El trágico accidente y la leyenda de las Pochotas de Terán: historias de un árbol sagrado en Tuxtla
Un fatídico accidente revive la historia de los árboles sagrados de Terán, cuyas raíces se entrelazan con la cultura y las creencias populares de Tuxtla Gutiérrez
Thiaré García / El Heraldo de Chiapas
La entrada poniente de la capital chiapaneca se convirtió nuevamente en escenario de una tragedia que dejó un saldo devastador: siete personas perdieron la vida, varias más resultaron heridas y los daños materiales fueron significativos, luego de que un tráiler de doble remolque se quedara sin frenos. Este fatal incidente no solo consternó a los habitantes, sino que también revivió la legendaria historia de Las Pochotas de Terán, un símbolo místico profundamente arraigado en la cultura local.
Ulises Valdez Arévalo, cronista de Terán y figura destacada de la literatura chiapaneca, rescató esta leyenda que envuelve a dos majestuosos árboles de ceiba, ubicados en la antigua entrada de la finca “La Trinidad”. Estas ceibas, conocidas como Pochotas, no solo ofrecían sombra y cobijo, sino que, según las creencias populares, eran árboles sagrados para los mayas, vinculados a la longevidad, la felicidad y la protección de quienes los cuidaban.
La finca “La Trinidad”, cuyas tierras fueron expropiadas en la década de 1930 para formar parte de la colonia Rivera de Juan Crispín, fue testigo de innumerables relatos históricos y populares. Las Pochotas, con más de tres siglos de vida, fueron protagonistas de varias tradiciones, incluyendo el traslado de los santos San Jerónimo y San Agustín hacia la antigua ermita de Terán, hoy Parroquia de la Santa Cruz.
Sin embargo, uno de estos árboles míticos fue derribado hace algunos años tras ser alcanzado por un rayo, lo que marcó el final de su ciclo natural. La desaparición de la ceiba más antigua, según los habitantes de Terán, desató una serie de desgracias que aún persisten. Entre accidentes automovilísticos inexplicables y tragedias recurrentes, la leyenda señala que la tala arbitraria del árbol provocó la ira de un espíritu guardián que protegía la zona.
El dicho popular “Y caerán las maldiciones y llegarán accidentes cuando muera la Pochota al poniente de la ciudad“ cobra fuerza cada vez que ocurre un accidente en esta área. Historias sobre almas en pena y ahorcados durante la época de la Revolución Cristera y el movimiento mapachista también enriquecen esta narrativa.
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Corporaciones locales y estatales unen esfuerzos para proteger a ciudadanos y turistas en la temporada vacacional decembrinaSe cuenta que los vehículos que descienden por la pendiente poniente hacia Tuxtla Gutiérrez, especialmente tráileres y camiones, son víctimas de fallas mecánicas inexplicables justo en el tramo donde se encontraban las ceibas. La reciente tragedia, que enluta a la ciudad, no ha hecho más que reafirmar el misticismo alrededor de Las Pochotas y la creencia en que su ausencia continúa cobrando vidas.
Aunque la historia puede ser solo una leyenda, para los habitantes de Tuxtla Gutiérrez y Terán, la memoria de Las Pochotas trasciende como un recordatorio de la importancia de cuidar el patrimonio natural y cultural, así como de preservar las historias que dan vida a las comunidades.