Nelly: tapachulteca que sueña con transformar el mundo a través de la robótica

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Alejandro Gómez

Desde muy pequeña, Nelly Lorena Juárez Alórzano supo que su curiosidad por las máquinas no era algo común. Mientras otras niñas jugaban con muñecas, ella prefería armar, desarmar y descubrir cómo funcionaban las cosas.

Fue a los apenas 7 años cuando la robótica llegó a su vida y desde entonces no ha dejado de soñar con un futuro en la ingeniería y cómo ayudar a la sociedad.

Hoy, con 15 años, Nelly es reconocida como la alumna más avanzada de su escuela STEM, un espacio donde ha podido desarrollar todo su potencial. Para ella, la robótica no es solo una materia, es una forma de dar vida a sus ideas, de usar la creatividad para resolver problemas y de aprender a trabajar en equipo.

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Forma parte de un grupo de cuatro estudiantes apasionados por la tecnología: Irán, Yadira, Grecia y ella. Cada uno tiene un rol muy definido dentro del equipo: programador, diseñador, constructor y driver (quien opera el robot).

Contó que han logrado destacarse en competencias estatales, nacionales e incluso mundiales, poniendo en alto el nombre de Tapachula, Chiapas y de México.

“Desde niña me ha gustado la ingeniería. Siempre me ha dado curiosidad de armar cosas, darles movimiento, que funcionen gracias a la programación. Ahora quiero estudiar Mecatrónica, porque combina todo lo que amo: diseño, electrónica y tecnología”, cuenta.

El camino no ha sido fácil, pero ha contado con el apoyo constante de sus padres y maestros, quienes han creído en ella desde el inicio. Su historia inspira, no solo por sus logros, sino por lo que representa: una niña que ha sabido convertir su pasión en una meta de vida.

Este Día del Niño, Alejandra nos recuerda que los sueños no tienen edad y que cuando se persiguen llega el momento que se hará realidad, “así que niños no dejen de soñar”.

En el marco del Día del Niño, Tapachula se convierte en testigo de una transformación silenciosa pero poderosa: cada vez más niñas y niños se interesan por la robótica, la programación y la inteligencia artificial, marcando el inicio de una nueva generación creativa y tecnológica, indicó puntualizó José Antonio San Cristóbal, subdirector de Innovación Municipal.

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“Este fenómeno no es casual y la demanda creciente por aprender sobre nuevas tecnologías impulsó la creación de la Academia STEM en un municipio de Tapachula, un espacio pensado para que los niños puedan desarrollar habilidades que serán clave en el mundo que les tocará vivir”, externó.

Detalló que en la academia, los niños aprenden desde los principios básicos de la programación hasta el armado y control de robots. Además, se introducen en el mundo de la inteligencia artificial, comprendiendo cómo funcionan los sistemas que hoy ya forman parte de su entorno digital.

Puntualizó que este interés representa una oportunidad única para formar ciudadanos más preparados, con pensamiento crítico, habilidades digitales y creatividad para resolver problemas reales mediante la tecnología.