. El líder del PRI debe recordar que si ganó algo, fue gracias a la alianza con el PAN, porque el PRD está igual de derrotado.

AUNQUE NOS DUELA, MORENA SEGUIRÁ: MADERO

Sobre lo ocurrido en la elección de diputados, Gustavo Madero, exdirigente panista, tuvo una agudeza especial, que escribió en un diario de Chihuahua, su estado natal:

“Es un autoengaño afirmar que le quitamos la mayoría calificada a AMLO para impedirle modificar la constitución. La verdad es que en 2018 tampoco ganaron esa mayoría calificada; la consiguieron con tránsfugas de diputados del PAN, PRI, PRD y la adhesión en bloque del Verde. Ese camino aún subsiste y ya lanzó el dardo envenenado en su mañanera: sólo necesita unos cuantos diputados del PRI.

“Aunque nos duela reconocerlo, Morena y sus aliados seguirán aprobando el presupuesto, todas las iniciativas y cambios legales que quieran, con sus propios votos (igual que ahora); y podrán modificar la constitución y los nombramientos si convencen a unos cuantos legisladores del PRI o MC (igual que ahora).”

Es cierto que ahora el Presidente López Obrador buscará reconquistar a los priistas, pues reconoce en ellos a políticos ansiosos de regresar al poder para volver a instaurar la “dictadura perfecta” que operó en el país durante más de 70 años.

Si existe temor porque Morena necesita poco para obtener tres cuartas partes de la Cámara de Diputados para cambiar la Constitución, es aún más preocupante que tenga el control de 18 Congresos locales, porque requiere del visto de la mitad más uno, o sea 17 y, esos, sí los logra.

El desprestigio de la política, continuará, lamentablemente al menos otros tres años. De poco o nada han servido los abusos que han sido exhibidos, para que la ciudadanía no cometa el mismo error cada que se renueva el Congreso, se cambia de gobernador o alguno de ellos busca la reelección.


Y hasta la próxima semana, en este mismo espacio.


manuelmejidot@gmail.com