/ miércoles 13 de abril de 2022

“Verano caliente”, memoria tibia

Los titulares de medios de comunicación no sólo en México, sino a nivel global, han volteado a ver a nuestro país a raíz de lo que ya anticipaba quien escribe como uno de los parteaguas en materia de participación ciudadana. Las más de 15 millones de personas que apoyan que el presidente siga su mandato, hoy hacen titulares de publicaciones en España, Inglaterra no sólo destacando que AMLO sigue, sino que sigue la democracia que se abre paso ante las más arraigadas prácticas de sabotaje y tiranía.

Las cifras dicen más de lo que quizá me atreva a querer comunicarle: el ahora presidente López Obrador obtuvo más votos ahora en este ejercicio que cuando participó como candidato en 2006 y en 2012; los votos de respaldo a la continuación del mandato superan incluso los 12.6 millones de sufragios que en el pasado proceso electoral se emitieron a favor de Ricardo Anaya, candidato del PAN con el que disputó la presidencia.

Volviendo a lo que le describía como un triunfo de la democracia, le explico la utilización de dicha descripción: con encuestas que vaticinaban una participación mucho menor que la obtenida, el día de ayer México hizo historia como uno de los 23 países en los que actualmente se lleva a cabo este medio de control institucional que devuelve a las y los ciudadanos la capacidad de ejercer sus facultades como elemento fundamental de la soberanía.

Lo que en su momento fue una promesa es ahora un hecho consumado en conjunto, y este ejercicio marca el inicio de lo que queda como antecedente para que los próximos gobernantes se deban someter a una consulta similar a solicitud de la ciudadanía, aumentando a su vez la obligación y compromiso por parte de quienes se ostentan como representantes.

Si bien, la consulta sobre la revocación de mandato ha querido utilizarse como medio de ataque político, debo decir que guardamos -como en algunas entregas anteriores lo he dicho- una coincidencia con quienes se ostentan como opositores.

Y es que, si usted recuerda el llamado “verano caliente”, que ha quedado a la posteridad como el suceso en el que, tras el reclamo de fraude electoral que el PAN elevaba incluso al conocimiento de instancias internacionales en 1986, da pie a que el después gobernador Francisco Barrio publicara el decreto por medio del cual se adiciona en la Constitución de Chihuahua, en el artículo 21, la revocación de mandato.

Bajo una administración que en aquél entonces Acción Nacional consideró de espuria, surge entonces en el estado este mecanismo, buscando dotar a la ciudadanía del poder de revisar los mandatos de quienes de manera impopular llegaran a sus cargos. El objetivo nos une, la mala memoria es lo que nos separa.

Este 10 de abril se cumplían 103 años del asesinato de Emiliano Zapata, por lo que lo más apropiado me parece cerrar con una frase precisamente de su autoría: “Los enemigos de la patria y de las libertades de los pueblos siempre han llamado bandidos a los que se sacrifican por las causas nobles de ellos”.

Economista. Diputado local

Los titulares de medios de comunicación no sólo en México, sino a nivel global, han volteado a ver a nuestro país a raíz de lo que ya anticipaba quien escribe como uno de los parteaguas en materia de participación ciudadana. Las más de 15 millones de personas que apoyan que el presidente siga su mandato, hoy hacen titulares de publicaciones en España, Inglaterra no sólo destacando que AMLO sigue, sino que sigue la democracia que se abre paso ante las más arraigadas prácticas de sabotaje y tiranía.

Las cifras dicen más de lo que quizá me atreva a querer comunicarle: el ahora presidente López Obrador obtuvo más votos ahora en este ejercicio que cuando participó como candidato en 2006 y en 2012; los votos de respaldo a la continuación del mandato superan incluso los 12.6 millones de sufragios que en el pasado proceso electoral se emitieron a favor de Ricardo Anaya, candidato del PAN con el que disputó la presidencia.

Volviendo a lo que le describía como un triunfo de la democracia, le explico la utilización de dicha descripción: con encuestas que vaticinaban una participación mucho menor que la obtenida, el día de ayer México hizo historia como uno de los 23 países en los que actualmente se lleva a cabo este medio de control institucional que devuelve a las y los ciudadanos la capacidad de ejercer sus facultades como elemento fundamental de la soberanía.

Lo que en su momento fue una promesa es ahora un hecho consumado en conjunto, y este ejercicio marca el inicio de lo que queda como antecedente para que los próximos gobernantes se deban someter a una consulta similar a solicitud de la ciudadanía, aumentando a su vez la obligación y compromiso por parte de quienes se ostentan como representantes.

Si bien, la consulta sobre la revocación de mandato ha querido utilizarse como medio de ataque político, debo decir que guardamos -como en algunas entregas anteriores lo he dicho- una coincidencia con quienes se ostentan como opositores.

Y es que, si usted recuerda el llamado “verano caliente”, que ha quedado a la posteridad como el suceso en el que, tras el reclamo de fraude electoral que el PAN elevaba incluso al conocimiento de instancias internacionales en 1986, da pie a que el después gobernador Francisco Barrio publicara el decreto por medio del cual se adiciona en la Constitución de Chihuahua, en el artículo 21, la revocación de mandato.

Bajo una administración que en aquél entonces Acción Nacional consideró de espuria, surge entonces en el estado este mecanismo, buscando dotar a la ciudadanía del poder de revisar los mandatos de quienes de manera impopular llegaran a sus cargos. El objetivo nos une, la mala memoria es lo que nos separa.

Este 10 de abril se cumplían 103 años del asesinato de Emiliano Zapata, por lo que lo más apropiado me parece cerrar con una frase precisamente de su autoría: “Los enemigos de la patria y de las libertades de los pueblos siempre han llamado bandidos a los que se sacrifican por las causas nobles de ellos”.

Economista. Diputado local