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Xalapa15 de junio de 2025
Ciencia y Saludsábado, 8 de marzo de 2025

Ciencia y Luz | Viviendas y sociedad olmeca

Su arquitectura doméstica nos ofrece una perspectiva única sobre su organización social y vida cotidiana

Cabezas colosales descubiertas en Veracruz
Cabezas colosales olmecas en el MAX / Foto ilustrativa: René Corrales / Diario de Xalapa
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Redacción / Diario De Xalapa

Virginia Arieta e Irad Flores 

Este año, junto a estudiantes de la Licenciatura en Arqueología de la UV, continuamos las excavaciones en uno de los sitios más fascinantes de Mesoamérica por su antigüedad y complejidad: el asentamiento olmeca de San Lorenzo, en el sur de Veracruz.

Si bien los olmecas son conocidos por sus cabezas colosales, su arquitectura doméstica nos ofrece una perspectiva única sobre su organización social y vida cotidiana. En San Lorenzo, se han identificado terrazas artificiales que reflejan una clara estratificación social: las clases altas residían en las zonas elevadas, mientras que la población común ocupaba las áreas más bajas.

Viviendas olmecas en San Lorenzo, Veracruz

Las viviendas se construían con materiales locales, como una arcilla llamada bentonita -como en el pasado, actualmente se utiliza como impermeabilizante- y arena compactada, lo que garantizaba estabilidad y resistencia ante las condiciones climáticas de la región.

Estas técnicas constructivas reflejan un conocimiento avanzado en el manejo del entorno y la optimización de los recursos naturales disponibles.

Las excavaciones han revelado habitaciones múltiples, patios y zonas de almacenamiento, lo que indica una planificación urbana sofisticada. Estas estructuras no solo servían como espacios habitacionales, sino que también estaban diseñadas para facilitar la organización de la comunidad y la distribución de bienes esenciales.

Un ejemplo notable es una de las terrazas del lado Este, donde se hallaron restos de estructuras con evidencia de varias ocupaciones entre el 1400 y el 1000 aC. Este hallazgo muestra que las viviendas no eran estáticas, sino que se renovaban y ampliaban constantemente, reflejando cambios en la organización social y en las necesidades habitacionales de sus habitantes.

El ciclo doméstico de estas construcciones sugiere que San Lorenzo fue un centro dinámico, donde la población crecía y se adaptaba al entorno.

El uso de materiales locales y la creación de terrazas artificiales sugieren un esfuerzo colectivo, lo que evidencia una organización comunitaria compleja desde las épocas más tempranas en Mesoamérica.

Estos proyectos de construcción debieron implicar una coordinación significativa, lo que apunta a la existencia de una autoridad central (como lo observamos en los tronos o las cabezas colosales) y un sistema de colaboración social bien establecido.

Los hallazgos también indican actividades económicas especializadas, como la producción artesanal y el almacenamiento de bienes. La presencia de herramientas y restos de cerámica sugiere que ciertas áreas de la ciudad estaban destinadas a la manufactura de productos específicos, lo que fortalecía el comercio y la autosuficiencia de la comunidad olmeca.

San Lorenzo representa un modelo temprano de planificación urbana y estratificación social en Mesoamérica. La disposición de sus viviendas y la diferenciación de espacios según el estatus social evidencian una jerarquización que influyó en sociedades posteriores.

El estudio de su arquitectura doméstica permite comprender mejor cómo los olmecas estructuraban su vida diaria, administraban sus recursos y establecían relaciones de poder dentro de su sociedad.

Además de su relevancia arqueológica, estos hallazgos proporcionan información valiosa sobre las estrategias de adaptación de los olmecas a su entorno, lo que refuerza su legado como una de las sociedades complejas más innovadoras en el mundo antiguo.

* Instituto de Antropología y Facultad de Antropología, UV

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