/ lunes 25 de noviembre de 2019

Voto nulos y elecciones

De mucho interés académico han mostrado ser las presentaciones que las juntas distritales del Instituto Nacional Electoral (INE) con cabecera en Ciudad Juárez han realizado en diferentes puntos de la localidad sobre los resultados de los estudios sobre las “Características de marcación de los votos nulos” y el de “Participacipación Ciudadana” con características nacionales, estatales y distritales. Los principales resultados confirman el dicho que la apatía de los jóvenes es manifiesta ya que representan el sector poblacional que menos vota.

Por sexo, las mujeres son más participativas que los hombres, son parte de los resultados de los estudios referidos y que deben ser ya materia de estudio tanto por académicos como por estudiantes de las carreras de Ciencia Política y que darán un giro importante en las próximas campañas electorales. Recordemos que falta ya exactamente un año para que inicie el proceso electoral 2020 – 2021.

Sobre el primer estudio, este se divide en varias secciones. La primera es sobre la voluntad de los electores a expresar un voto nulo o no, es decir, que se equivocó al momento de marcar su boleta electoral y ello ocasionó que se anulara su voto sin querer. Se divide además en cada una de las elecciones federales de acuerdo al tipo de elección que se refiere ya sea la de Presidente, Senador o Diputado federal. El primer dato interesante y que salta en el estudio es que es menor la tasa de voto nulo en la elección “Presidencial” que en la de Senador y Diputado.

La primera observación al respecto es que existe entonces un desdén hacia los otros poderes que provoca en primer instancia una intensión manifiesta en anular su voto. La atención de la elección del año 2018 la atrajo el proceso de renovación del Poder Ejecutivo. Chiapas, Michoacán y San Luis Potosí representan las tres entidades con mayor tasa de votos nulos.

La clasificación de los votos nulos obedeció a una lógica para declararlo como voto nulo voluntario, voto nulo involuntario o bien voto nulo no definido (cuando fue imposible definir alguna de las dos anteriores clasificaciones). Lo que si llamó la atención es que el voto nulo subió en comparación con años anteriores, cada vez, las características de los votos nulos va acompañado por la confusión en las alianzas electorales y admás por una mala estrategia de comunicación político de los partidos políticos y los propios candidatos a cargos de elección popular.

Otro de los hallazgos recurrentes es que se tomaron como nulos votos que eran válidos, esto representa en las cantidades de votos cuyos porcentajes varian de acuerdo al tipo de elección, pero la que más se ve afectada es la Presidencial con un 1.54 del total de la muestra. Para algunos casos no significará nada, sin embargo, recordemos que fue en Ciudad Juárez una diferencia de 0.10% lo que determinó al ganador del primer lugar frente al segundo lugar en la elección de Ayuntamiento.

El 33% de los votos nulos obedece a que el ciudadano marcó dos recuadros, cuyos partidos políticos no estaban coaligados (se considera un error del ciudadano y se clasificó como voto nulo involuntario). En contraparte, el 17.6% tuvo la intensión de anular su voto al marcar “toda o gran parte de la boleta electoral” (voto nulo voluntario).

En conclusión, se determina que el tipo de voto nulo es más involutario que voluntario, producto de una mala estrategia de enseñanza de los partidos políticos y de los candidatos que confunden a sus electores potenciales y el rechazo a la imagen de los diputados. Los partidos tienen que convencer con sus candidatos a electores más exigentes.

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Atentamente.

Dr. José Eduardo Borunda Escobedo

Profesor - Investigador

Ciudad Juárez, Chihuahua, México

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De mucho interés académico han mostrado ser las presentaciones que las juntas distritales del Instituto Nacional Electoral (INE) con cabecera en Ciudad Juárez han realizado en diferentes puntos de la localidad sobre los resultados de los estudios sobre las “Características de marcación de los votos nulos” y el de “Participacipación Ciudadana” con características nacionales, estatales y distritales. Los principales resultados confirman el dicho que la apatía de los jóvenes es manifiesta ya que representan el sector poblacional que menos vota.

Por sexo, las mujeres son más participativas que los hombres, son parte de los resultados de los estudios referidos y que deben ser ya materia de estudio tanto por académicos como por estudiantes de las carreras de Ciencia Política y que darán un giro importante en las próximas campañas electorales. Recordemos que falta ya exactamente un año para que inicie el proceso electoral 2020 – 2021.

Sobre el primer estudio, este se divide en varias secciones. La primera es sobre la voluntad de los electores a expresar un voto nulo o no, es decir, que se equivocó al momento de marcar su boleta electoral y ello ocasionó que se anulara su voto sin querer. Se divide además en cada una de las elecciones federales de acuerdo al tipo de elección que se refiere ya sea la de Presidente, Senador o Diputado federal. El primer dato interesante y que salta en el estudio es que es menor la tasa de voto nulo en la elección “Presidencial” que en la de Senador y Diputado.

La primera observación al respecto es que existe entonces un desdén hacia los otros poderes que provoca en primer instancia una intensión manifiesta en anular su voto. La atención de la elección del año 2018 la atrajo el proceso de renovación del Poder Ejecutivo. Chiapas, Michoacán y San Luis Potosí representan las tres entidades con mayor tasa de votos nulos.

La clasificación de los votos nulos obedeció a una lógica para declararlo como voto nulo voluntario, voto nulo involuntario o bien voto nulo no definido (cuando fue imposible definir alguna de las dos anteriores clasificaciones). Lo que si llamó la atención es que el voto nulo subió en comparación con años anteriores, cada vez, las características de los votos nulos va acompañado por la confusión en las alianzas electorales y admás por una mala estrategia de comunicación político de los partidos políticos y los propios candidatos a cargos de elección popular.

Otro de los hallazgos recurrentes es que se tomaron como nulos votos que eran válidos, esto representa en las cantidades de votos cuyos porcentajes varian de acuerdo al tipo de elección, pero la que más se ve afectada es la Presidencial con un 1.54 del total de la muestra. Para algunos casos no significará nada, sin embargo, recordemos que fue en Ciudad Juárez una diferencia de 0.10% lo que determinó al ganador del primer lugar frente al segundo lugar en la elección de Ayuntamiento.

El 33% de los votos nulos obedece a que el ciudadano marcó dos recuadros, cuyos partidos políticos no estaban coaligados (se considera un error del ciudadano y se clasificó como voto nulo involuntario). En contraparte, el 17.6% tuvo la intensión de anular su voto al marcar “toda o gran parte de la boleta electoral” (voto nulo voluntario).

En conclusión, se determina que el tipo de voto nulo es más involutario que voluntario, producto de una mala estrategia de enseñanza de los partidos políticos y de los candidatos que confunden a sus electores potenciales y el rechazo a la imagen de los diputados. Los partidos tienen que convencer con sus candidatos a electores más exigentes.

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Atentamente.

Dr. José Eduardo Borunda Escobedo

Profesor - Investigador

Ciudad Juárez, Chihuahua, México

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