Producción de miel en Chiapas bajo amenaza por cambio climático y bajos precios
Los apicultores enfrentan estos desafíos para mantener esta actividad en la región
Thiaré García / El Heraldo de Chiapas
La apicultura es una actividad relevante en México, tanto en términos económicos como ecológicos y Chiapas se posiciona como uno de los principales estados productores de miel de abeja.
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Éstos insectos están en riesgo debido al cambio climático, la deforestación y el uso de pesticidas; además de que en la entidad su producción no es totalmente aprovechada; mientras el 75% de los productores carecen de instrucción y no avanzan por los bajos precios y falta de canales de comercialización.
La entidad chiapaneca sobresale como el tercer mayor productor de miel, aportando el 9.4 % del total nacional (56 mil toneladas), porcentaje que lo ubica detrás de Yucatán (13.5 %) y Campeche (10.5 %), y por encima de estados como Veracruz (8.6 %) y Jalisco (8.3 %).
A nivel mundial, la producción de miel ha alcanzado cifras récord, superando los 4 mil millones de dólares en el comercio internacional en 2014. Entre los líderes globales en producción destacan China (30.6 %), Turquía (6.9 %), Estados Unidos (5.4 %), Irán (5.0 %) y Rusia (5.0 %), que en conjunto aportan el 53 % de la producción total. México ocupa el octavo lugar en esta lista, con una producción anual promedio de 56 mil toneladas, lo que representa el 3.7 % de la producción mundial.
De acuerdo con un estudio realizado por investigadores de Riesgo y Cambio Climático de la Universidad de Ciencia y Artes de Chiapas (UNICACH), en los últimos años la población mundial de abejas sufrió severas pérdidas, y desde hace 15 años, la cantidad de colonias han disminuido en todo el país en un fenómeno bautizado como “Síndrome del colapso de las colonias“, por lo que la tasa de mortalidad mundial es de alrededor de 30% cada año desde 2007.
Las investigaciones en Chiapas mencionan que una combinación de factores como la presencia de parásitos, principalmente la llamada Varroa y nuevos agentes patógenos, así como el cambio climático y la exposición a pesticidas usados a gran escala en la agricultura, han afectado a las colonias locales.
De acuerdo con los estudios realizados por la UNICACH el 75% de los apicultores nunca han tomado un curso sobre apiarios, por lo que trabajan solamente con conocimientos empíricos, sin dedicarse al 100% a esta actividad. Además, el 65% de los apicultores determinaron que la comercialización de la miel no avanza por los bajos precios que existen en el mercado.
Para cosechar alzas o panales llenos de miel, el apicultor siempre debe revisar que la miel está madura, es decir, que por lo menos el 80 % del panal esté operculado, lo cual es muy importante en la preservación de la calidad de la miel, ya que si se cosecha miel que no está operculada el porcentaje de humedad será alto y la miel disminuirá su calidad. Basta con saber que las abejas alimentadas con miel viven entre 25 y 30 días en época de recolección, y la reina, alimentada solamente con jalea real, puede vivir hasta cinco años. Esto permite comprender la relevancia de este producto excepcional de la naturaleza.
Apiarios son poco aprovechados
De acuerdo con Abel Antonio Ovando Meza, apicultor con más de 45 años de experiencia, en Chiapas es poco el beneficio que se aprovecha de las abejas, pese a que este insecto es el encargado de la polinización cruzada para que las plantas den mejores frutos, por lo que uno de los más importantes en el ecosistema.
Subraya que la importancia de las abejas en la polinización cruzada es un proceso que mejora la calidad y cantidad de los frutos y que en Chiapas no está 100 por ciento aprovechada, mientras en otras regiones del país como el norte, las colmenas se rentan específicamente para este propósito.
“Aquí en el sureste no se utiliza tanto, pero en el norte las colmenas se rentan para polinizar cultivos como manzanas y arándanos. Si las abejas desaparecen, también desaparecerían las hortalizas, flores y plantas que nos dan fruta, y si ellas desaparecen, nosotros también lo haremos”.
Destacó que la importancia de la polinización de abejas también radica en que no solo cumplen la función de producción de miel, sino el trabajo que realizan en las plantas respecto al crecimiento de frutos, por lo que también podría ser un riesgo para productores de café y maíz, productos importantes para Chiapas y que incluso los exporta.
Importancia en el equilibrio ecológico
La apicultura no solo es una actividad esencial para la obtención de miel, sino también un elemento clave en la preservación del equilibrio ecológico, por lo que Ovando Meza, compartió detalles del proceso de cosecha y destacó la relevancia de las abejas en la polinización y la producción agrícola.
Dijo que la extracción de miel, conocida tradicionalmente como “cosechar“ o “castrar“, requiere de precisión y cuidado para preservar la calidad del producto y proteger a las abejas. Según el experto, la clave está en el uso de herramientas adecuadas y un enfoque respetuoso.
“Vamos a necesitar las charolas salvamiel para colocar las alzas que van a ir saliendo de los panales. Con esto aseguramos la calidad de la miel, 100% operculada y sin cría, porque si no, eso puede echar a perder el contenedor donde se guarda la miel”, indicó.
Destacó que además el proceso incluye cortar la cera que recubre los panales, conocida como “percula“ y extraer la miel utilizando una centrifugadora, método que minimiza el estrés en las abejas y evita su mortalidad.
“Hay veces que pueden sacarlo con todo y cría, pero al meterlo al extractor, las abejas mueren. Nosotros preferimos hacerlo con cuidado, aunque tome más tiempo”, indicó.
El comportamiento de las abejas y su genética
Ovando Meza explicó que una reina puede fecundar con hasta ocho zánganos diferentes, lo que genera variabilidad genética en la colmena. “Aunque sean hermanas, pueden comportarse distinto. Si una reina se cruza con un zángano africanizado, las abejas serán más defensivas. Si es con uno europeo, serán más tranquilas”.
Más allá de la miel, las abejas producen propóleo, jalea real y cera, utilizados en cosméticos y productos medicinales. Además, su veneno es aprovechado en terapias como la apipuntura, una técnica donde el aguijón de las abejas reemplaza a las agujas tradicionales.
“Ya existen trampas para recolectar el veneno de la abeja y también las comercializamos para personas que hacen tratamientos de acupuntura. En vez de agujas, usan los piquetes de abejas, y esto tiene beneficios comprobados.”
Apicultura chiapaneca enfrenta sequía, incendios y cambio climático, impactando producción de miel
Este año ha representado uno de los más desafiantes para los productores de miel en ChiapasEl apicultor hizo un llamado a la población para evitar destruir los enjambres y en su lugar, contactar a apicultores que puedan reubicarlos: “Si llega un enjambre, lo que hay que hacer es avisar a un apicultor. Nosotros los capturamos, los reubicamos y los utilizamos de nuevo. Después les cambiamos la reina si es necesario”, explicó.
Ovando Meza concluyó resaltando la relevancia de las abejas para la supervivencia humana y el ecosistema: “La abeja no es agresiva, solo defiende su casa y su alimento. Cuidarlas no solo asegura miel de calidad, sino que también protege la biodiversidad. Si cuidamos a las abejas, cuidamos nuestro futuro”.
Con su trabajo, los apicultores no solo producen miel, sino que promueven la conservación de un ser vivo indispensable para la vida en el planeta.