Brecha salarial, un obstáculo para el desarrollo económico de las mujeres
La brecha salarial en México es una de las más altas entre los 37 países de la OCDE, con un ingreso anual promedio 54.5% menor
Marcia Ramos / Diario del Sur
A pesar de los avances en derechos laborales y equidad de género, la brecha salarial y la desigualdad laboral siguen limitando el desarrollo profesional de millones de mujeres en el mundo. La Organización Internacional del Trabajo (OIT) señala que las mujeres ganan, en promedio, un 20 por ciento menos que los hombres por realizar un trabajo similar. Este fenómeno se observa en todas las regiones del mundo y en múltiples sectores laborales, generando un impacto significativo en la estabilidad económica y la calidad de vida de las mujeres.
Segregación ocupacional: Las mujeres predominan en sectores menos remunerados como la educación y la salud, mientras que los hombres tienen mayor presencia en industrias mejor pagadas, como la tecnología y la ingeniería.
Doble jornada laboral: La carga de trabajo doméstico y de cuidados familiares recae en gran medida sobre las mujeres, lo que limita sus oportunidades de ascenso y crecimiento profesional.
Techo de cristal: La falta de representación femenina en puestos de liderazgo y toma de decisiones dificulta el acceso a mejores condiciones laborales.
Discriminación salarial directa: Muchas empresas continúan ofreciendo menores sueldos a las mujeres por el mismo trabajo, perpetuando la desigualdad económica.
¿Qué desigualdades laborales enfrentan las mujeres?
La problemática no solo se refleja en los ingresos, sino también en:
Menores oportunidades de ascenso y acceso a posiciones de liderazgo.
Mayor presencia en empleos informales, lo que reduce el acceso a seguridad social y beneficios laborales.
Violencia y acoso laboral, que afectan el bienestar y desempeño profesional de las mujeres.
Mayor desempleo y dificultades para reinsertarse en el mercado tras la maternidad, debido a la falta de políticas de conciliación entre la vida laboral y familiar.
Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), en México solo el 45% de las mujeres en edad productiva trabajan, comparado con el 78% de los hombres. Además, la brecha salarial en el país es una de las más altas entre los 37 países de la OCDE, con un ingreso anual promedio 54.5% menor para las mujeres. Esta desigualdad impacta no solo a nivel individual, sino también en el crecimiento económico del país y en la reducción de la pobreza.
Estrategias para erradicar desigualdades laborales
Implementar políticas de transparencia salarial, obligando a las empresas a reportar diferencias salariales entre hombres y mujeres.
Fomentar la corresponsabilidad en el trabajo doméstico y de cuidados, promoviendo licencias parentales equitativas.
Garantizar acceso equitativo a posiciones de liderazgo y formación profesional, eliminando barreras estructurales en las organizaciones.
Aplicar sanciones efectivas contra la discriminación de género en contratación y promoción laboral.
Desarrollar programas de capacitación y empoderamiento económico para mujeres, fortaleciendo su acceso a sectores mejor remunerados.
La lucha por la equidad de género en el trabajo es un desafío pendiente que requiere la participación activa de gobiernos, empresas y sociedad. Solo con esfuerzos coordinados y políticas efectivas se podrá garantizar un futuro más justo e inclusivo para todas las mujeres.
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