Ciencia y sociedad / A la vejez, viruela
El resurgimiento de enfermedades infecciosas ha llamado la atención en los últimos años. Este problema se ha intensificado después de la pandemia, particularmente en 2023 y continúa en 2025. Las causas son diversas y preocupa particularmente la incidencia en población infantil.
El cambio climático afecta de manera directa, ya que el incremento de temperatura y los cambios de patrones climáticos han ampliado el rango geográfico de vectores como mosquitos y garrapatas. Esto ha incrementado la incidencia de enfermedades como dengue, con más de 13 millones de personas afectadas en 2024 -con el triple de casos en América Latina- y casi 10 mil personas perdieron la vida.
Otro aspecto importante es la movilidad humana pues los viajes entre países requieren, en muchos casos, esquemas de vacunación específicos o el ingreso de mercancía puede acarrear organismos patógenos. Tal es el caso del gusano barrenador que provoca miasis, enfermedad parasitaria provocada por la mosca Cochliomyia hominivora y que se encontraba erradicada en México. Las larvas de la mosca infestan heridas abiertas depositando sus huevecillos y provocando infección en la zona afectada. En abril del 2025 se presentó el primer caso en Chiapas y está vinculado al ingreso de ganado contaminado.
Sin embargo, una situación importante está relacionada con una cobertura vacunal insuficiente, Por un lado se encuentran los movimientos “antivacunas” iniciados en 2004 a partir de que el médico británico Andrew Wakefield sugirió la relación entre la vacuna MMR (sarampión, paperas y rubéola) y el autismo, cosa que fue científicamente descartada. No obstante, la tendencia sigue vigente y en varios países del mundo hay un número importante que rechazan las vacunas.
México es reconocido mundialmente por las altas coberturas en vacunación gracias a las campañas implementadas, lamentablemente estas campañas se interrumpieron durante la pandemia, lo que disminuyó la cobertura del 95 al 65%. El desabasto de vacunas también ha impactado negativamente, ya sea por fallas en la planeación de adquisición y distribución de los biológicos, recortes o subejercicios presupuestales e irregularidades en las compras públicas.
Actualmente se han presentado brotes de tosferina y sarampión con 809 y 583 casos hasta la semana epidemiológica 16. La tosferina ha cobrado la vida de 48 menores de un año y la tasa de vacunación actual es del 83%. Las autoridades sanitarias se encuentran dando seguimiento a estas emergencias en salud y ha iniciado la Semana Nacional de Vacunación 2025, que se llevará a cabo del 26 de abril al 3 de mayo.
En este periodo se aplicarán 14 biológicos incluidos en el esquema nacional de vacunación dirigidos a toda la población. Las vacunas se aplicarán de forma gratuita en hospitales, clínicas, escuelas y espacios públicos. Es también importante que la población acuda a las campañas invernales, entre octubre y marzo, en las que se aplican vacunas contra enfermedades respiratorias.
Si bien es cierto que las autoridades tienen la responsabilidad de ofrecer los esquemas de vacunación completos a toda la población en tiempo y forma, nos toca a las y los ciudadanos ser conscientes de que nuestra salud la debemos proteger y cuidar en lo individual acudiendo a los espacios para recibir las vacunas, cumpliendo con la vacunación completa en el caso de niñas y niños y vigilando que nuestra población adulta mayor también reciba las inmunizaciones correspondientes.
Mantenernos informados es nuestra responsabilidad y evitar las infecciones por enfermedades prevenibles a través de la vacunación, que salva vidas.