TRES VECES TE ENGAÑÉ
Así, como si fuera el fondo musical de una de esas típicas y pésimas películas mexicanas ambientadas entre el humo de cigarrillos y botellas vacías sobre las mesas de una cantina de barrio, así suena la política del gobierno de la república con relación al manejo del agua en Chihuahua.
A través de estas líneas le he hablado al menos en otras tres ocasiones de lo que parecían ser acuerdos para solventar la problemática, sin embargo, en cada una de las ocasiones la autoridad federal se ha desdicho de lo acordado y reincidido en su actitud de extraer líquido de los reservorios chihuahuenses, pretendiendo con esas aguas ganar el favor de las sus similares estadounidenses, cuyo agrado parece ser lo único que les interesa conseguir.
La frase de “el agua es vida” tiene particular aplicación y relevancia en el desierto chihuahuense. Las obras de infraestructura que han permitido históricamente retener y aprovechar el agua que de otra forma terminaría escurriéndose hasta el Golfo de México, transforman el árido suelo en verdes labores, que a su vez dan sustento a cientos de familias chihuahuenses, y miles más de jornaleros migrantes que año con año encuentran en esos campos el sustento.
Conagua se ha empeñado en extraer el líquido almacenado en esas presas para, como ya lo ha reconocido el mismo presidente López, cumplir con la cuota que corresponde entregar a EE. UU. virtud del tratado internacional. Esa actitud privilegia los intereses del país vecino sobre el de los productores del campo chihuahuense.
El reclamo de estos último, y la encomiable lucha que están sosteniendo para defender lo que en derecho les corresponde, es totalmente válido, en ello les va la subsistencia: Chihuahua atraviesa un, aunque recurrente, inusualmente largo período de sequía, de extraerse de nuestras presas el volumen de agua que las autoridades federales pretenden no quedaría en ellas el agua suficiente para garantizar el próximo ciclo agrícola, dejando el destino de ese sector productivo a la suerte de contar con lluvias invernales importantes, lo que además de incierto, es improbable en las actuales circunstancias.
Dos son las constantes de la autoridad federal en el tema del agua de Chihuahua: el empecinamiento y el engaño. Son tercos en el despropósito de entregar a los gringos la cantidad de agua comprometida; y también son irresponsablemente mentirosos al comprometerse ante productores y autoridades estatales a limitar la extracción de agua, para a los pocos días abrir de nueva cuenta las compuertas de las presas, reforzando su intransigente postura con la presencia de elementos de la Guardia Nacional. Fue precisamente la presencia de ésta última la que finalmente hizo aparecer la tragedia.
La noche del martes se informó que una pareja de chihuahuenses que acudió en apoyo a las manifestaciones fue agredida supuestamente por elementos de esa corporación de seguridad, ocasionando la muerte de la mujer e hiriendo de gravedad al varón, a quien a estos momentos reportan ya fuera de terapia intensiva.
Seguramente mal informado, el presidente López sostuvo en su conferencia del miércoles que las protestas de los agricultores carecen de sustento, que son incitadas por personajes políticos entre los que incluyó a exgobernadores priístas, al senador de la república Gustavo Madero y al diputado federal Mario Mata; y puso en duda que la agresión proviniera de las fuerzas federales.
El gobernador Corral sostuvo, como lo ha hecho desde el inicio del conflicto, una actitud firme en defensa de los intereses del sector productivo agropecuario, y más aún en la investigación de los hechos imputados a los elementos de la guardia. El que se haya puesto a disposición de la Fiscalía del Estado a diecisiete elementos de esa corporación para deslindar las responsabilidades por su posible participación en el ataque, es sin duda un logro para la autoridad estatal que nuevamente está en camino de lograr justicia para Chihuahua.
Anteriormente le hablé también de la forma mezquina en que un grupo de actores políticos, entre los que se menciona directamente a Víctor Quintana Silveira, exlíder del partido Morena y autodeclarado aspirante a la candidatura a gobernador por el mismo partido. Seguramente con ese mismo ánimo otros militantes morenistas malinformaron al presidente y pretendieron desprestigiar el justo reclamo de los productores catalogándolo como un movimiento electorero.
Son los morenistas quienes tasan en términos de rentabilidad electoral el derecho a la subsistencia del sector productivo primario del estado, se equivocan en ello, pues seguramente los habitantes de esa región no olvidarán quienes estuvieron a su lado en la lucha, y quienes fungieron como esquiroles, convirtiéndose de rebote en siervos de los intereses extranjeros que muchas veces antes dijeron detestar.
Es rescatable que se cumpla con la obligación de investigar los hechos de la noche del martes y la puesta a disposición de los elementos federales, esperemos sea la antesala de una solución definitiva en esté asunto, y no sólo otra estratagema para ganar tiempo y volver a engañar al pueblo de Chihuahua.
Ha sido esta postura de intransigencia, esta sordera empecinada, la que llevó a diez gobernadores a denunciar que la forma de gobernar del presidente López atenta contra nuestra democracia, tomando la acción de abandonar la organización formal de gobernadores (CONAGO) para formar una nueva organización que vele por el federalismo mexicano y permita la convivencia y cumplimiento de las funciones de los diferentes niveles y esferas de gobierno; anuncio que se hizo también en Chihuahua esta pasado lunes.
Las razones y las propuestas de este grupo de gobernadores son dignos de abordar en la próxima ocasión en que nos encontremos hablando de…
